Independiente, con una lección de fútbol y garra, derrotó a Racing por un claro 3 a 0 - El plantel de Independiente festeja con su hinchada la clara victoria que lograron sobre la “academia”, el eterno adversario.
Gustavo Rodríguez / grodriguez@lagaceta.com.ar Todos esperaron la reacción de la “academia”, algo que nunca llegó y el “rojo” se infló.
Independiente ganó el clásico soñado por un simpatizante de cualquier club.
El “rojo” venció a Racing por 3 a 0 dejando en claro que en el campo fue muy superior. Sigue siendo patrón en su campo, ya que en su estadio no pierde con el eterno rival desde hace 14 años. Y como si esto no fuera poco, le truncó a la “academia” su sueño de acercarse al lote de los punteros para pelear por el título.
¿Se puede pedir algo más?
No, sería un abuso. Pero al menos los simpatizantes de Independiente tendrán mucho tiempo para autoelogiarse por esta importante y resonante triunfo. Es que la victoria no sólo fue perfectamente justificaca, sino porque pudo haber sido con un resultado mucho más abultado.
El “rojo” empezó mejor, o mejor dicho, fue el único equipo del campo que se dio cuenta que estaba jugando un clásico y que, además de jugar bien, había que poner algo más. Martín Benítez abrió el marcador a los 32 minutos y Racing reaccionó de la peor manera. Entró en la desesperación y por eso fue expulsado Marcos Acuña.
Todos esperaron la reacción de la “academia”, algo que nunca llegó y el “rojo” se infló. Desperdició varias situaciones de gol hasta que Jesús Méndez amplió con un golazo de tiro libre y, por último, Diego Vera cerró el marcador y desató la locura en la mitad de Avellaneda.
A la hora de buscar una explicación al inobjetable triunfo vale la pena repasar las palabras de Benítez, una de las figuras de Independiente: “Estuvimos preciso, liquidamos el partido y supimos jugar el buen fútbol que se disputa en este club”. Demasiado claro y sincero también.
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