DIEZ MOMENTOS INOLVIDABLES

JUEGOS OLIMPICOS - Ceremonias inaugurales. Olvidos de banderas, desnudos, un mar en medio del estadio y hasta palomas incineradas forman parte de los instantes más memorables de las ceremonias de apertura

Por Sebastián Meresman

1. Olvidan las banderas de Estados Unidos y Suecia. Londres será la única ciudad que sea sede en tres oportunidades; las anteriores fueron en 1948 y en 1908; justamente ese año se realizó la primera ceremonia inaugural. Los atletas marcharon por el estadio separados por países, pero como los organizadores olvidaron incluir las banderas de Estados Unidos y Suecia entre las que se encontraban en el estadio, el abanderado de Estados Unidos se negó a flamear su bandera cuando pasó frente al rey Edward VII.

2. Se presenta la bandera olímpica. En Amberes 1920 se izó por primera vez la bandera olímpica, creada en 1914 e ideada por Pierre de Coubertin, el fundador de los Juegos Olimpicos modernos. Los cinco anillos representan las cinco partes del mundo unidas en adelante al olimpismo, además, alguno de los seis colores (teniendo en cuenta el fondo blanco) está presente en las banderas de todas las nacionalidades. También se hace el juramente olímpico y se interpreta el himno olímpico por primera vez.

3. Desnudo, recorre el estadio. El 17 de julio de 1976, durante la apertura realizada en Montreal, un espectador dio una vuelta al estadio totalmente desnudo.

4. Palomas incineradas por la llama olímpica. Para Seúl 1988 se importaron palomas blancas especialmente para ser liberadas durante la ceremonia como símbolo de paz. Sin embargo, al prender el pebetero varias de esas palomas murieron quemadas.

5. La "mentira" del pebetero de Barcelona 1992. Durante la ceremonia que tuvo lugar en el Estadio Olímpico de Montjuic, el arquero Antonio Rebollo lanzó desde el campo del estadio una flecha en cuya punta relucía el fuego olímpico que al alcanzar su meta encendió el pebetero. Sin embargo, son muchos los que aseguran que la flecha siguió de largo y que el pebetero la llama del pebetero prendió mecánicamente. 

 

6. Muhammad Ali en Atlanta 1996. Con 54 años y con un mal de Parkinson avanzado, Cassius Clay, más conocido como Muhammad Ali, encendió el pebetero de los Juegos desarrollados en Estados Unidos frente a 80 mil espectadores presentes en el estadio. El ex boxeador sufría la enfermedad hace varios años y su imagen sirvió como ejemplo para muchas personas con enfermedades degenerativas

 

7. Corea del Sur y Corea del Norte, unidas. En la ceremonia de apertura de los Juegos de Sydney 2000 las dos Coreas desfilaron bajo la misma bandera después de que se rompieras las relaciones diplomáticas a causa de la Guerra de Corea que se desató en 1950. Al ser los primeros Juegos Olímpicos del siglo XXI, Sydney 2000 combinó tecnología con cultura popular propia de Australia, hecho que dio una gran vistosidad a la ceremonia y un toque fresco a la realización del evento. La ceremonia inaugural fue un espectáculo de fuego y agua en la que participaron una gran cantidad de artistas y fue vista por más de 4 mil millones de personas.

8. Un mar en medio del estadio. El 13 de agosto de 2004, el Estadio Olímpico de Atenas se llenó de agua simulando una gran piscina. De allí surgieron los cinco anillos olímpicos dando inicio a una inauguración que represento la historia desde la mitología antigua hasta los tiempos actuales.

9. Silban a Estados Unidos. Durante la ceremonia inaugural de Atenas 2004, en el Estadio Olímpico, la delegación de Afganistán, ausente en los Juegos Olímpicos desde la llegada del movimiento talibán al poder, fue calurosamente recibida al igual que la iraquí; por el contrario, los representantes de Estados Unidos fueron recibidos entre rechiflas como forma de repudio a la actuación de ese país en la Guerra de Irak.

10. Pekín 2008, la mejor. La ceremonia de apertura de los Juegos realizados en China es considera como la mejor de la historia. Se destacó el show de fuegos artificiales y la multitud de chinas que invadieron el estadio vestidas con un traje blanco para representar a la paz, con armoniosos movimientos de manos en los que simulaban el vuelo las palomas.