viernes, 14 de octubre de 2011

JUEGOS PANAMERICANOS

PEINARSE PARA LA FOTO: GUADALAJARA 2011 - Guadalajara 2011 es la primera versión de un deporte nacional más y mejor financiado, con deportistas que asumen que llegan bien preparados y un cálculo estimado entre 15 y 17 medallas doradas para poder mejorar la ubicación de Río 2007; Por Marcelo Gantman.
con una trama cambiante: mostrar la realidad del deporte de un país. No es ficción aunque haya finales felices o desenlaces aterradores. Se trata de un documental sobre historias personales y grupales, bajo la misma bandera y en el mismo tiempo histórico.

Guadalajara 2011 comienza hoy con la participación de 482 atletas argentinos que tienen la intención de mejorar su ubicación en el medallero continental luego del octavo puesto en Río 2007. Las crónicas de la época describían un panorama desalentador para el deporte argentino en playas brasileñas por la falta de resultados y recurrentes problemas de planificación. El desconcierto fue total para un deporte argentino que en Atenas 2004 había vuelto a ganar medallas doradas en Juegos Olímpicos luego de 52 años. La Argentina deportiva estaba en medio de una transición de ciclos florecientes y otros que se cerraban y cierto desconocimiento de lo se suponía que habìa y en realidad no existía. El octavo puesto en el medallero de Rìo 2007 fue la fotografía de la frustración y la preocupación extrema de entrenadores a quienes no se oía y deportistas a los que se respetaba poco.

Cuatro años más tarde hay una sensación de que la situación es diferente. La renovación de autoridades en el Comité Olìmpico Argentino también incluyó un cambio de estilo y ahora todo es más dinámico y ejecutivo. La creación del Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENARD) trajo como principal capital una nueva forma de financiación para federaciones, equipos y deportistas que surjen de un impuesto del 1 por ciento de las facturas de los abonados a la telefonía móvil. En la estructura del ENARD , integrada por miembros del COA y la Secretaría de Deportes, contarán para fines de 2011 con un presupuesto de 150 millones de pesos para el alto rendimiento. Hay un protocolo elaborado para solicitar recursos que busca transparencia y velocidad en su ejecución, en un país en el que es habitual que un deportista se pague los gastos para que luego el Estado se lo devuelva "a los premios". Conviven así los tiempos deportivos, siempre urgentes, con los ritmos ministeriales, siempre en cámara lenta.

"Por primera vez en años el deporte argentino tiene plata. Eso es un avance...", se escuchaba de boca de deportistas y entrenadores hace dos semanas en Parque Norte, cuando se despidió a la delegación argentina. El apuntalamiento a ese concepto fue seguido por una idea que se instaló pronto en el imaginario de quienes siguen al detalle el deporte amateur: "Ahora no hay espacio para quejas ni victimizaciones por la falta de recursos. Eso ya quedó atrás...". Esa fue la oscilación permanente del deporte argentino en Panamericanos y Olímpicos de la última década: se gana por la garra y el talento y se pierde por la falta de recursos. Es decir, una manera elegante de no perder nunca. "Si ahora hay derrotas será porque los rivales fueron superiores fìsica y técnicamente", fue el mensaje coincidente de Gerardo Werthein, presidente del COA y Juan Curuchet, presidente de la Comisión de Atletas del COA y medallista olímpico en Pekín 2008. Una sintonía pretende ser alterada: usar el libro de quejas solamente en casos de extrema necesidad y justificación.

Panamericanos y Olímpicos suelen ser descriptos como contenedores de sueños e ilusiones de los atletas. Las aspiraciones de los deportistas, en ocasiones, son presentadas como meras representaciones oníricas de cuentos de hadas. Pero la realidad del deportista es más concreta: nadie gana una medalla dorada porque lo soñó la noche anterior. Tal vez el sueño motorice el trabajo de un deportista, pero el rigor del entrenamiento y la claridad de los objetivos serán el secreto de su éxito. Contrariamente a lo que se supone, los resultados deportivos son un cúmulo de certezas. Hablamos de deportistas amateurs, pero de alto rendimiento. Y cuando se compite en un nivel alto, aunque no se cobre por eso, o se cobre poco, las sorpresas no abundan.

"La alta competencia no debería producir sorpresas. El acceso al grupo selecto en un deporte no debería producirlas. En el alto rendimiento a veces gana un equipo, a veces otro y eso está bueno porque le da incertidumbre al deporte, pero todos los que llegan a ese tramo final saben para que están. En otras palabras: un equipo o un deportista saben si están para un podio o si están para el segundo pelotón de su competencia. Luego podrán salir primeros o terceros del podio o ubicarse quintos u octavos del segundo pelotón, pero sorpresas en el alto rendimiento, si se planificó bien, no tiene que haber...", comenta Carlos Siffredi, flamante gerente técnico del ENARD y ex Director de Alto Rendimiento de la Secretaría de Deporte. El ejemplo que utiliza es obvio y claro: "Un tipo como Michael Phelps sabe para que está en un Juego Olímpico y sus rivales también. Sorpresa sería que no cumplan su objetivo...". Ese caso se aplica en el deporte de alto rendimiento, profesional o amateur, en cualquier escala.

Cuando en los escenarios centrales de las competencias deportivas se produce una sorpresa, paradójicamente, eso habla de una falla en alguna parte del proceso. Puede darse la explosión de algún talento en ebullición y listo para el logro. Pero algo se hizo mal cuando no se pudo anticipar que un atleta podía hacer su mejor marca en un Mundial o en un Panamericano. Porque de eso se trata el deporte amateur, pero de alto rendimiento, cuando un país invierte en sus deportistas: tener las mayores certezas posibles para que los dineros utilizados, que no dejan de ser públicos, puedan ser justificados por logros y por procesos serios de trabajo.

Guadalajara 2011 es la primera versión de un deporte nacional más y mejor financiado, con deportistas que asumen que llegan bien preparados y un cálculo estimado entre 15 y 17 medallas doradas para poder mejorar la ubicación de Río 2007. Es un avance para un deporte argentino que todavía se debe una renovación dirigencial y una revoluciòn en sus estructuras. Las ideas de unos y los resultados de otros son los que marcan la diferencia entre peinarse para la foto o salir en ella por méritos propios.



En Guadalajara, la hora del despegue

Con mejor preparación y presupuesto, la Argentina aspira a subir dos escalones y llegar al sexto lugar de la clasificación; se espera conseguir entre 14 y 18 medallas doradas; Por Gastón Saiz / Enviado especial



GUADALAJARA.- "Sigo hasta el final y no me rindo, sueño con mi tierra y su calor, somos el amor de un continente. Y aunque seamos diferentes nos alumbra el mismo sol, a todos alumbra el mismo sol." La canción pegadiza que interpretan el mexicano Alejandro Fernández y el brasileño Seu Jorge es una de las melodías que ya envuelven a los Juegos Panamericanos, la cita que cada cuatro años alienta a la hermandad de América y que, al menos durante 17 días de competencia, intentará dar un placebo ante la violencia que azota a este país.

Guadalajara abraza con su calidez al certamen, un ensayo general de esta parte del mundo con proyección a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Las obras todavía continúan -la pista de atletismo fue homologada hace apenas unos días- y las contramarchas aparecieron puntualmente entre intereses políticos y problemas de infraestructura. "Van a ser unos grandes Juegos; no quiero decir que serán los mejores de la historia, pero ojalá que lo pueda afirmar en la clausura", deslizó Mario Vázquez Raña, presidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa).

En la "Perla del Occidente", tal como se denomina a este sitio del estado de Jalisco, y en las subsedes de Puerto Vallarta y Ciudad Guzmán, competirán 6003 atletas de 42 países en 36 disciplinas deportivas. Por supuesto, volverá a estar en juego la histórica rivalidad Estados Unidos-Cuba, un duelo para separarlo del resto.

En el contexto panamericano, la Argentina asistió a un retroceso sin pausas desde Mar del Plata 1995, donde finalizó en el cuarto lugar, con 40 medallas doradas, 45 de plata y 75 de bronce. En Winnipeg 99 ya cedió ante Brasil el cuarto puesto y su cosecha dorada se redujo a 25 medallas. En Santo Domingo 2003, la marcha atrás continuó (7° puesto, 16 de oro) y en Río de Janeiro 2007, la representación nacional cayó al octavo escalón, con apenas 11 primeros puestos.

A mediados de la década del 90 había recursos económicos y un plan integral, apuntado a un buen rendimiento en Mar del Plata 95. Se trabajó a conciencia en el desarrollo de varios deportes (remo, canotaje, boxeo) y aparecieron los resultados. Pero las políticas deportivas se fueron diluyendo y recibieron un golpe letal con el estallido del país en diciembre de 2001. Mayormente, los funcionarios encargados de guiar el deporte de alto rendimiento en la Argentina no pudieron recomponer la estructura y, para peor, varios responsables de las federaciones entorpecieron el camino de sus propios atletas con internas y disputas inconducentes. Frente a la desolación, los medios periodísticos comenzaron a narrar las odiseas de los deportistas en cuestiones logísticas y organizativas, como la vez que el remero Santiago Fernández durmió en un auto abandonado en Linz, bajo un intenso frío, porque los dirigentes no le habían reservado una habitación de hotel antes de un Mundial.

La gestión de Claudio Morresi al frente de la Secretaría de Deporte atravesó aquella etapa de carencias y sigue hasta hoy, en donde el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) entró en escena para financiar el deporte olímpico a partir de los impuestos en la telefonía celular. Aunque los dos organismos todavía no encontraron un total equilibrio, el efecto derrame benefició notoriamente a los atletas desde principios de 2010: el presupuesto se multiplicó y ellos sumaron giras, roce internacional, mejor equipamiento y la asistencia de técnicos y metodólogos. Hoy no se escuchan aquellos típicos lamentos de los protagonistas, justificados o no, que derivaban de una magra actuación.

Osvaldo Arsenio, director técnico deportivo de la Secretaría de Deporte, apunta: "Hemos trabajado juntamente con algunas federaciones para ampliar la base de los deportistas y contratamos entrenadores extranjeros; también hicimos importantes inversiones en equipamiento de última generación. Sacamos del letargo a disciplinas que hace cuatro o cinco años prácticamente habían desaparecido como la lucha, el nado sincronizado o el waterpolo". ¿Deberían verse los resultados en esta cita? Mario Moccia, secretario del Comité Olímpico Argentino, argumenta: "Estos Panamericanos nos permitirán saber dónde estamos parados y cuáles pueden ser nuestras perspectivas pensando en Londres 2012. Pero nuestro gran objetivo serán en Toronto 2014 [los Juegos Olímpicos de Invierno] y Río 2016, cuando tendremos cinco años de trabajo con el Enard".

Con este alentador escenario, la Argentina pretenderá subir el listón y colgarse entre 14 y 18 medallas. El cálculo que hizo el Comité Olímpico Argentino fue de 17 doradas, 15 de plata y 25 de bronce. Se descuenta la supremacía de Estados Unidos; con Cuba, Brasil y Canadá en la batalla por el segundo lugar del medallero, y la ventaja de México por su condición de local -figuraría 5°-, la representación celeste y blanca se entregará a la lucha por el sexto puesto en una parejísima contienda con Colombia y Venezuela. Se considerará un éxito global si la Argentina sube dos escalones respecto de Río 2007 y logra reinsertarse en el sexteto principal. Todo dependerá de que el talento y la astucia afloren ahora mismo, en Guadalajara 2011.

PARA TENER EN CUENTA

• 1

la cantidad de atletas que presentan Islas Vírgenes Británicas, Saint Kitts & Nevis, y Granada.



• 14

las disciplinas con plazas para Londres 2012.



• 60

es la edad de los Juegos, que debutaron en Buenos Aires 1951.



• 644

el total de deportistas de la delegación mexicana, la más numerosa.



• 1500

los controles antidoping que hará la Odepa.



• 11.000

los policías y soldados que se encargarán de la seguridad.



• 14.000

los kilómetros que recorrerá la antorcha.



• 700.000

el número de tickets en venta.



• 800.000

los turistas en Guadalajara durante los Juegos.



• 1,5 millones

los condones que repartirán las autoridades de salud entre turistas y atletas.



22,3 millones

los ingresos en dólares que se esperan por el turismo.

1343 millones

de dólares, el costo total previsto para la organización de los Juegos

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