San Lorenzo, más convencido que un Instituto en crisis - Doblete de Bueno. El uruguayo marcó dos goles que le dieron tranquilidad a los de Boedo de cara a la revancha. Instituto no tuvo respuestas, aunque aún sueña con otra oportunidad.
En el primer duelo de menesterosos, ganó 2 a 0 San Lorenzo, a priori el más obligado, el más amenazado. Y perdió Instituto, al que parece írsele el sueño de un ascenso que lo acompañó durante tantos meses, y que en poquitos días se le ha evaporado.
Fue una lucha incesante en el primer tiempo. Hubo fricción casi sin golpes y poco margen para el juego. En la Gloria volvía a quedar desposeído Videla por falta de compañía. A su frente, la dupla Ortigoza y Kalinski repetía la acción depredadora de Carabajal y Navarro del domingo pasado.
Los dos “5” mordieron lo que pudieron en el centro de la cancha y ayudaron a que Tellechea y Buffarini controlaran a sus adversarios de sector. Así Instituto, sin el aporte habitual de Encina y el “ni fu ni fa” permanente de Canever, sólo insinuaba en la generación de juego a través del coscoíno. Arriba, era escaso el aporte de los tres delanteros.
Quedaba por ver cuál iba a ser la reacción de Instituto ante un contragolpe azulgrana. En realidad, San Lorenzo había llegado en la etapa inicial con un cabezazo de Bueno en el travesaño y un remate peligroso de Ortigoza.
Luego de pasar un par de sustos por un remate de Videla, que controló, y un centro de Lagos que sacó Alvarado al córner casi abajo del travesaño, Migliore empezó a sentir tranquilidad cuando notó que el esfuerzo permanente de Bueno y de su compatriota Salgueiro, al luchar todos los balones, no sólo terminaba en esa acción sino que se extendía a la red y por partida doble en los pies del primer uruguayo.
Con una decisión que tuvo todo su equipo, Bueno metió un derechazo y luego un cabezazo con los que selló el resultado, y tal vez esta confrontación a dos partidos.
Luego de los goles, Darío Franco acudió a los cambios que nada cambiaron. Entraron Moreno y Gagliardi, y la Gloria siguió siendo un conjunto de voluntades impotentes para elaborar al menos una jugada coordinada. El equipo insistió con centros o con alguna incursión aislada e individual que siempre quedaba trunca en el borde del área. Tras los aciertos de Bueno, el resto del trámite pareció estar de más. San Lorenzo suavizó sus dramas con una victoria tal vez mucho más cómoda que la pensada, e Instituto terminó esforzándose en creer que el domingo el destino le puede ofrecer otra gran oportunidad.
La clave. San Lorenzo pudo desarticular cualquier intento de generación de juego de Instituto. El medio campo fue el centro de las acciones, en las que predominó la lucha y la falta de ideas. Los hombres de Caruso Lombardi no tuvieron grandes problemas en controlar las maniobras forzadas de La Gloria. Con Videla en desventaja numérica frente a los dos volantes centrales azulgranas, y sin laderos que tuvieran
alguna iniciativa por sí mismos, los de adelante tuvieron poco contacto con la pelota y escaso protagonismo expusieron en el área de Migliore. Atrás de Videla y delante de Sills trabajaron los uruguayos Bueno y Salgueiro, artífices con su esfuerzo y goles de la victoria de los de Boedo.
Formaciones:
Instituto: Julio Chiarini; Osvaldo Barsottini, Juan Ignacio Sills, Lucas Bustos; Raúl Damiani, Ezequiel Videla, Franco Canever; Hernán Encina; Nicolás López Macri, Paulo Dybala y Diego Lagos. Director técnico: Darío Franco.
San Lorenzo: Pablo Migliore; Damián Martínez, Pablo Alvarado, Nicolás Bianchi Arce, Walter Kannemann; Julio Buffarini, Néstor Ortigoza, Enzo Kalinski, Emiliano Telechea; Juan Manuel Salgueiro y Carlos Bueno. Director técnico: Ricardo Caruso Lombardi.
Goles: ST, 2m Bueno (SL) y 16m Bueno (SL).
Cambios: 13m Alejandro Gagliardi (4) por Bustos (I), 16m M. Moreno por López Macri (I), 26m Emiliano Tellechea por J. Palomino (SL), 26m E. Gigliotti por Bueno (SL) y 37m L. Romagnoli por Salgueiro (SL).
Amonestaciones: Sills, Encina (I), Alvarado y Kannemann (SL).
Cancha: Instituto.
Ocupación: 95 por ciento.
Campo: regular.
Árbitro: Néstor Pitana (bien).
El uno x uno de Instituto
Chiarini. Solvente. No pudo evitar los goles.
Barsottini. Perdió algunas veces con los delanteros; poca salida desde su sector.
Sills. Se proyectó cuando pudo. Irregular en la marca.
Bustos. Indeciso para darle destino al balón.
Damiani. Esforzado. Poco aportó en el ataque.
Videla. Fue el único que ganó regularmente en el mano a mano con los rivales.
Canever. No trascendió ni atacando ni defendiendo.
Encina. Perdido en acción.
López Macri. No desbordó nunca.
Dybala. No participó en ninguna jugada de peligro.
Lagos. Apareció poco.
Gagliardi. Sólo esfuerzo.
Moreno. No aportó nada.
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