martes, 23 de octubre de 2012

BOCA-RIVER RIVER-BOCA

Fútbol de AFA - El clásico, el remedio - Si los prólogos victoriosos aparecen como inyección anímica, River y Boca llegarán con distintas cuotas de anemia futbolística al superclásico del domingo próximo en el Monumental, tras un año y medio sin un enfrentamiento oficial entre los dos grandes
Si Boca atravesó los últimos cuatro partidos con dos derrotas, cuyo sabor también se hizo extensivo a otros dos empates en La Bombonera, es el conjunto xeneize el que transita el peor momento en la previa.



Claro que el entrenador Julio César Falcioni, como escribano de la armadura futbolística, aparece como el fusible en el caso de una derrota, más allá que el cambio llegue al final del torneo Inicial.



Aún con elogios mediante de los dirigentes hacia el técnico, que en nada significan la firma de un cheque en blanco, Falcioni hace tiempo que no le encuentra la vuelta al equipo.



En River estará entonces el remedio a la anemia boquense, cuyo estado clínico está también afectado por virus y bacterias de los dominadores tribuneros que el presidente Daniel Angelici se resiste a combatir, síndrome que apareció tras el partido frente a Estudiantes.



Los nueve goles en dos victorias consecutivas llevaron oxígeno a un River que aparecía sofocado por la falta de fútbol con un entrenador que no encontraba la fórmula.



Arsenal y Godoy Cruz le devolvieron la sonrisa a Matías Almeyda por reverdecer del fútbol sostenido por los once jugadores de la banda roja.



Pero la falta de creatividad y los errores defensivos amalgamaron al último River, el que perdió con Quilmes en un partido aburrido.



No obstante el crédito de las dos victorias consecutivas, los nueve goles y, sobre todo, haber salido de la tan temida zona de descenso, una derrota en el Monumental, devolverá a Almeyda y sus dirigidos al limbo que el grupo transitaba hace tres semanas.



Se viene un clásico como no se daba desde el primer semestre de 2011, pero sin muestras de buen futbol. Ambos esperan encontrar el remedio ante el histórico rival.



DyN, por Jorge Neri

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