Ginóbili le cerró la puerta a la Selección: "No me da el cuero" El mejor basquetbolista argentino de todos los tiempos aseguró que "la chance de estar" en los Juegos Olímpicos es "ínfima".
Compartir Compartir Autor: Emanuel Ginóbili, el mejor basquetbolista argentino de todos los tiempos, dejó casi cerrada la puerta para disputar los Juegos Olímpicos de Rio 2016 al manifestar que "la chance de estar es ínfima porque ya no me da el cuero".
A pesar que el entrenador Sergio Hernández dijo que no contaba con él para el Preolímpico de Monterrey, aunque guardaba alguna esperanza de verlo en Brasil, "Manu" consideró que esta chance es remota.
"La Selección es algo tan arraigado en mí que me cuesta cerrar el capítulo. Me encantaría mantener ese sueño vivo de jugar un Juego Olímpico, pero la realidad es que es ínfima la chance porque ya no me da el cuero", contó el escolta, que próximamente cumplirá 38 años y llegaría con 39 a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
En una entrevista concedida al diario La Nación, explicó que para cada partido tiene que "hacer un montón de cosas para llegar a la cancha" e indicó que le duele "todo".
"La competencia y el día a día perdió un poco el significado y si bien sigo apasionado cuando estoy adentro de la cancha, el básquet ya no es lo primero en mi lista de prioridades", afirmó.
Por ese motivo, sostuvo que "los dos o tres meses que tengo de vacaciones, más los dolores, hacen que la selección no sea mi prioridad".
"No me siento bien y no quiero ir a dar lástima ni ir a sufrir. La Selección es para pasarla bien, para dar todo lo que tenés y hoy por hoy no estoy en condiciones de hacer eso", aseveró.
Ginóbili, de San Antonio Spurs, ganador de cuatro títulos de la NBA, fue la figura en los dos grandes logros del seleccionado en la última década, la medalla de oro en Atenas 2004 y la de bronce en Beijing 2008.
En tanto, no participó del último Mundial de España 2014, a causa de una lesión en el tobillo derecho.
En tanto, coincidió con el capitán Luis Scola al afirmar que "hay que armar un proyecto a 10 o 20 años y sanear nuestro básquet para el futuro".
"Creo que está bueno que quedemos algunos de nosotros para que los jóvenes o los más nuevos o los que no tienen tanto roce de NBA, puedan ver algunas de las cosas que se hacían", dijo.
Por tal motivo, destacó la importancia de "ver cómo se mueve Luis (Scola) o cómo se maneja Pablo (Prigioni), que es un ejemplo tremendo", cerró.
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