Bendita tu eres... Yésica Marcos, la campeona mundial supergallo AMB, recibió el sacramento del bautismo en la iglesia San Pedro y San Pablo de San Martín. "Esto me acerca a Dios y me deja mucho más tranquila", dijo.
Por Juan Ignacio Blanco
blanco.ignacio@diariouno.net.ar
Aquellas noches en las que escapaba de los flagelos de su casa materna ya pasaron. Aquellas noches en las que se encomendaba a Dios escondida bajo el puente de una acequia ya quedaron en el olvido. Aquellas noches donde buscaba explicaciones al martirio que le tocaba sufrir por culpa de alguno ya es cosa del pasado.
Hoy Yésica Marcos, a sus 28 años, volvió a encomendarse a Dios, pero desde otra realidad y con otra necesidad. Es por eso que decidió tener el gran encuentro con el Padre Celestial y unirse a él mediante el bautismo.
La campeona mundial supergallo de la AMB, que el 31 de octubre peleará en el teatro griego Juan Pablo II de San Martín ante la mexicana Estrella Valverde, tomó el primer sacramento en la parroquia San Pedro y San Pablo del departamento esteño en compañía de sus padrinos Cristian Etem y Margarita Rodríguez.
Yésica, sonriente como siempre, caminó a paso cortito hacia el padre Horacio Day quien, con los brazos abiertos, la invitó a tomar lugar al lado de la pila bautismal para compartir el primero de los sacramentos ante la atenta mirada de amigos y familiares que la acompañaron en ese momento tan importante de su vida.
Tras la ceremonia religiosa, Marcos dijo: "Esto me acerca a Dios y me deja mucho más tranquila. Me hubiese gustado hacerlo antes, pero la verdad es que no me sentía segura".
Respecto de la decisión de haber elegido a Cristian Etem y a Margarita Rodríguez como padrinos, el Bombón Asesino declaró que "a él lo elegí porque lo quiero mucho y porque ha sido una persona muy importante en mi vida" y que "ella es una señora que vive cerca de mi casa. Es una de las pocas personas que me viene a visitar".
Orgulloso y con el pecho bien inflado, el Gringo Etem, quien hoy en día es uno de sus entrenadores, explicó: "Es un orgullo que Yésica haya tomado esta decisión, sobre todo porque nació de ella misma. Un día me llamó y me dijo que quería hacerlo".
Y siguió: "Estoy muy contento. Que me haya elegido de padrino vale mucho más que ser su entrenador".
El bautismo tuvo su festejo. Es por eso que todos los asistentes compartieron con Yésica un lindo agasajo, realizado en el polideportivo San Pedro, que se extendió hasta cerca de la medianoche.
Yésica Marcos, que el viernes 31 reaparecerá ante su público, puede estar más tranquila ya que desde arriba la están cuidando su Dios y el Torito Gustavo Rodríguez, uno de sus ángeles de la guarda.
La parroquia del barrio San Pedro fue testigo de esa unión que esperó hace años y que llegó para aliviar un poco más el alma de la chica que tuvo una infancia complicada.
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