domingo, 8 de julio de 2012

LA NARANJA MECÁNICA

Fübol total de la Holanda de 1974 - Reyes sin trono - "Teníamos varios sistemas y los aplicábamos según las necesidades", explica Cruyff. Se dice que la 'Naranja Mecánica' es el mejor equipo que nunca ganó un Mundial
40 segundos de partido. Cruyff inició la jugada desde el círculo central, adentrado unos cinco metros en el campo alemán. Era el último hombre de su equipo. Comenzó a correr hacia el área y a driblar defensas hasta que le hicieron penalti. Neeskens lo tiró y anotó el gol holandés en la final del Mundial de 1974. La ganó Alemania (2-1), pero la 'Naranja Mecánica' empezó el partido con una demostración clara de un estilo de juego que la hizo única.



El portero titular lucía el dorsal de un mediapunta. Un delantero, el habitual de un guardameta. El 8 de Jan Jongbloed y el 1 de Rud Geels reflejaron a sus espaldas la idosincracia del fútbol total, ése en el que todos son especialistas en el ataque y en la defensa. Rinus Michels lo ideó. Johan Cruyff fue su ejecutor último.



"Teníamos varios sistemas de juego y los aplicábamos según las necesidades del partido. Nos importaba saber cómo juega el adversario, sus puntos fuertes y sus flancos débiles. Pero sobre todo nos interesaba saber qué éramos capaces de hacer", explicó Cruyff de su selección. Deslumbró a todo el mundo, pero no conquistó título alguno. Una reina sin corona.



De la Holanda del 74 se dice que es el mejor equipo que nunca ganó un Mundial. Lo mereció ese año después de llegar invicto a la final depués de seis partidos (14 goles a favor y uno en contra) y comenzar ganando el decisivo con ese gol de penalti al minuto de juego. Aquella derrota ante la Alemania de Beckenbauer fue la consagración de un estilo, el impuesto por Michels, un entrenador de época.

"Sabía exactamente cómo motivar a un grupo de jugadores: era un maestro para disipar tensiones en el vestuario", recordó Marco Van Basten sobre quien fuese su técnico en la Eurocopa de 1988. Sus palabras mitigan la fama autoritaria de Michels. Ofrecía libertad a sus jugadores mientras que recibiese algo a cambio. Les permitió dormir con sus esposas o amigas durante los torneos, que dieran rienda suelta a sus egos, que fumaran en el vestuario... siempre obtuvo respuesta.



Bloque + imaginación = espectáculo. La fórmula matemática del fútbol de vanguardia de los 70. El bloque lo formaban un grupo de hombres capaces de adaptarse a cualquier posición. La imaginación la ponía un genio llamado Cruyff, una estrella ya consagrada en el Ajax y el Barcelona. "La Holanda del 74 jugaba el mejor fútbol del mundo. Perdimos la final pero dejamos mejor recuerdo que el campeón", asegura 'el Flaco' de aquel duelo con Alemania, otra selección de leyenda.



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