TIENE TODO LISTO PARA IR POR LA TRIPLE CORONA - “Sería una emoción inolvidable”, dijo en la antesala de su pelea con el filipino Nonino Donaire en el Madison. PorHoracio Pagani .
Esta de mañana será la pelea símbolo en la carrera de Omar Narváez, sin dudas. Porque más allá de su largo invicto de 35 victorias y dos empates, más allá de su título mundial mosca (OMB) y sus 16 defensas exitosas, récord del boxeo argentino, más allá de la consagración como campeón de los supermoscas y sus tres defensas, tendrá -a los 36 años- la oportunidad de lograr dos coronas de la categoría gallo. La del Consejo (CMB) y la de la OMB.
Las tiene ahora el filipino Nonito Donaire, de 28 años, radicado en California, alto, simpático, respetuoso, favorito de Bob Arum, legendario promotor de la Top Rank de los inolvidables tiempos de Tito Lectoure y sus aventuras con Galíndez y Martillo Roldán. Y esa pelea de la “triple corona” la protagonizarán Narvaéz y Nonito en el Madison Square Garden de Nueva York, nada menos. Un orgullo para cualquier boxeador del mundo.
Será en el estadio más pequeño del reinagurado complejo de la Séptima y 31 de Manhattan. Y el escenario aumenta el atractivo de un combate que tiene un valor superlativo para el chubutense.
Una gran delegación -comandada por Osvaldo Rivero- acompaña al campeón argentino. Su hijo Sebastián oficia de traductor, y están Jorge y Néstor Daniel, hermanos y ayudantes de Narváez y Alberto Andrada, entrenador y encargado del vendaje, el médico Franco De Turris y el preparador físico Peto Ruiz. También viajó Esteban Livera, el promotor del Luna Park. Toda la delegación está instalada en el hotel Affinia Manhattan, cerca del Madison. Y en el propio gimnasio del hotel completaba ayer su preparación el campeón supermosca OMB.
La enigmática y lluviosa Nueva York parecía el marco ideal para este responsable profesional que tras llegar a la consagración a los 27 años (tras una larga y exitosa carrera como aficionado) ya realizó 21 peleas por títulos mundiales. De la última, ante William Urina, en junio, en el Luna, le quedó una fractura en el dedo pulgar de la mano izquierda, ya recuperado. “Todavía tengo alguna molestia menor. Pero no me podía perder esta oportunidad”. Serio, responsable, siempre bien entrenado, explica la expectativa de su nuevo peso. “Estoy medio kilo arriba y como casi normalmente, sin sacrificios. Y eso vale mucho”. Habrá que ver cómo lo afecta en velocidad y potencia el salto de categoría. Donaire también fue campeón supermosca pero es más alto (unos 7 centímetros) y aspira a seguir escalando después del choque de mañana.
La última conferencia se realizó ayer en Gallaghers, un tradicional restaurante neoyorquino. Se tiraron “flores” mutuamente ante la mirada complaciente de Bob Arum.
Donaire nos había adelantado que no le preocupaba la condición de zurdo de Narváez. “Al principio me complicaban pero ya estoy acostumbrado”. Narváez habló respetuosamente de su adversario: “Lo estuve observando en videos pero esta es un oportunidad que no debo desaprovechar. Llegar a la triple corona sería para mí una emoción inolvidable”.
Quería darse el gusto de un desafío grande el argentino. Donaire figura como gran favorito. Pero se sabe de la inteligencia boxística de Narváez. Y de su astucia para elegir los modos de pelea. No le será fácil esta vez.
De todas formas le quedaría el consuelo de su título vigente. Porque él no arriesgará el suyo en la noche mágica del Madison Square Garden.
El titular mosca y supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el chubutense Omar Narváez, aseguró ayer que su “experiencia y posición de zurdo” pueden complicar de sobremanera a Nonito Donaire cuando se enfrenten mañana por los títulos gallo del CMB y de la OMB en poder del filipino, en la velada que tendrá como escenario el Madison Square Garden de Nueva York.
“Nonito es un gran boxeador, rápido, tiene potencia en sus puños y es muy inteligente, pero mi experiencia y mi posición de zurdo pueden complicarlo”, aseguró Narváez a Télam en la conferencia de prensa que se realizó en el primer piso del restaurante Gallaghers, a pocas cuadras del Central Park.
La velada fue anunciada a la prensa por el veterano empresario, abogado y promotor de boxeo Bob Arum, quien agradeció la presencia del púgil argentino en Nueva York, ciudad en la que combatirá por primera vez.
El combate se desarrollará alrededor de las 23.30 de mañana en la Argentina en el teatro WaMu del Madison Square Garden, otrora la Meca del Boxeo. La pelea será televisada en vivo por HBO.
“Me preparé como nunca para esta pelea. Me entrené mañana y tarde porque quiero llevarme el título para la Argentina. Además, todo boxeador sueña con pelear alguna vez en el Madison Square Garden”, resumió el “Huracán de Trelew”.
“Además, los favoritos potencian mi rendimiento. A Nonito lo conozco muy bien desde hace muchos años porque sigo sus peleas y estoy convencido de que puedo ganarle”, remarcó.
Narváez, imbatido en 37 peleas, de las cuales se impuso en 35 (18 por nocaut) y empató en 2 ocasiones, dijo también que no es de “hablar mucho”, que tiene “un bajo perfil” y que “sobre el ring” demuestra todo lo que puede y sabe hacer.
Asimismo, el púgil argentino manifestó sentirse “feliz por estar en Nueva York” y por ser la “primera vez” que peleará en el Madison.
“El evento del sábado será importantísimo para mi carrera porque es una gran ventana para mostrarme al mundo y a otros mercados donde todos los púgiles quieren llegar”, puntualizó.
“Voy a pelear con uno de los cinco mejores boxeadores del mundo, así que ahora no podrán decir que no voy a pelear con nadie”, expresó Narváez cuando se lo consultó acerca de si estaba molesto sobre aquellas personas que dijeron que no había combatido con ningún púgil importante.
“Por eso en ningún momento dudé cuando me ofrecieron el combate con Nonito Donaire y tampoco dudé en subir de peso, a una categoría superior, para pelear con él, porque conozco mis condiciones y sé lo que puedo dar”, admitió.
Finalmente, Narváez no quiso hablar sobre su futuro, pero sabe que de ganar mañana “llegarán mejores ofertas. Así que después veremos qué hacemos”, dijo antes de despedirse confiado en sus posibilidades y con muchas ganas de hacer historia en Estados Unidos.
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