El Gúmer volvió a noquear - De la mano de Osvaldo Corro, liquidó a Dorrego en el primer round y sumó otra corona.
lunes, 29 de octubre de 2012 -
La emoción y el abrazo interminable con su entrenador de toda la vida, Osvaldo Corro -quien volvió a estar en su rincón tras estar distanciados un buen tiempo-, fueron la imagen perfecta de lo importante que significó para Gumersindo Carrasco (20-1-1; 14 nocauts; 66,600 kg) volver al triunfo, al nocaut, y conquistar el título welter Latino del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), al liquidar al bonaerense Daniel “Metralleta” Dorrego (31-4-1-1sd: 23 nocauts; 65,900), en el primer round, en la pelea estelar que se disputó en el Polideportivo Juan Domingo Ribosqui de Maipú, frente a una multitud.
El Gúmer cumplió con todo lo que prometió y dio un gran espectáculo, más allá de que la contienda duró apenas 1 minuto y 42 segundos. Porque eso fue lo que necesitó el Pitbull para despacharlo y hacerle morder la lona a Dorrego, que tiene un gran historial, pero llegó con muy poco de su nivel.
Surgieron algunas dudas sobre Carrasco en la previa. Es que no venía nada bien y hace un mes y veinte días dejó su invicto en Inglaterra, donde cayó por nocaut técnico en el cuarto asalto ante el londinense Lee Purdy.
Pese ello, el Gúmer no salió a probarlo a su rival. Le tiró su arsenal de entrada y le abrió la guardia con dos directos al rostro. Se mostró rápido y sólido.
Sus upper llegaron combinados, pero fue la derecha la que entró de lleno al rostro de Dorrego (otra le llegó a la nuca y “Metralleta” se quedó) y le siguió con dos a la cabeza, y el bonaerense fue al piso mal. Vino la cuenta de protección del árbitro Néstor Burgos, que le permitió hacer tiempo, pero igual no le alcanzaba.
Dorrego se quiso acomodar y Carrasco, con dos directos a la boca lo mandó otra vez al suelo. Burgos entendió que no tenía sentido seguir la pelea y decretó el nocaut técnico. Muy bien.
Una noche de reencuentros para Carrasco. El triunfo, la solidez y alguien que sabe, su DT Corro.
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