sábado, 16 de julio de 2016

MUTU LA HISTORIA DEL RUMANO CRACK

Andrei Murgu, alias de Adrian Mutu - pocos se acuerdan de él en los medios. Paso por la historia de adoptar un bebe abandonado en unas tuberías, y de ser uno de los mejores seleccionados de Rumania, ahijado de Hagi, pero las drogas jamas lo dejaron ser uno de los mejores jugadores del mundo, que era el futuro pronosticado. Compartimos la historia.-

Futbolista Mutu quiere adoptar al bebe encontrado en un desagüe en China “Él es un niño especial. Cuando lo vi supe que Dios me lo había enviado”, comentó el futbolista rumano

VIERNES 31 DE MAYO DEL 2013

El jugador rumano Adrian Mutu, quien paseó su fútbol por el Inter de Milán, Chelsea y Juventus, y actualmente en el Ajaccio de Francia, está dispuesto a adoptar al bebe que fue hallado en un desagüe en China.“Tengo la intención de adoptar a este bebe”, señaló Mutu a la televisión de su país. “No podía encontrar la manera de seguir viviendo, cómo comer mi desayuno cuando vi esta historia en la TV. Él es un niño especial. Cuando vi al bebe dije, ‘Yo lo debo adoptar. Él me ha sido enviado por Dios’”, dijo.
El rescate del recién nacido fue dramático. Además, ha dado la vuelta al mundo. Esto ha impactado en el futbolista de 34 años, quien está dispuesto a convencer a su esposa para adoptarlo.
“Basta con mirar a este pobre niño. Él generó una impresión tan fuerte en mí. Le dije a mi esposa que tenemos que ayudarle, tenemos que hacer todo lo que podamos. Nunca pensé que iba a adoptar a un bebe, no tenía ningún plan pero yo sólo sé: tengo que ayudar a éste”, concluyó.


Adrian Mutu: la historia de lo que pudo ser y no fue
Compositor: Roi Rodríguez

Adrian Mutu (8 de enero de 1979), nacido en Călineşti (Argeş, Rumanía) 37 años. Sin embargo, pocos se acuerdan de él en los medios. Tan sólo en periódicos rumanos hablan de rumores de un posible fichaje por el Petrolul Ploiesti tras su despido hace tan sólo tres días del Ajaccio, el décimo club de su carrera y posiblemente el quinto del que ha marchado a mal.

Y es que en verdad, Mutu ha sido y es un tipo peculiar. Con condiciones para convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo en este siglo XX, su carácter violento y polémico, unido a su querencia por las drogas, ha echado a perder una carrera deportiva que podía haber llegado hasta donde el hubiese querido. Sin embargo, hay algún motivo que no sabríamos definir por el que Mutu, a unos pocos, nos sigue enganchando con su dejadez y desgana por el deporte que le ha hecho millonario.

Adrian Mutu en su etapa como capitán de la selección | Fuente: marcajeindividual.com

Formado en la cantera del Argeş Pitesti, la adolescencia de Mutu coincidió con la mejor generación rumana de la historia. Vio a Hagi (quien además es su padrino), Popescu, Petrescu y compañía vencer a la Argentina de Batistuta, Redondo y Simeone en octavos del Mundial de 1994. También vio la decepción con el penalti fallado por Belodedici en cuartos contra Suecia. Incluso como Suker apeaba a un equipo mucho más maduro en 1998 de nuevo de la Copa del Mundo.

Para cuando él debutó en la selección en el año 2000 disputando la Eurocopa, Hagi, Popescu y Petrescu se retiraban tras ella. Otros, como Stelea o Galca seguían, ya lejos de sus mejores años. Sin embargo, la corriente del nuevo líder ya había corrido por Rumanía como la seda. Mutu era el sucesor, quien debía guiar a una selección huérfana de ídolos a unas cotas aún mayores. 18 goles en tan sólo media temporada en el Dinamo Bucarest con 19 años habían hecho del jugador rumano la nueva estrella de un país.

50 millones en traspasos a sus espaldas, dos sanciones por dopaje y ser el único jugador con nombre falso en el FIFA hacen de Mutu un tipo especial
Seis millones y medio de euros llevaron a Mutu al Inter de Milán. Sin embargo, la juventud, inexperencia y competencia con Zamorano, Ronaldo, Vieri, Recoba y Roberto Baggio le impidieron destacar y tan sólo unos meses después, fichaba por otros cuatro millones por el modesto Hellas Verona.

Tras un primer año de adaptación, la campaña 2001/02 se convirtió en la primera explosión de Adrian Mutu jugando en la posición que más destacaría en sus buenos años, como segundo punta. Desde ahí, comandaba el ataque en estático y remataba con su excepcional diestra. Con una excelsa visión de juego y capacidad de desmarque, pronto los grandes se fijaron en él. En 2002 diez millones de euros más le llevaron al Parma. Allí, con Adriano Leite como compañero de ataque, siguió dando zarpazos y formó la por entonces delantera de moda europea.

La llegada del millonario Roman Abramóvich en el verano de 2003 terminó con Mutu como uno de los fichajes estrellas del Chelsea, previo pago de 22 M. de € por su pase. Comenzó de forma espectacular con cuatro goles en sus tres primeros partidos, sin embargo, pronto se apagó su llama. Él lo achacó a la diferencia de estilo entre Inglaterra en Italia, pero pronto se descubrió la verdad sobre su bajón de rendimiento. En su segunda temporada en el club de Londres, con José Mourinho de entrenador, se destapó su gusto por la vida nocturna. Poco después de sus primeras fotos comprometidas, Mutu daba positivo por cocaína.

Fue sancionado por tan sólo siete meses, pero el Chelsea no tardó más que unos días en despedirlo pidiendo una compensación económica de más de veinte millones de euros, una suma que aún hoy en día no ha sido pagada y sigue pendiente de apelaciones. Tras ser durante años solicitada al propio jugador, en el último arbitraje, llevado a cabo en octubre de 2013, la FIFA ha considerado que deben ser el Livorno y la Juventus, los clubs por quien Mutu fichó tras concluir su sanción, quienes deben pagar esa cantidad, sin embargo, ambos conjuntos han vuelto a recurrir.

La primera sanción por cocaína frenó el crecimiento de Mutu. Sus buenos años en la Fiorentina le convirtieron luego en una estrella en la Serie A, pero nunca sabremos su techo
Con 25 años, la promesa rumana había tirado su carrera por la borda. Eso pareció por lo menos tras anunciarse su fichaje por el modesto Livorno en enero cuando aún le quedaban cuatro meses de sanción. Los grandes parecían haber pasado del excéntrico y polémico jugador, que había dado más problemas que éxitos a sus anteriores clubs, lo que unido a su desgana e irregularidad le hacían un jugador prescindible. Ni sus grandes partidos con Rumanía en los meses anteriores parecían darle una nueva oportunidad, al menos hasta que llamó la Juventus.

Tan sólo diez días después de ser fichado por el Livorno, Mutu firmaba gratis por el equipo transalpino, en un movimiento tan oscuro como la vida de Mutu hasta entonces. Llegando gratis, firmó por cinco años tras convencer a técnicos y directiva de que con él se había hecho un error. Que la cocaína había sido algo puntual.

Andrei Murgu, alias de Adrian Mutu desde el FIFA 06 hasta el 14. EA Sports no lo quiere | Fuente: ligapremier.foroactivo.es

En el club de Turín, Mutu jugó bien, recuperando parte de la chispa que dos años antes había demostrado en Parma. Pero Del Piero y Trezeguet le cerraban el paso. Con el descenso y la continuidad de los dos delanteros titulares, Mutu se vio obligado a volver hacer las maletas.

Esta vez su destino marcaba Florencia, donde se reecontraría con Cesare Prandelli, su mentor en el Parma. Hoy en día podemos decir que los mejores años de Mutu como futbolista llegaron aquí. Adaptado y querido al fin, el rumano pudo mostrar en la ciudad de la Toscana toda su calidad como futbolista. Su explosividad en los cinco años como viola distaba mucho de la que habíamos visto en el Parma, pero aún a la mitad del nivel que podría llegar a dar, Mutu se convirtió en la estrella de su equipo y uno de los mejores jugadores del Calcio.

Su mejor año llegó en la temporada 2007/08. Allí, Mutu fue capaz de liderar a la Fiorentina hasta semifinales de la UEFA y dejar al equipo cuarto en liga, en posición de acceso a la Champions League, por delante del aún todopoderoso Milan. Además, llevó con seis goles en la fase de clasificación a Rumanía a su única competición internacional del actual siglo, la Eurocopa de 2008. Allí, en el grupo de la muerte, la selección de Victor Piturca empató con Italia y Francia, dependiendo de sí misma en el último y fatídico choque ante Holanda.

El milagro no se obró, pero Mutu se había echado el equipo a la espalda y junto a Chivu, Dică o Contra habían recuperado para el país rumano el sueño inacabado de los Moldovan, Popescu y Hagi.

Más de cien goles en Serie A, dos participaciones en Champions y unas semifinales de UEFA son poco premio para un jugador de la calidad de Mutu

Dos participaciones en Champions, su gol 100 en Serie A y ser reconocido por primera vez en su carrera como estrella fueron la parte buena de su estancia en Florencia, porque su final fue bien diferente. En enero de 2010, el rumano dio positivo por segunda vez en su carrera, esta vez por sibutramina, un complemento alimenticio. Tras ser demandado por su club por incumplimiento de contrato, Mutu pidió perdón, siendo aceptado y volviendo a jugar unos meses tras su sanción.

Sin embargo, estar parado con 31 años le afectó y en verano fichó por el Cesena, en una nueva aventura donde Mutu se podía erigir como líder. Y salvo una expulsión que le costó tres partidos por pegarse con su ex compañero Mattia Cassani en un partido contra la Fiorentina, Mutu se portó bien. 8 goles actuando como media punta eran una buena cifra para su nivel en ese momento, pero no fueron suficientes para que el Cesena se salvase.

La última aventura de Mutu hasta hoy tuvo lugar en la isla de Córcega. Allí, en el Ajaccio, Mutu jugó desde el verano de 2012 hasta hace tres días. Importantísimo en la salvación del curso pasado con 11 goles, se mostró al fin como un líder maduro en el campo, dejando de lado por primera vez su indisciplina. Incluso se mostró receptivo a adoptar un niño chino encontrado en un váter, manifestando públicamente su intención de cuidarlo, eso sí, sin dejar de lado su excentricidad, ya que dijo que si lo adoptaba era porque Dios se lo había pedido.

Esta temporada Mutu comenzó de nuevo como titular, pero el jugador de las mil caras aún tenía mucho que decir. En octubre, aprovechando una lesión, publicó en su perfil de Twitter que en enero se iría cedido por año y medio al Petrolul Ploiesti rumano porque era lo que él quería. Hace tres días el Ajaccio lo ha despedido, quedándose de momento libre.

Sin embargo, esta no ha sido la última “hazaña” del rumano. Tras ser sancionado en 2011 junto a Gabriel Tamas por irse de juerga mientras sus compañeros jugaban contra San Marino, Mutu volvió a la selección en 2012. Marcó un importante gol contra Hungría este año durante la fase de clasificación, pero mientras él estaba lesionado y sus compañeros se jugaban la repesca en noviembre de este pasado 2013, Mutu subió a la red una foto de su seleccionador Victor Piturca donde se mostraba al lado de Mr.Bean, una imagen que le ha conllevado al jugador de Arges la sanción de por vida, quedándose con 35 goles como internacional, los mismos que Gica Hagi.

Victor Piturca y Mr, Bean. La "obra" de arte de Mutu, que le ha costado una sanción vitalicia con la selección
periodistadigital.com

Seguramente conocemos pocas de las anécdotas del díscolo delantero, pero si hay una que en los últimos años se ha vuelto excesivamente famosa (sobre todo durante sus años en la Fiorentina) ha sido sobre el por qué de su falso nombre Andrei Murgu en la conocida saga de juegos de EA Sports FIFA. Conforme en años anteriores era habitual que muchos juegos no comprasen las licencias de todos los jugadores, en los últimos todos los nombres son reales. Todos menos uno. Andrei Murgu, Adrian Mutu. La razón es simple: tras su sanción, Adrian Mutu fue excluido de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro), la licencia que EA Sports renueva año tras año, por lo que su nombre no puede ser utilizado.

Mutu afronta hoy en día la última etapa de su carrera.

Ya no aparecerá más en el FIFA y no sumará más millones a los 50 movidos en traspasos durante su carrera, pero aún puede protagonizar alguna anécdota (esperemos que buena) más. Su nombre ha sido relacionado con Rácing de Avellaneda y Petrolul Ploiesti, sin embargo, él ha declarado hace unas horas tan sólo que le gustaría terminar su carrera en Florencia. Con Mario Gomez y Rossi lesionado, quizás el rumano, si tiene ganas, pueda exprimir sus últimas gotas de calidad. Ex compañeros suyos como Toni o Gilardino siguen dando clases en Italia aún hoy en día, y quizás Mutu se ha dado cuenta de que él aún está a tiempo. Nunca lo sabremos, porque aunque fiche y vuelva a jugar como él sabe, recordemos quien es. Adrian Mutu.

Adrian Mutu deja el fútbol.

El internacional rumano se retira a sus 36 años y tras encontrarse sin equipo desde septiembre, cuando el Petrolul Ploiesti le rescindía el contrato.

El anuncio, improvisado y a través de una llamada telefónica, se realizó en un programa de la televisión rumana Digi Sport Special. Mutu dijo que no quería "saber nada más de fútbol" y que se retiraba. Un triste final para un histórico del fútbol rumano y que ha jugado en grandes clubes del fútbol europeo.

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