HACIA LA LAMBRETA POR 30 REALES - El nuevo crack de Brasil se hizo de abajo. Jugó en categorías amateurs paulistas y en la Serie C de su país. Sus goles y sus destrezas lo hicieron figura en Inter de Porto Alegre. Ahora se lo disputan Real Madrid, Barcelona y Manchester United.
Leandro Damião da Silva dos Santos conoce los rigores de jugar al fútbol por casi nada. Para engordar los bolsillos rotos y flacos de tiempos no tan lejanos, el crack del Inter de Porto Alegre llegó a jugar tres partidos en un mismo domingo, a cambio de 30 reales por cada uno, en el oeste de San Pablo. Se ponía las camisetas gastadas y sin número de equipos amateurs de esa zona, como Nostradamus o Tupycity. Cuando podía, inventaba jugadas de asombro. La "lambreta" que hizo frente a la Argentina, en Córdoba, ya formaba parte de su libreto. Y él ya la llamaba de ese modo.
Hubo un día en el que otro buscavidas le cambió el rumbo. Damião le contó al periodista Luiz Zini Pires, en Bola Dividida: "João Bosco es paulista, pero viaja mucho para Santa Catarina. Me vio jugar, le gusté y me hizo una propuesta. Me preguntó si no quería jugar en Indaial y ganar 100 reales por mes, más comida y alojamiento. Acepté rápido". Era un adolescente audaz este delantero de 22 años que, a poco más de un año de su debut en la máxima categoría, es pretendido por los clubes más importantes de Europa: Real Madrid, Barcelona y Manchester United lo tienen en su listado de prioridades. Los dirigentes del Inter de Porto Alegre saben que acertaron con su contratación: más allá de los goles (51 en 78 encuentros) y los títulos (el Campeonato Gaucho, la Copa Libertadores y la Recopa Sudamericana), su precio para una eventual transferencia aumenta todas las semanas.
En 2007, apareció otro personaje clave en su historia. Su padre le consiguió una oportunidad para que diera un nuevo salto: una prueba en Atlético de Ibirama, un equipo de la Primera División Catarinense. En los dos primeros años vivió de préstamo en préstamo: pasó por XV de Outubro, Marcilio Días y Cidade Azul. Tras jugar el Brasileirao de Serie C en 2008, su notable actuación en el Estadual de Santa Catarina de 2009 le abrió la puerta de un gigante brasileño: Inter de Porto Alegre. También en el Colorado se hizo desde abajo: arrancó en el equipo B, sumó goles con destrezas y su aparición en el equipo principal no tardó en llegar.
Su juego lo describió José David López, de El Enganche: "Potente para desenvolverse con espacios, veloz para aprovechar las contras, versátil porque sabe salir de zona y sacar a su marcador y, sobre todo, un fenomenal rematador. Incontables registros a la hora de definir acompañados de un enorme talento técnico, lo que le permite sacar todo su potencial en situaciones inaccesibles. Está en un momento de forma increíble que, por otra parte, premia una carrera muy corta pero llena de sobresaltos hasta alcanzar un éxito que ya posee a nivel nacional y que pronto, muy pronto, le llevará a ser intocable en la selección pentacampeona". En poco tiempo -apenas más de una temporada como profesional- consiguió transformarse en una estrella que brilla y que se cotiza como tal. Luis Anapio, vicepresidente del Inter de Porto Alegre, sostiene: "Justifica los millones que vale en cada partido que juega". Lo sabe, por ejemplo, cualquier hincha y/o jugador de Independiente: Damião fue la causa principal para que la reciente Recopa Sudamericana se quedara en territorio brasileño.
Mano Menezes, un especialista en las categorías del Ascenso brasileño, ya había escuchado hablar de él. Y las actuaciones de Damião en el Inter corroboraron aquellas impresiones. Por eso, el entrenador lo convocó al seleccionado verdeamarelo. Debutó en marzo (frente a Escocia en Londres) y lleva un gol en cuatro encuentros. También una lambreta que generó aplausos en el Mario Kempes de Córdoba -sí, aplausos argentinos- y que se paseó por el mundo repartiendo asombros. Los medios de Madrid repiten que debería ser parte del plantel de José Mourinho; en los diarios de Barcelona los hinchas culés indican que sería un nuevo lujo al lado de Lionel Messi.
Incluso se generaron discusiones y contrapuntos respecto del nombre de la jugada. ¿Una bicicleta? Sergio Saturno -ex delantero de Huracán y de Boca; exponente de esa jugada- dijo que no. ¿Una marianela? Parece que tampoco. Damião la explicó a su modo, tras el partido frente a la Argentina: "La pueden llamar lambreta...Desde chico que hago eso. Es una jugada en la que uno va para adelante y es muy buena; cuando la necesito, la tengo. Lástima que no fue gol". La "lambreta" es una moto pequeña, como un scooter. Alguna vez, en la película "Evasión o victoria" (conocida como "Escape a la victoria" en la Argentina) Osvaldo Ardiles hizo una pirueta muy similar. Pero los defensores -a diferencia de Emiliano Papa ante Damião- eran extras y estaban guionados.
En el último agosto, el periodista Eduardo Barraza le preguntó al protagonista cómo hizo para pasar en tan poco tiempo de los partidos de 30 reales a este Damiao que parece capaz de cualquier fantasía y de mil goles. El delantero respondió: "Todo lo que he estado recibiendo se debe al gran esfuerzo que hice. No me gusta pensar en el futuro, prefiero vivir el presente. Inter es mi regalo y quiero dejar que lo que suceda en el futuro sea obra de Dios. Voy a luchar de la misma manera y seguiré siendo feliz de ser reconocido el trabajo". También por esa constancia, este crack al que poco le pagaban es de ahora y para siempre un fundador, El Rey de la Lambreta.
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