EL DELANTERO DEL BARCELONA HABLA PARA MARCA

Messi: "No soy un chupón" La grandeza de Leo Messi dentro de un terreno de juego es incuestionable. Pero en las distancias cortas, el genio del balón del siglo XXI se muestra cercano, tímido y humano. Pese a lo que ha ganado, sus ansias por seguir aprendiendo y mejorar no tienen fin. Si a ello unimos su juventud, nos encontramos ante un personaje que parece no tener techo.

 

Pregunta. ¿Cuál es su primer recuerdo futbolístico?

Respuesta. Mis recuerdos son de muy pequeño, con tres o cuatro años jugando en un equipo en el barrio. Tengo imágenes de muy chiquito con el balón en los pies.

P. ¿Ahí en el barrio aprendió a evitar las patadas?

R. Desde pequeño tenía el mismo estilo y la misma manera de jugar. La verdad es que entonces no le di importancia a las patadas que me daban.

"Mi estilo es idéntico desde que era chico"

P. ¿Sus comienzos en el Barcelona son recuerdos felices o más bien amargos en esos años?

R. Las dos cosas. Por un lado, contento por lo que estaba viviendo en Barcelona, donde todo era nuevo para mí. Por otro, era complicado porque estaba lejos de mi gente. Empezaba de cero, desde amigos a compañeros. Además, al principio no pude jugar porque me lesioné y también hubo problemas con los papeles. El comienzo fue duro.

P. ¿Qué jugador ha tenido como modelo?

R. Siempre admiré a Aimar. Salió de River y me gustó cómo jugaba. Siempre le seguí.

P. ¿Se metían con usted porque era pequeño?

R. Nunca tuve ningún problema por mi estatura. Siempre era el más chiquito en el cole y en el fútbol.

P. No fue titular hasta que llegó al cadete con Tito. ¿Pensó en dejarlo todo?

R. No, eso nunca. Siempre pensé en seguir entrenando y trabajando en busca de mis sueños. Tuve la suerte de que cuando llegó Tito empecé a jugar y, a partir de ahí, cambió mi carrera en el fútbol base.

"Soy el más crítico de todos conmigo mismo"

P. ¿En qué ha cambiado Tito?

R. Es la misma persona que nos dirigió cuando era cadete. Entonces era pequeño y no recuerdo mucho, pero sigue siendo de la misma manera y nos trataba igual que ahora.

P. ¿Entonces ya jugaba de falso nueve?

R. El sistema era otro. Jugábamos con un punta y yo me situaba detrás de él, con otros dos abiertos en banda. Ya era mediapunta. No se puede decir que el falso delantero naciera allí, era otra forma de jugar.

P ¿Qué ha aportado el Barcelona a su esencia como jugador de fútbol?

R. Mi estilo de jugador siempre fue el mismo. Nunca lo busqué, pero ya de chiquito era ése. Lo que sí es cierto es que aprendí muchas cosas en el fútbol base. Aquí se trabajaba diferente, tocando la pelota y un sistema táctico. Yo venía de Argentina, donde no hacíamos nada de eso, porque allí todo era correr y poco más.

P. Ahora que se ha reencontrado con Cesc, ¿piensa que sigue jugando en el cadete?

R. Nos entendemos muy bien y nos conocemos. Es fácil entenderse con Cesc por su forma de juego e intentamos buscarnos tanto en los partidos como en los entrenamientos.

 

"Me cuido pero no me paso la vida en el gimnasio"

P. ¿Qué pensó de los elogios de Capello después de su debut en el Gamper?

R. Fue algo increíble lo que dijo. Es un técnico con una gran experiencia que había ganado muchas cosas en su carrera. Fue muy lindo que hablara así de mí.

P. Y cuando iba a jugar en Liga, no le dejaban por problemas con el pasaporte...

R. Fue un momento difícil y duro, aunque por suerte se solucionó rápido. Yo quería jugar, tenía la oportunidad de estar en el primer equipo y no me dejaban. No entendía por qué no podía jugar.

P. ¿Por qué Ronaldinho y Deco le mimaban tanto?

R. No lo sé. Desde el pirmer momento tuve la suerte de que estuvieran a mi lado. Les agradeceré toda la vida cómo se portaron conmigo, y también a Motta y Sylvinho.

"Ganar un Mundial es lo máximo, y si es en Brasil, aún más"

P. ¿Qué fue lo que le sucedió a ese equipo?

R. No sé muy bien qué pasó. Caímos en una semifinal de la Liga de Campeones con el Manchester United y perdimos un campeonato con el Real Madrid por diferencia de goles. No sé bien qué pasó, pero sí que nos sirvió para aprender y que no volviera a suceder.

P. ¿Ahora es líder de asistencias, antes era un chupón?

R. Nunca me he considerado un chupón aunque había gente que sí lo pensaba. Pero he ido creciendo y aprendiendo también de esas cosas que se decían con el fin de mejorar.

P. Usted recibe elogios constantemente. ¿Cómo se defiende de la vanidad y hasta qué punto es autocrítico?

R. Muchísmo. Soy el más crítico de todos conmigo mismo. Sé cuándo hice las cosas bien y cuándo mal. No necesito que nadie me lo diga. Sólo miro lo que yo hice en la cancha y no necesito saber nada más.

P. ¿Cuando coge el balón usted piensa lo que hace o le sale instintivamente?

R. Siempre intento buscar la mejor acción para ir a portería y las cosas van saliendo solas.

P. ¿Se prepara mucho físicamente musculando en el gimnasio?

R. Me cuido mis puntos débiles para intentar que no haya lesiones y seguir siempre al máximo nivel. Me cuido, pero tampoco me paso la vida dentro del gimnasio, no me gusta mucho.

P. ¿Futbolísticamente, qué le gustaría tener de Xavi?

R. Es un grandisimo jugador, con muchas cosas buenas. No te pierde una pelota, tiene una gran visión de juego, hace jugar a todo el equipo, maneja los tiempos de un partido... Tiene muchas cosas buenas como para elegir una sola.

P. ¿Y de Iniesta?

R. Los veo muy parecidos. Tal vez, Andrés tiene más facilidad de hacer gol llegando desde más atrás. Pero en el resto son iguales. Andrés también tiene visión de juego y cuando quiere, el equipo juega alrededor de él. Cuando están él y Xavi en el campo es muy difícil que el otro equipo tenga la pelota.

P. ¿Cómo es su vida en Argentina?

R. Nada especial. Me gusta estar con mi familia y con mi gente. Encerrarme en casa y estar con ellos o con los amigos. Es lo mismo que hago aquí, pero con más gente.

P. ¿Cómo se vive la crisis desde un sitio tan privilegiado como el suyo?

R. No estamos ajenos a todo lo que pasa en el mundo. Es verdad que somos unos privilegiados por vivir la situación que tenemos, pero sabemos lo que pasa a nuestro alrededor. Es algo que no nos gusta y nos afecta.

P. En muchos encuentros le vemos jugar más atrás y convertirse casi en un centrocampista. ¿Está cambiando su posición?

R. Depende de los partidos. Bajo para tener más contacto con la pelota e iniciar la jugada desde atrás conectándome con los medios. Pero siempre depende de cómo vaya el partido. Eso sí, no soy un centrocampista más, hago lo que necesita el equipo en cada momento.

P. Dicen que si pierde el partidillo de un entrenamiento, mejor no decirle nada. ¿Tan a pecho se lo toma?

R. Igual que cualquiera del vestuario. Los que pierden se calientan y eso es bueno para el grupo porque queremos ganar hasta en los entrenamientos. Y eso hace que tengamos el mismo hambre que al principio para conseguir los títulos.

P. ¿Está ocupando el puesto de líder después de la marcha de Guardiola?

R. Me siento de la misma manera que en otros años. Todos saben su rol y este grupo no necesita un líder por el tipo de personas que lo componen. Yo sigo haciendo el papel de siempre.

P. Argentina va mejor y a usted se le ve con más confianza, ¿qué ha cambiado?

R. Cambiaron los resultados. El ganar te da mucha más confianza y trabajas de otra manera.

P. ¿Sería una doble satisfacción ganar el Mundial en Brasil?

R. Ganar un Mundial, sea donde sea, es lo máximo. Y si es en Brasil, mucho más.

P. Da la sensación de que juega para la gloria, para algo superior compitiendo con Pelé y Maradona todos los días. ¿Es consciente de esto?

R. Yo intento superarme día a día. Si después la gente me compara con esos jugadores que fueron tan grandes y que se siguen nombrando hasta el día de hoy, es algo grandísimo y lindo. Pero yo intento superarme a mí mismo y al final de mi carrera ver lo que hice. Entonces, la gente que juzgue.

P. ¿Y si Thiago le sale de Rosario Central o de River?

R. No creo que eso llegue a pasar.

P. ¿Le aconsejaría ser futbolista?

R. Que sea lo que él quiera. Cuando crezca irá sabiendo lo que quiere y lo que elija estará bien para mí, para su mamá y para todos.