domingo, 24 de julio de 2016

LA AGRESIVIDAD EN EL JUEGO (RUGBY)

La agresividad es una variable fundamental si hablamos de deporte de contacto, más aun en el rugby. Socialmente ser agresivo tiene una connotación negativa asociada. Sin embargo nosotros en el deporte debemos reconceptualizar este término para así poder trabajar con él, potenciarlo y entrenarlo.
Debe quedar claro que en ningún momento nos referimos a violencia ni juego sucio. Es clave operativizar “agresividad” con miras a poder definir el trabajo mental que nos acerque a esa forma de juego.

Agresividad en el rugby tiene que ver con intensidad, fuerza, empuje, y garra. Agresividad en Rugby tiene que ver con el combate. ¿Con qué otros elementos asocias tú la agresividad que demanda tu posición como jugadora de rugby?

Una vez redefinida la variable, es hora de llevarla al terreno de juego.
Cuando tienes esa predisposición, cualquier estimulo despierta intensidad de juego. Si éste es tu caso tan solo será cuestión de mantenerlo y aprender a regularlo. La intensidad, como todos los elementos mentales, también debe ser manejada de manera óptima incluso cuando ésta está por exceso. Un momento crítico o complicado de partido puede hacer que ese exceso de agresividad/intensidad mal o poco gestionada nos saque de partido, mermando mi rendimiento y por tanto, el de mi equipo.

Ahora bien; es bastante común encontrar a jugadoras con un alto grado de compromiso y motivación que demandan un trabajo personal en términos de agresividad. Muchos entrenadores también detectan la necesidad de trabajar esta variable tanto a nivel individual como a nivel de equipo.

Una vez definido qué es “ser agresivo” debemos delimitar cómo medir dicha variable. Todo elemento mental a trabajar debe poder ser medido.
Para ello podemos utilizar varias medidas: la escala Likert es una medida subjetiva y eficaz para trabajar este tipo de variables. Esta escala mide tanto el polo negativo como el positivo así como el neutral siendo, para este caso, 0 “nada intenso” y 10 “intensidad máxima”. La jugadora valorará la acción o ejercicio con un número de la escala en función de cómo ella haya percibido a nivel de agresividad durante la ejecución del ejercicio. Además la jugadora obtendrá una valoración (utilizando la misma escala Likert) por parte de la jugadora con la que interactúa durante el mismo. Esto nos irá dando una visión del progreso evolución de la jugadora.

Podemos también utilizar medidas objetivas de biofeedback: frecuencia cardiaca u otros niveles físicos si contamos con los recursos adecuados para su recogida.

LLEVÉMOSLO A LA PRACTICA

¿Cómo lo trabajamos?

Si la agresividad/combate como variable no está registrada dentro de su patrón de conductas, es complicado que ésta aparezca en su rol de jugadora, por ello esta variable se trabajará en el mayor número de situaciones posibles. No solo trabajaremos ejercicios específicos de rugby si no que llevaremos a cabo acciones indirectamente relacionadas con su posición y funciones. Esto garantiza una integración del concepto práctico dentro de su repertorio de conductas.

Estamos trabajando con una jugadora, hooker. Su posición y funciones demandan esa agresividad e intensidad tanto en juego estático como en dinámico:

1. Definimos exactamente la necesidad o demanda que tiene.

2. Trabajamos la parte cognitiva que afecta e interviene en la actitud agresiva. Elaboración de jerarquía con estímulos mentales que supongan un aliciente y palanca a la hora de ejecutar los ejercicios en este sentido (ejemplo: convocatoria selección, convocatoria partido fin…)

3. Delimitamos un sistema de evaluación que usaremos durante los ejercicios.

4. Diseñamos sesiones de trabajo en campo de juego: atacar, tackle, scrum, velocidad, bicicleta, carrera continua…así como juegos específicos para trabajar la variable.

5. Ejecución de las mismas mas evaluación continua.

La jugadora va identificando y subiendo el nivel de intensidad conforme vamos aumentando el número de repeticiones de cada tipo de ejercicio. Las sesiones específicas se intercalan con entrenamientos ordinarios. Hay un trabajo importantísimo de anclaje emocional respecto a las sensaciones experimentadas en evaluaciones altas (8 – 10 en escala likert).

A nivel experto la variable se trabajará de manera aislada, en iniciación esa agresividad necesita, además, de una mejora técnica que permita ser agresivo con conciencia y conocimiento y para eso…no hay otra que seguir entrenando fuerte, duro e intenso.

Autora: Daniela Perez Perez / Psicóloga Women´s Rugby Play

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