Cultura
y Fútbol: Libro fotográfico, “Amén”, el fútbol en África - Jessica Hilltout (fotógrafa belga) estaba en Pacasse
(Mozambique) cuando se detuvo en un pueblo, localizó a un entrenador de fútbol
y pactó habló con él. Organizaron un partido entre el Inha Vento, equipo local,
y sus vecinos, los jugadores del Barcelona.
El termómetro marcaba 35 grados y a la fotógrafa le
sorprendió que los jugadores del Barcelona llegaran a pie, vestidos con enormes
abrigos de lona, con sombreros similares a los de los esquimales.
“Me di cuenta de que estaban imitando a los equipos ingleses,
por ejemplo, que llegan al terreno de juego en el medio del invierno con eses
atuendo”.
“En África, el fútbol no es una religión. Pero es todo lo
que una religión debe ser. Cada aldea en África tiene un templo al aire libre
con porterías en los extremos opuestos y seguidores devotos en el centro. Y
como todo lo que es verdaderamente precioso, es una necesidad, como el pan y el
agua. Amen. Así sea”.
De estas palabras del libro escrito por Ian Brower, nace el
título deAmen, el proyecto que se hizo serie fotográfica y que vio la luz en
formato de libro.
En tiempos mundialistas (2010), durante ocho meses, la
fotógrafa belga Jessica Hilltout recorrió el sur y suroeste de África en un
viejo escarabajo, pasando por Mozambique, Ghana, Sudáfrica o Togo. Llevaba una
Hasselblad, una lente de 80 milímetros, su medidor de luz, una pequeña cámara
digital, una impresora y, por supuesto, un stock de pelotas desinfladas.
Cada fotografía implicaba una especie de contrato de
confianza. Los chicos que aparecen fotografiados debían conocer la filosofía
del proyecto y después, decidían si querían o no formar parte.
Jessica pasaba cuatro días a la semana en los pueblos
africanos. Localizaba a un profesor, un amigo o a un antiguo futbolista que
ejerciera de anfitrión para retratar a los pibes.
En un libro de viaje, anotaba sus nombres, los equipos en
los que jugaban. Entre las anécdotas, también el esfuerzo que supone a los
jóvenes futbolistas enfrentarse con sus rivales. Como equipo visitante, los
partidos suelen ser a las cuatro de la madrugada, a kilómetros de distancia de
su pueblo y con estancias de más de cinco días fuera de sus casas.
Así nació entonces Amén, una serie fotográfica y un libro
que muestra los balones hechos a mano con los que los niños juegan en el
continente africano, pequeñas joyas, elaboradas con medias viejas, bolsas de
plástico o cuerdas, que atestiguan de manera casi antropológica el amor por el
fútbol.
“Queríamos demostrar que ese deporte existe todavía de una
forma muy pura. En África, el fútbol no es sólo una pasión, es una necesidad,
uno de los elementos esenciales de la vida”.
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