El sueño cumplido de los Juegos Olímpicos - La cordobesa es una de las integrantes más jóvenes de la delegación argentina de vela en Londres. En sus primeros Juegos, asegura que va a la capital inglesa pensando a futuro.
La espera y la preparación, compañeras íntimas e inseparables de los deportistas que participarán de los Juegos Olímpicos de Londres, van llegando a su fin. Horas de entrenamiento y de esfuerzo, jornadas enteras de soñar con los ojos abiertos ese momento en que se cumple un sueño, para muchos “el” sueño, se van acabando.
Llega la hora de la verdad para los representantes argentinos, la de llevar la celeste y blanca lo más lejos posible, lo más alto o lo más rápido que el físico les permita.
Una de esas soñadoras se llama Jazmín López Becker. La pequeña windsurfista de 1m70 de altura, no puede evitar que le brillen los ojos al hablar de los Juegos Olímpicos.
En su última semana de entrenamiento en Argentina y a punto de encarar los últimos 15 días de preparación en Inglaterra, la carlospacense destila simpatía, alegría y optimismo. Como si estuviese a punto de cumplir su sueño.
Con sus cabello rubio al viento y una sonrisa casi ininterrumpida, Jazmín comienza a desandar la historia de su sueño. “No tengo una fecha cierta en que haya arrancado a prepararme para esto. Fue todo un proceso que desembocó en los Juegos, desde comenzar a navegar hasta entrenar para los primeros campeonatos juveniles; eso me hizo clasificar para un Mundial mayor y me dio posibilidad de ir a los Panamericanos. Pero se puede decir que hace tres años se impuso esta idea de llegar a los Juegos”, cuenta.
–¿El windsurf para tu familia es una tradición?
–Sí. Mi papá lo hacía por hobby y siempre hubo tablas en casa. Yo empecé a los 13 en Optimist (una clase menor de vela) y después me enganché con la tabla. Mis hermanos también clasificaron a algunos mundiales. Es parte de nuestras vidas.
–¿Qué significó para vos esta clasificación?
–Primero, cumplir un sueño. Pero a la vez, llegar al objetivo planteado. Mis expectativas pasaban por clasificar a estos Juegos. Voy a ser la más chica de la flota en Londres, por lo que voy a tratar de sumar mucha experiencia en pos de la posibilidad de participar en los próximos Juegos, en Río 2016.
–¿Creés que lo humano va a ser tan grande como lo deportivo?
–Y... te diría que lo humano será más importante que lo deportivo. Un Juego Olímpico, en cuanto a competencia, es como el resto de los campeonatos. Las regatas, las reglas, los días de competencia; es todo igual. Lo que cambia es el entorno, la gente que va a estar ahí, la cantidad de gente de nuestro país apoyándote. Además todo lo que conllevan los Juegos: la inauguración, la convivencia en la villa... eso va a ser lo más importante.
–Te vas a cruzar con estrellas nacionales como “Manu” Ginóbili o Nalbandian ¿Te imaginaste cómo va a ser?
–Sí. Son emociones muy grandes. Nosotros vamos a estar un poco alejados porque Weymouth, donde se desarrolla nuestra competencia, no está en la sede misma de los Juegos, pero los días que estemos en Londres, está esa expectativa.
–¿Con qué deportista soñás encontrarte?
–Me llego a encontrar a Federer, ¡me muero! Y seguro va a estar en la fiesta inaugural como nosotros.
–¿Qué cosas te dolió más resignar por tu entrenamiento?
–Muchísimas. Pero son elecciones y por algo las hacemos. El viaje de estudios de la secundaria, cumpleaños de amigas, salidas con ellas, cumpleaños con la familia y muchas cosas así. Mi cumpleaños es el segundo año seguido que la paso sola en Inglaterra en un lugar gris que llueve mucho. Pero bueno, es parte de cumplir con nuestras metas.
–¿Cómo sigue tu vida después de Londres?
–Cuando termine los Juegos necesito un tiempo para mí, entre Panamericanos, Juegos Olímpicos y la facultad (estudia Arquitectura), estoy un poco saturada. Me tomaré un mes o algo más de descanso y ya después empezamos a plantear el futuro.
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