30 RUGBIERS TRABAJAN

ASI SE RECUPERA UN PUMA AVERIADO - Cómo es el trabajo del cuerpo médico del equipo para poner en condiciones a cada uno de los jugadores tras cada partido. Por Santiago Dapelo. enviado especial.

DUNEDIN (De un enviado especial).- Era un ida y vuelta constante. A los 25 minutos, a los 36 y a los 38. La durísima batalla con los ingleses iba dejando soldados tirados en el campo de juego que debían ser atendidos. Ahí es cuando entraba en acción el staff médico, al mando de Guillermo Botto, a socorrerlos. Botto junto los kinesiólogos Maxi Marticorena y Lucas Toro son los encargados de sanar las heridas y recomponer los cuerpos.

El debut mundialista significó un esfuerzo físico titánico, que dejó un saldo negativo. La primera víctima fue Gonzalo Tiesi, que se quedó fuera del Mundial por un esguince de rodilla. Pero no fue el único. Felipe Contepomi sufrió un traumatismo condrocostal derecho y por segundo día consecutivo no se entrenó. Se estima que podría volver a jugar frente a Escocia. Ellos fueron los dos casos más graves, pero el partido con Inglaterra dejó también un tendal de golpeados que tuvieron que recibir un tratamiento especial.

Ahí entran en acción Botto, Marticorena y Toro. Apenas termina el partido se realiza un diagnóstico de cada uno de los jugadores y se los médica con antiinflamatorios y analgésicos. "Es un deporte de contacto, es lógico que haya golpeados", dice Botto.

Lo primero que hacen los rugbiers cuando finaliza el partido son los baños de calor y de frío. Se meten en piletas de hielo y a temperatura ambiente. "El día después, sólo pileta y sesión de masajes. Lo que hicimos fue pileta, masajes y después agarramos a los casos puntuales como Felipe [Contepomi], como Pato [Albacete] con la rodilla, lo mismo que Chips [Figallo] o Mario [Ledesma]", explica Marticorena .

Según remarcan los dos, pese a la intensidad del partido, a las 48 horas todos los jugadores estaban en condiciones de entrenar, salvo Tiesi y Contepomi. Una de las ventajas que se da en la Copa del Mundo es el tiempo de recuperación que existe entre partidos. El staff tiene una semana para trabajar sobre los golpeados. Los tiempos se aceleran; ya pasaron casi 72 horas y 28 de los 30 rugbiers trabajan sin problemas.