LA DINAMICA DE LO IMPENSADO - Dante Panzeri murió hace más de 24 años, el 14 de abril de 1978, a días del inicio del Mundial ’78. No llegó a ver ese campeonato, al que se oponía rotundamente. Afirmaba, no sin razón, que sería utilizado políticamente por el Proceso de Reorganización Nacional, en el cenit de su escalada de horror por ese entonces. No era su primer enfrentamiento con las dictaduras argentinas: en 1962 decidió irse de Editorial Atlántida entre otras cosas por presiones del ya nefasto Alvaro Alsogaray.
Pero por suerte de Panzeri nos quedan sus libros (Burguesía y gangsterismo en el deporte y Fútbol, dinámica de lo impensado, prácticamente inconseguibles hoy en día) y cientos de artículos con su sello para El Gráfico, Satiricón, Así y los diarios Crónica y La Prensa. Es justamente ese legado el que queremos rescatar aquí, aunque sea en una ínfima parte.
El 28 de octubre de 1961 el afamado Santos de Pelé jugó un amistoso con el campeón argentino, Racing Club de Avellaneda, en cancha de Huracán, batiéndolo por 4-2. En esa ocasión el gran Dante escribió una especie de oda al Rey Pelé, que reproducimos aquí. Para disfrutar.
En fútbol todo es posible. Firmado: Pelé.
Organiza. Realiza. Premedita. Improvisa. Inicia. Concreta. Dribbla. Economiza. Shotea. Cabecea. Ataca. Defiende. Pivotea. Obstruye. Habilidoso. Inteligente. Talentoso. Joven (21 años). Futbolísticamente maduro (“ve” donde pocos ven, tiene “panorama” de lo que pasa donde él no está). Veloz como un sprinter. Pausado como un estratega. Astuto. Recio donde hay que ser recio. Prestidigitador con la pelota. Sutil y malabarista. Duro y chocador cuando hace falta. Estrella excluyente en cualquier equipo que integre, sea el Santos o la selección brasileña. Pero al mismo tiempo generoso para brindarse como peón. Podría jugar muy bien como eje que haga girar a otros. Prefiere hacerlo mejor: es eje y satélite. Las vedettes que como él producen el fútbol de cuando en cuando son blandas; él es vedette siendo duro, yendo “a las brasas” del área, buscando volver a donde encontró rudezas. Soportándolas. Y devolviéndolas también. Porque juega CON GANAS. LO SIENTE.
Todo eso lo reúne Pelé, además de dos piernas y una cabeza diestras y maduras. Hábiles y talentosas. Sincronizadas. Concepción y ejecución. Todo eso es posible para Pelé.
Todo eso es Pelé, el seguramente más extraordinario y completo futbolista del mundo en estos momentos.
Buenos Aires gustó de la delicia de un fútbol así, de un futbolista así de excepcional, la noche del jueves 28 en cancha de Huracán.
Más fácil que decir qué es Pelé, resultó determinar qué le falta a Pelé. Ser blanco, puesto que es negro. De haber sido blanco sólo le faltaría ser negro.
Futbolísticamente lo tiene todo. Lo puede todo.
Pelé en una cancha de fútbol es fútbol hecho placer. Placer de genialidades, que todas son posibles en Pelé, el sin metáfora fenómeno Pelé. La existencia de Edson Arantes do Nascimento en el fútbol es un fenómeno en el capricho de la creación humana para el fútbol. Los hay pocos en el medio siglo del fútbol organizado. Poquísimos: Orth, en Europa Central; Matthews, en las islas británicas. Pedernera, en América del Sur… Pelé para todo el mundo en la actualidad.
Dante Panzeri, El Gráfico, 4 de octubre de 1961
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