SIGUE SIN BRUJULA VISITANTE - Con el solitario gol de Guillermo Roldán promediando el complemento, el “Cruzado” se quedó con un pobre partido que terminaba en empate. Los de Doria siguen en deuda fuera de casa, y en la próxima visitarán a Racing de Trelew.
Como si fuera una imposición, Huracán de Comodoro Rivadavia volvió a perder en calidad de visitante. En este caso ante Cruz del Sur, por la 7ª fecha del Argentino B, que concluyó su primera rueda.
El comienzo del encuentro le favoreció al local, que de la mano de su jugador diferente, Martín Asencio, llevaba peligro hacia el área rival. Justamente un centro del talentoso volante, tras una jugada preparada, encontró la cabeza de Diego Mansilla, que con un potente testazo casi abre la cuenta de no ser por la gran intervención de Adrián Arias.
A Huracán le costaba, no tenía la pelota y arriba estuvo un tanto desordenado en los primeros minutos, en los que le costó acomodarse en la cancha.
Sin embargo, cansinamente los de Víctor Doria le fueron encontrando la vuelta al asunto. Sambueza comenzó a tomar las riendas del equipo, junto a García y Mazzia que estuvieron sueltos por todo el frente de ataque.
Ya en el segundo cuarto de hora, el “Globo” tuvo dos chances netas de gol en los pies de García y Mazzia, que fallaron en la definición frente a Muñoz. Sobre el final, en otro par de contras, falló el pase final para llegar a la apertura del marcador.
El complemento arrancó favorable desde el trámite para Huracán, que controlaba la pelota y no pasaba sobresaltos en su propio campo.
A los 10 minutos, Sambueza se fue de cara al gol en una contra pero Muñoz se lo atajó. Sin embargo, lo peor fue que tras el pique, el volante se lesionó y abandonó el campo de juego con una fuerte contractura.
El partido estaba tranquilo para la vista, pero en una jugada que parecía aislada, Cruz del Sur abrió el marcador. El ingresado Maldonado la armó toda, envió el centro y el despeje corto fue impactado de primera intención por Guillermo Roldán, desde el borde del área, para clavarla en el ángulo de Arias. Un verdadero golazo.
Los de Comodoro sintieron el cimbronazo del tanto. Les costó hacer pie nuevamente y todo fue puro nervios, sin ideas. Doria mandó las modificaciones a la cancha y pasó a defender y atacar con tres, buscando un mayor empuje de su equipo, que no tuvo manejo ni claridad.
A los 37, el “Cruzado” tuvo la oportunidad de liquidarlo con un cabezazo de Zanel, tras un centro de Asencio. Huracán siguió buscando a los “ponchazos” pero nunca estuvo cerca de lograr la paridad, que por el trámite del partido era merecida. Diario Jornada
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