Ya embarcados en el viaje de retorno a Mendoza –a donde llegarán el jueves– Jonathan Barros y su equipo –el entrenador Pablo Chacón y el profe Pablo Stahringer–, suspiraron tranquilos tras una semana de vivir con la adrenalina corriendo a destajo por sus venas y dijeron "misión cumplida" tras el triunfo sobre el japonés Satoshi Hosono, lo que le permite al Yoni ir por una nueva oportunidad mundialista contra el poseedor de la faja pluma de la FIB, el galés Lee Selby.
"Será en cuatro o cinco meses, según lo que se habló en Tokio entre los managers", adelantó el Relámpago, Pablo Chacón.
"Esto es como un sueño. Salió todo como lo planeamos. Sé que le gané bien y estaba tranquilo a la hora de las tarjetas", dijo Barros sobre el desenlace del pleito y con todo un país temiendo un despojo del triunfo por la vía de un fallo localista, el que amagó, pero no se concretó.
Analizado el pleito desde el rincón, Chacón comentó: "Por momentos Yoni dio una lección de boxeo. El peligro fue que el japonés (Hosono) aguantó todo y planteó una pelea sucia, incluso, cortándolo a Barros con un cabezazo", explicó satisfecho el entrenador del ex campeón mundial pluma AMB, que ahora va por la corona de esa división en la FIB.
"Vuelvo a Mendoza muy contento, pero ya estamos con la mente en Selby. No hay mucho lugar para relajarse. El objetivo es ser campeón mundial de nuevo y hasta ahí no paro", explicó Jonathan Barros desde la sala de preembarque del aeropuerto de Tokio, ya regresando a casa.
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