BOXEO URUGUAYO - Ya pasaron más de cuatro meses de que la Federación Uruguaya de Boxeo (FUB) fuera intervenida por el Estado y paradójicamente, la Comisión Directiva de (FUB) sigue dirigiendo al boxeo uruguayo y hasta anuncia que próximamente organizará un torneo internacional para celebrar los 100 años de vida institucional.
Todo indica que los festejos se realizarán sin tener en cuenta ni invitar a las otras dos instituciones que con personería jurídica actúan en Uruguay realizando eventos boxísticos, ellas son la Comisión Uruguaya de Boxeo Amateur y Profesional (CUBAP) y la Sociedad Uruguaya de Boxeo Olímpico (Subo). Aunque ya vencieron los plazos reglamentarios que obligan a FUB a llamar a elecciones para constituir nuevas autoridades, no hay fecha fijada para realizar la esperada votación.
Desde el anterior mandato de Tabaré Vázquez, se anunció que el Estado iba a ayudar y apoyar al boxeo uruguayo. Para ello implemento un programa llamado K.O. a las Drogas, que a la luz de los acontecimientos podemos afirmar que fracasó al poco tiempo de estar funcionando.
K.O. a las Drogas le repartió “migajas” a varios clubes que hasta hoy reciben más o menos $ 5.000 (cinco mil pesos por mes) para funcionar, les dio algunos implementos y la cosa quedó por allí no más. Quienes estamos dentro del mundillo del boxeo uruguayo, sabemos que no solucionaron nada, solo se maquilló una idea para mostrar ante la opinión pública que mediante el boxeo iban a sacar a muchos jóvenes del ocio y de la drogadicción. Decir o creer esto es un verdadero mamarracho, ningún adicto, aunque esté en recuperación puede dedicarse a boxear, no solo porque carece de coordinación físico-mental suficiente, además porque para boxear hay que estar sano y fuerte, de modo que cuando se reciban golpes no se corran riesgos irreparables, pues si no se tiene fortaleza física, anímica y moral, además de haber sido capacitado técnicamente, no es para nada recomendable boxear.
K.O. a las Drogas fracasó entre otras cosas porque sus autoridades no tenían -ni tienen- conocimientos cabales de nuestra disciplina. Este “error” cometido por el Estado para “apoyar” el boxeo no es lo peor que nos pudo pasar. Tampoco se apoyó a los promotores de boxeo para que realicen veladas profesionales, si la IMM los hubiera exonerado de los altísimos impuestos que les cobra, por lo menos hubiéramos podido ver algunas peleas profesionales con figuras internacionales en nuestro medio.
Al no existir tampoco ayuda para los promotores de boxeo, el único espectáculo de jerarquía fue ofrecido por Sampson Lewkowicz quien representando a nuestro compatriota Noé Gonzáles organizó un combate contra un mejicano, pelea que se realizó en el Palacio Peñarol.
Las otras peleas que organizaban Revertía Promocion y Amalla y Van Rell Producciones, fueron veladas híbridas donde por un problema de costos y falta de figuras se completaron con combates de boxeadores amateurs. Después el profesionalismo desapareció de escena en Montevideo. Durante 2014 en nuestra capital no hubo ni siquiera un combate profesional.
Es increíble que un promotor del prestigio internacional como lo tiene Sampson Lewkowicz, que es famoso y uruguayoy que ha sido manager y apoderado de los campeones del mundo Maravilla Martínez y de Many Pacquiao, no haya sido apoyado por su país para realizar espectáculos de jerarquía. Queda claro que no existió voluntad política para apoyar al boxeo, aunque vemos que los sponsords del Estado como Antel, Bco. de Seguros del Estado y otros, no solamente apoyan al fútbol, al tenis o al automovilismo, también apoyan a muchos artista extranjeros. Pero todo lo mencionado queda chico ante la gran omisión manifiesta por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) que no cumple en tiempo y forma con los otorgamientos de las Pensiones Graciables que por ley les corresponden a nuestros campeones sudamericanos de boxeo.
Si todos nuestros campeones sudamericanos hubiera cobrado en tiempo y forma sus pensiones graciables, hubiéramos contado con sus enseñas técnicas, que tanta falta hacen por la gran carencia de técnicos calificados, pues una gran parte de los que tenemos no tienen experiencia profesional internacional y ni siquiera fueron boxeadores amateurs. De las pensiones graciables puedo hablar con pleno conocimiento de causa, porque sé cuanto sufrimiento les costó a los campeones Luis Alberto Reyes, Héctor “Colorado” Corrales y a Jorge Soca, que les habilitaran el pago de sus haberes ganados por ley. Cuando Jorge Soca empezó a cobrarla la suya, ya estaba enfermo y falleció al poco tiempo, no alcanzó mucho a disfrutarla, se la tenían que haber dado mucho antes, pero la burocracia y la falta de sensibilidad lo perjudicó.
Ahora se la están negando al campeón sudamericano de 1961, Edmundo López, la Comisión Especial de Pensiones Graciables del MEC está integrada por el Sr. Nicolás Cetraro como delegado del Mrio. de Deporte, quien además es presidente de K.O. a las Drogas, pero hasta donde sé nunca defendió el legítimo derecho del campeón Edmundo López, para que el MEC lo habilitara pasando su solicitud al Poder Legislativo. A Edmundo López lo están chicaneando, a pesar de que saben que padece el mal de parkinson. Todos sabemos que estos cargos públicos, del MEC, los funcionarios de confianza (burócratas adulones) están para cuidar las arcas del gobierno, pero lamentamos que sean “más realistas que el Rey” y totalmente inhumanos.
El MEC pone toda clase de trabas para no reconocer que Edmundo López en 1961 fue campeón sudamericano, llegaron a decir que como él tenía solo 16 años cuando obtuvo el título, seguramente ese torneo era de juveniles, cuando todos sabemos que nunca hubo en Uruguay un torneo oficial ni sudamericano ni latinoamericano de juveniles, en aquel tiempo los menores de edad peleaban debidamente autorizados por la federación por la ficha médica que les realizaba un electroencefalograma y además con el permiso de sus padres o tutores para combatir.
Edmundo salió campeón sudamericano reuniendo todas las exigencias reglamentarias.Todos los boxeadores, instructores técnicos, entrenadores deportivos y público en general tienen que saber estas cosas para comprender mejor la situación actual del boxeo uruguayo. ¿Cómo vamos a trascender internacionalmente cuando en vez de apoyar al boxeo, desde el propio gobierno se obstruyen los derechos adquiridos por Ley?
Escribe, Carlos A. Marrero
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