Matthysse le ganó a Provodnikov y sueña con pelear ante Mayweather o Pacquiao - El chubutense se impuso por puntos ante el ruso, que dio pelea a pesar de los golpes que recibió. Ahora, el argentino espera por Floyd o "el Pacman". ¿Se dará?
En una noche que pareció iba a ser gloriosa y luego generó incertidumbre, el chubutense Lucas Matthysse venció en un duelo de guerreros por puntos en fallo mayoritario al ruso Ruslan Provodnikov y aspira a medirse con el ganador de la magna pelea entre el estadounidense Floy Mayweather y el filipino Manny Pacquiao.
El patagónico (63,049 kilos), quien tuvo un desempeñó destacadísimo en la primera mitad del pleito y a lo largo de los 12 round prácticamente desfiguró a su inclaudicable adversario (63,276), sufrió en la segunda parte una considerable disminución en su rendimiento, lo que derivó en un resultado peligrosamente apretado, 115-113 en su favor en dos de las tarjetas, mientras que en la otra los números se frenaron en una paridad de 114.
El valor del triunfo es enorme porque se trató del combate entre superligeros que fue la atracción de la velada que se realizó en el Turning Stone Resort & Casino de la ciudad estadounidense de Verona y, fundamentalmente, de una virtual eliminatoria para aspirar a medirse con quien se imponga en el súper enfrentamiento del 2 de mayo en Las Vegas que protagonizarán Mayweather y Pacquiao.
El ex multicampeón mundial y actual promotor de boxeo, Oscar De la Hoya, ya había anticipado el 7 de abril último en una conferencia de prensa que ofreció en la ciudad de Buenos Aies que pretendía para Matthysse, una de las más rutilantes estrellas de su empresa, Golden Boy Promotion, la gran cita de su campaña en caso de que superara el durísimo escollo ruso y el intento por concretarla seguramente se hará.
Y el éxito del trelewense radicado en Junín dio la impresión de que se iba a consumar temprano y de un modo espléndido, dado que en el primer asalto le inflamó el pómulo izquierdo al siberiano y en el siguiente le provocó un corte importante en el párpado del mismo lado.
Por entonces Matthysse pasó de las palabras a los hechos y desarrolló el plan que había anunciado en esa conferencia de prensa porteña, porque evitó que la contienda se realizara en la corta y media distancia, pegó, con puntería, potencia y regularidad, y además boxeó, por lo que dejó en evidencia que sus virtudes de ninguna manera se limitan al rol de noqueador.
Capítulo tras capítulo en el rostro de Provodnikov se advertía el deterioro que causaban los golpes recibidos, pero ni por un instante se dio por vencido y exhibió una preparación física y una actitud por demás elogiable.
Pero en el octavo segmento el pleito cambió visiblemente porque Mathysse perdió consistencia, utilizó menos el jab de izquierda y, sobre todo, dejó de emplear la derecha, factores que permitieron la reacción del ruso, que transmitió la imagen de un tanque avasallante y se lanzó contra las matemáticas y en procura de la hazaña.
En el undécimo episodio hasta flaquearon las rodillas de Matthysse, pero todo concluyó en las tarjetas, en las que pravaleció el sureño, a quien sueños de los grandes no le faltan.
Por lo pronto, Matthysse, a los 32 años, dispone de palmarés conformado por 37 victorias, 34 de ellas antes del límite, y tres reveses.
En tanto, Provodnikov, de 31 años, totaliza 24 contiendas ganadas, 17 de ellas por nocaut, y cuatro perdidas.
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