PROYECTOS CON EXITOS - Algo despertó la modorra en Río Gallegos, alrededor de la "Bola Naranja", acompañando a Hispano como por ejemplo San Miguel, entre otros, amantes de este hermoso juego que justamente fue creado para jugar en zonas como la patagonia, donde los largos inviernos dificultan el deporte al aire libre. Una ciudad de recuerdos muy buenos, de torneos locales y zonales, y una lucha permanente de los fanáticos del basquet, para que no se pierda, para que vuelva la competencia casi desaparecida.
Fotos Club San Miguel
Y poco a poco, se busca sembrar la semillita en el interior de los pibes santacruceños, para que éstos adopten el deporte de la naranja, y al parecer el camino retomado es positivo, porque algunos optaron por colocarse nuevamente los cortos, y sembrar.
Seguramente para la cosecha llevará mucho tiempo, habrá que tirar y tirar, una y otra vez, pero el ver otras instituciones incorporarse al circuito del basquet, la participación (vidriera-espejo) en Torneos Nacionales (Hispano), los buenos resultados en los juegos de La Araucanía, sin pensar en objetivos quizás inalcanzables, uno puede soñar que el basquet de Santa Cruz, en un futuro pueda tener una competencia importante, y con el solo echo de ver integrado el basquet competitivo en toda la provincia, los proyectos en ejecución, y otros que comienzan a desarrollarse, da libertad para soñar.
Comparto la nota realizada a
Santander, entrenador de la Selección Sub 17:
"La Generación Dorada es el mejor espejo para estos chicos"
Santander, el entrenador de la Selección Sub 17, analiza el futuro de los juveniles argentinos y sus esperanzas y limitaciones al respecto.
A. Becker, P. Macaroni, K. Farías y J. Podestá
Ante la inminente despedida de la mejor generación del básquet nacional de todos los tiempos, el proceso de renovación y detección de nuevos talentos comenzó con creces de cara al futuro. Silvio Santander, un apasionado por la formación y desarrollo de jóvenes talentos, dialogó con El Equipo, explicó los procesos que se utilizan para encontrar futuras figuras y dio un panorama sobre la actualidad de las divisiones inferiores.
El actual entrenador de Quimsa (Santiago del Estero) es uno de los máximos referentes en el proceso de desarrollo de juveniles del básquet argentino. Además de trabajar en la Liga Nacional, desempeña un rol paralelo como técnico de la Selección Argentina sub 17, con la cual consiguió el décimo puesto en el último Mundial en Dubai, donde los más chicos se midieron de igual a igual con las grandes potencias del mundo.
-¿Cuál es el nivel de las divisiones inferiores para el futuro del básquet nacional?
-En líneas generales hay un buen nivel, con chicos que tienen mucho talento para el futuro. El máximo problema es el de la talla, hay muy pocos jugadores altos, eso es lo que nos falta para estar a la altura de potencias europeas, por ejemplo.
-¿Cómo es el proceso de detección de talentos?
-Hay que recorrer el país. Explorar las ligas provinciales, los torneos regionales. Se mantienen vínculos de comunicación con los entrenadores de aquellos equipos que nos orientan constantemente. Hay que invitar a los chicos de físico más grande a jugar al básquet y formarlos.
-¿Hay alguna traba en este proceso?
-Sí, hay mucha teoría pero poca práctica. Falta un cuerpo técnico estable que se dedique a detectar talentos y a formar jóvenes. Falta organización para detectar promesas. Falta ir a las escuelas para ver a los más chicos. Es todo un desafío.
-¿Por qué los mejores jugadores casi siempre salen del interior?
-El deporte número uno en muchas provincias es el básquet. Siempre hubo un plan de búsqueda en el interior. Puede haber muchas promesas, hay que proponerse el desafío de incentivarlos.
-¿Cómo fue tu experiencia con la Selección Sub 17 en el Mundial de Dubai?
-Fue una experiencia muy buena. Fuimos con la idea de aportar al desarrollo de nuestros jugadores, y logramos el objetivo. Los chicos le jugaron de igual a igual a varias de las mejores selecciones del mundo y terminaron décimos.
-¿En qué te basaste para armar el equipo?
-Llevamos a los mejores del momento, a los que pueden ser el futuro de la Selección mayor. También pensamos en promover a los chicos, físicamente, más grandes: llevamos a dos chicos de 2.06 mts.
-Muchos de los chicos que fueron al Mundial de Dubai ya debutaron en la Liga Nacional…
-Si, muchos pegaron un salto de calidad y experiencia en poco tiempo. Es muy importante hablarles, ayudarlos a entender que todavía tienen un desarrollo incompleto. Hay que hablar mucho con ellos para que no se desesperen.
-¿Es bueno o malo que tengan como punto de referencia a la Generación Dorada?
-Es buenísimo, indudablemente. La Generación Dorada es el mejor espejo para estos chicos. La mentalidad, el compañerismo y el aporte de (Emanuel) Ginóbili, (Luis) Scola y compañía puede ser muy útil de acá a veinte o treinta años. Lo malo puede llegar a ser la comparación, no va a existir nunca una Generación Dorada como la que se acaba de ir, eso hay que entenderlo.
-¿Por qué te interesa tanto la formación de jóvenes?
-Yo vengo de la formación, pasé por todos los obstáculos. Es una pasión para mí. Me gusta formar y enseñar. Hoy trabajo en la Liga Nacional, que es un lugar de paso que me da laburo, pero cuando me retire pienso en volver a la formación y dedicarme de lleno a eso.
-¿Cómo ves a la Selección mayor a corto plazo luego de la Generación Dorada?
-Todavía está en proceso de conocimiento y adaptación. (Julio) Lamas y (Nicolás) Casalánguida realizaron trabajos estupendos con los muchachos que forman parte de esta Selección. Yo creo que va a explotar en uno o dos años, como mucho.
-¿Ves a alguna promesa argentina en la NBA dentro de algunos años?
-No me gusta dar nombres, pero sí, hay muchos grandes talentos a desarrollar, y estoy seguro que van a llegar a grandes cosas.
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