Cómo murió Ringo Bonavena: a sangre tibia - El fusilamiento de Ringo cumplió con todos los clichés del peor cine o de la más cruda de las realidades. Por Redacción Día a Día año 2012. El fusilamiento de Ringo cumplió con todos los clichés del peor cine o de la más cruda de las realidades: después de reventarle el corazón, el asesino desayunó cereales con leche.
Así fueron los últimos días de Bonavena.
Los actores
Joe le taxi
Joe Conforte, siciliano de 53 años al momento del crimen, llegó a los Estados Unidos cuando tenía once y fue taxista hasta que descubrió que había negocios más lucrativos. En 1955 se mudó a Nevada, abrió un prostíbulo ilegal y cuando quiso comprar al fiscal del distrito lo metieron 22 meses en la cárcel. No se dio por vencido logró establecerse legalmente. Junto a su esposa, Sally Burguess, tomó el control del Mustang Bridge Ranch en 1967. En 2011 vivía en Brasil, país que no tiene covenio de extradición con los Estados Unidos de Norteamérica.
El tuerto
William Ross Brymer, de 32 años en 1976. En su prontuario constaban amenazas a una mujer (1966), posesión de narcóticos (1968) y asalto a mano armada. Era devotamente fiel a su jefe. Tenía un ojo de vidrio, ya que era ciego del ojo derecho. . El 27 de junio del 2000, Brymer fue hallado muerto en la casa de un amigo en la Well Avenue, de Reno. Tenía 55 años.
Mustang Sally
Sally Burguess Conforte, siciliana nacionalizada norteamericana como su esposo Joe, madre de tres hijos. Discapacitada de una pierna debido a un accidente automovilístico, canosa, regordeta, simpática y en edad de ser abuela, fue la piedra angular de celos poco claros entre Joe y Ringo. Se presume que aunque estaban separados de hecho, Sally tenía poder sobre los negocios y propiedades de Conforte. Sally Conforte murió en 1992.
Lasy Daisy
Cheryl Anne “Daisy” Rebideaux , 24 años. Luego de haber tenido un breve romance con Ross Brymer fue presentada a Bonavena por Sally. Se acordó un casamiento de conveniencia para que Oscar obtuviera su residencia en los Estados Unidos. Se casaron el 19 de febrero del 76. Ella desapareció poco tiempo después.
El escenario
El rancho del amor
A partir de 1971, el Mustang Ranch fue el primer prostíbulo legal del estado de Nevada y el más grande con 54 habitaciones. Las mujeres que trabajaban y vivían cobraban de 100 a 500 dólares por servicio, la casa se quedaba con el 50% y las trabajadoras eran revisadas periódicamente por médicos. Al principio no se aceptaba gente negra. Eran famosas las fiestas especiales para apostadores fuertes. Fue clausurado en 1999.
Ringo llega a Reno
El 26 de febrero del 76 le ganó por puntos a Billy Joiner, un “paquete” que tenía más derrotas que victorias. Fue la única vez que combatió en el “rancho del amor”. “Nunca me sentí tan mal en la vida –le contó a su ex-esposa, Dora-: la gente cenaba, se reía y nosotros nos peleábamos; sí, parecía el circo romano. Yo no quiero esto, quiero una pelea grande, en serio, no sé qué carajo hago acá”. Estaba séptimo en el ranking mundial y su manager Lorren Cassina pretendía otra de poca monta en Albuquerque, Nuevo México, Ringo dijo que no.
Cuando Oscar conoció a Sally
Pasaba mucho tiempo con ella. Era su manager oficial porque Joe no estaba habilitado por cuestiones legales. Se hicieron muy compinches. Muy. No ocultaban lo que parar ellos era amistad y para los otros algo más. Sally mostró un cariño muy especial para ese “chico grande” que la hacía reír. Su marido, diez años menor, siempre estaba ocupado. Oscar cometió un grave error: durante una fiesta dijo “Bienvenidos, espero que les guste mi lugar”. Conforte lo confrontó: “Con mi mujer hacé lo que quieras, pero no te metas en mi negocio”. Todas las propiedades estaban a nombre de Sally y eso puso al hincha de Huracán en el ojo de la tormenta.
El último nocaut del Tití
Conforte comenzó a pasar propiedades a su nombre, Sally se respaldó aún más en Ringo. Sábado 15 de mayo de 1976, fiesta inaugural del Mustang Ranch 3, al que se sumarían 72 chicas y máquinas tragamonedas. La entrada estaba prohibida a todo aquel que no llevara encima por lo menos 200 dólares. A eso de las cuatro de la mañana, Bonavena discutió con Willard Brymer, el matón de Conforte. No sólo habían compartido a Daisy, habían hecho guantes incluso. Oscar nunca bebió demasiado. Brymer lo hacía todo el tiempo. Como no podía ser de otra manera, el tuerto fue a dormir la mona sobre las baldosas. Conforte hizo echar a nuestro héroe, le prohibió la entrada y esa fue la señal que el tuerto estaba esperando.
El 16 de mayo, Willar fue al trailer de Oscar, destruyó todo y le quemó el pasaporte. Sally le entregó a Ringo un revólver y lo acompañó al consulado argentino en San Francisco para renovar el documento, con custodia policial por las llamadas amenazadoras. Según Juanita Restrepo, una empleada, el 19 de mayo Bonavena volvió al Mustang Ranch. Quería una copia de su contrato. Hubo empujones con el tuerto.
La lona de arena
“Ese viernes 21, Oscar me llamó; se le notaba muy preocupado –recuerda Dora Raffa, su viuda-. Es más: me rogó para que rezara por él. Me dijo que iba a tomar el avión el día de mi cumpleaños –yo cumplo el 23 de mayo- y que llegaría el lunes 24: quería ver por la tele una pelea de Muhammad Ali (venció a Richard Dunn por KOT en 5 en Munich, Alemania). Pero me aclaró que antes tenía una cosa que arreglar y que no le avisara a nadie, y mucho menos a sus hermanos, porque no quería preocupar a su gente. Por esa época solía llamarme hasta tres veces a la semana y siempre mandaba tarjetas, que hablaban de Dios y de nuestro amor. Estábamos separados, sí, pero siempre mantuvimos el vínculo”. En letra de escolar, una de las tarjetas que Dora guarda dice: “Muerto, estaré enterrado dentro de ti”.
Al finalizar la conversación, Bonavena salió en su Montecarlo marrón claro, rumbo al casino Harra’s. llegó apenas pasada la medianoche y jugó unos pocos billetes. Se dice que recibió una llamada mientras apostaba. Sábado 22 de mayo, alrededor de las seis, Ringo baja de su auto a los gritos. John Coletti, otro de los guardaespaldas de Conforte, lo detiene en la entrada del Mustang y le pide que se vaya. Suena un disparo.
Coletti gira y ve a Brymer con un fusil de caza a la altura de la cadera. Vuelve a girar para ver a Ringo en el medio de la calle. Vuelve hacia el vacío que deja el matón. Lo encuentra en la cocina del prostíbulo comiendo cereales con leche. “¿Por qué lo hiciste?”, le preguntó un empleado, Jim Peri. “Le dije que se quedara quieto. Metió la mano en la bota, tenía un arma. Entonces le tiré”, respondió con la boca llena. En la bota derecha de Ringo estaba el revólver que le había dado Sally. Ringo era zurdo.
Una bala capaz de parar un búfalo. ¿Una bala?
La bala que mató a Ringo era calibre 30-06 de plomo blando sin camisa de bronce, proyectiles prohibidos por la Convención de Ginebra desde la Primera Guerra Mundial. Una bala capaz de parar a un búfalo en seco. Cada cual tiene la bala que se merece. Él no se merecía menos.
Según la pericia balística el disparo fue realizado a 28 metros, entre unos barrotes de 8 centímetros por lo cual se estimó de una en un millón la probabilidad intencional de acierto. Se cree que el disparo mortal fue accidental o bien pudo haber partido de un arma similar pero desde otro lugar en similar ángulo de tiro. Brymer no podía portar armas pero esa prohibición no era extensiva a armas de caza. Lo condenaron a dos años pero quedó en libertad después de pagar una fianza de un cuarto de millón de dólares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario