CON LOS MISMOS ONCE FUE OTRO EQUIPO - Deportivo Madryn, que pareció cambiar mucho en apenas unos días de trabajo, superó ayer claramente a Deportivo Roca –que falló un penal- por 3 a 0 y espera por su nuevo técnico, Julio Toresani, con una sonrisa y el ánimo renovado. Dos de Escudero y el restante de Apud completaron la goleada “aurinegra”. Además le descontó puntos a un rival directo en sus aspiraciones de ascender.
Deportivo Madryn en apenas tres días cambió tanto la cara que parecía otro equipo. ¿Qué pasó en ese tiempo? Quizás la mano del “profe” González, que se hizo cargo el martes, fue tan evidente que pudo modificar el rendimiento casi radicalmente en solo tres entrenamientos, ¿o bien los jugadores no entendían el mensaje del técnico saliente y en consecuencia nunca pudieron rendir de acuerdo a los pergaminos que cada uno cuelga en sus paredes hogareñas? Habrá preguntas que no tendrán respuestas. En todo caso, si la respuesta es que el técnico interino no tuvo que ver con ese cambio mostrado por el equipo en su conjunto ¿entonces que pasó antes que el equipo no producía como lo hizo ayer?
Si Madryn empieza a jugar de ahora en adelante como lo hizo ayer, es posible que su pasaje a la siguiente ronda lo abroche mucho antes que se cierre la fase clasificatoria.
Todos a correr
Galeano, Bona, Rivadeneira, Escudero, Ferrer jugaron un gran partido; entre ellos aparecieron sociedades futbolísticas que el equipo necesitaba y extrañaba, porque Madryn iba a ser eso cuando comenzó el torneo, un verdadero equipo con jugadores que desde lo individual construirían lo colectivo. Ayer pasó, de a ratos claro, algo de eso, porque es muy difícil sostener todo el juego un volumen de juego que asegure generar situaciones en cada inicio de ataque; además hay que tener en cuenta un dato: Madryn venía de hacer dos partidos en menos de 48 horas, con la derrota en Comodoro y la igualdad ante Brown. Desde ese lugar es muy complicado sostenerse físicamente y tolerar el ritmo de partido que Roca puede proponer y propuso.
Los “naranjas” siempre quieren jugar, lo intentan, provocan, generan, y ayer Madryn se le plantó como si nada hubiese pasado unos días antes y salvo por el arranque, el resto del partido el local prácticamente lo controló, manejó y cuando los “socios” se juntaron se armaron varias maniobras ofensivas que entusiasmaron a todos.
Así llegó el primer gol, a través de un pase profundo de Bona que Ferrer, tras recibir, desairó a su marcador y tocó suave para que Escudero abriera el marcador con remate rasante.
Roca, que arrancó bien, tuvo una situación favorable con Fernández que remató cerca del palo y un intento de emboquillada de Gelatini que Luque controló sin problemas.
Lo aseguró
El complemento fue bastante más de lo mismo, Madryn siguió no perdió la línea y encontró espacios para dominar a su rival y por eso no extrañó que llegara el segundo tanto, otra vez con un exquisito pase largo de Bona hacía Apud, que el bahiense controló y la clavó en medio del arco.
Roca, que tampoco perdía la línea, lateralizaba el juego pero no profundizaba y cuando lo hacía, Luque daba seguridad desde el arco quedándose con las intenciones roquenses.
Escudero, devenido en goleador, clavó contra un palo su segundo tanto personal y sentenció la historia del partido.
Después hubo alguna más en ambas áreas, pero el seguro Luque las impidió en el área aurinegra y Sand coartó alguna del local.
Luque, figura en la tarde, además se quedó con remate desde el punto penal del hasta ayer infalible Taborda; el arquero aurinegro estiró su humanidad sobre la derecha y sacó a un costado manteniendo su arco en cero.
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