Germinal, tu grato nombre - Hoy decide si va al Argentino B. - Germinal decide hoy si participa de la edición 2013-2014 del
Torneo Argentino B de fútbol.
Hay argumentos, tanto para desistir de esa empresa como para seguir. La razón, indica que es un certamen financieramente inviable, con grandes costos y con pocas chances de ascender a una categoría superior, sobre todo si el club se encuentra en un mercado tan chato y deprimido y los sponsors a encontrar son una quimera.
Sin embargo, no existió ningún club que convocara un poco más de quinientos
hinchas que recorrieron casi mil kilómetros (de ida y vuelta) para ver a su
equipo como zafaba en una final de repechaje del descenso tan temido al Torneo
del Interior o Argentino C.
Siempre viviendo al borde de lo novelesco y con historias tormentosas, Germinal
es una metáfora de Rawson. Cada vez tiene más hinchas, pero su dirigencia da
una imagen de soledad. Haciendo números, esperando que el Estado, tanto
provincial como municipal, los ayude en un presupuesto flaco y con expectativas
escasas de hacer un torneo que permita el entusiasmo de su grey que lo sigue a
todos lados, pero que no se compromete con su vida institucional.
El club, que el próximo 3 de septiembre cumplirá 91 años de vida y que es el
único que nunca descendió en el fútbol local, provoca tantos amores y odios
como pocos; tanto adentro como afuera. Igual que a la ciudad que representa,
tiene potencialmente todo para ser más de lo que es, pero por circunstancias
variopintas, que rozan hasta lo cultural, no pega el salto de calidad que
alguna vez amenazó con hacerlo, pero que cayó a un abismo muy difícil de
recuperar. De ser factor medular de la creación de los Torneos Argentinos llegó
a un punto donde perdió todo su patrimonio en un remate. Una audaz jugada,
sumada a la bonhomía de los propietarios del predio, permitió que se creara una
Asociación Civil sin fines de lucro que posibilitó adueñarse de gran parte de
su complejo deportivo ubicado en el barrio Gregorio Mayo para cederlo,
nuevamente, al club de manera atemporal. Sin embargo, hoy esa Asociación,
denominada “Verde Esperanza” deambula en reorganizarse (ya que sus autoridades
tienen el mandato vencido) o perderse en la inacción y la intrascendencia.
Las luchas fraticidas le hicieron tanto o más mal que los goles que Cipolletti
o Ferro de General Pico, le propinaron en definiciones de torneos regionales
que hicieron historia, pero, que, lamentablemente, a Germinal lo tienen
prisionero de un pasado que tira para atrás.
Hoy están a las puertas de una definición trascendental en cuanto a materia
deportiva. Si sigue o se baja. No hay más tiempo. Se espera que la decisión sea
para dejar la nostalgia de lado y mirar para adelante. Sin fisuras ni miserias
humanas. Las que hacen daño en realidad y las que generan las derrotas por
goleada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario