Depo: fin de un ciclo - El DT, jugadores y hasta dirigentes se irían. ¿Y ahora? Sin ascenso, se cierra un trabajo de tres años.
VILLA MARÍA, CÓRBOBA (Walter Rodríguez, enviado especial).- Como si fuera una película cuyo mal final se vuelve recurrente. Como si la instantánea soñada y deseada de una felicidad plena vestida de naranja, sólo fuera parte de una imaginación vaga y sin sustento.
Lo peor de todo es que esta historia no fue espejismo futbolero. Estuvo tan cerca de ser real, que resulta difícil comprender cómo se pudo escurrir entre los dedos. No es nada lo que se pierde comparado con todo lo que costará volver.
Una y otra vez, y el destino que mira hacia otro lado en el momento menos indicado. Ya no queda más lugar en el cuero para otra cicatriz. ¿O sí?
Esto mismo se preguntaba Deportivo Roca hace un año cuando perdía la reválida ante el mismo equipo que el domingo volvió a frustrar el desembarco del Naranja en el Argentino A. Aquella vez hubo fuerzas para volver a intentarlo. Se soportó el tedio de una larguísima fase regular de 28 fechas, jugando cuatro veces con cada uno de los rivales, y más.
El equipo osciló en el tobogán de la motivación, pero cuando los porotos grandes volvieron a estar en juego, el equipo apareció en su real dimensión y una nueva final volvió a llamar a su puerta. Pero Roca sólo la entreabrió y la gloria eligió otro destino una vez más.
¿El último apaga la luz?
La línea que separa el presente y el futuro era (es) tan frágil que el último domingo aquí, el futuro de Roca se decidía en 90 minutos. Si ganaba, la continuidad del cuerpo técnico encabezado por Ricardo Pancaldo estaba asegurada, la mayoría de los jugadores iban a permanecer en el club aceptando el desafío de jugar en una categoría superior y la subcomisión de fútbol que tanto hizo, tendría su premio.
Pero el empate que se registró en la plaza Ocampo y que aseguró la permanencia de Alumni, significó el fin de un proceso para Roca, y lo que es más angustiante: no se sabe lo que puede llegar a pasar en el futuro.
Después del partido, Pancaldo dio a entender que su ciclo en el club había llegado a su fin. Con la salida del DT santafesino también emigrarían buena parte de los jugadores que estuvieron bajo su mandato en estas últimas tres temporadas. Algunos de ellos piden a gritos un salto de categoría.
Además, si aún subiendo al Argentino A los componentes de la subcomisión de fútbol encabezados por Mario Castillo y José Cervera había puesto en duda su continuidad en el club, esta nueva frustración terminaría de minar sus fuerzas.
Difícil tarea tendrá ahora la cúpula de Deportivo Roca que comanda Jorge Escaris, titular naranja desde principio de este año y cuya llegada puso fin a la crisis institucional que vivió el club cuando se planteó la renovación de autoridades. Nuevos dirigentes, nueva fuerza, ¿nuevo proyecto?
La actual CD decidió en su momento darle un empuje a la gestión de Pancaldo, quien había puesto en duda su continuidad durante aquella incertidumbre dirigencial. Ahora deberá crear su propia criatura si es que finalmente el DT santafesino confirma su partida.
Resta saber para qué estará Roca en el próximo Argentino B, que esta vez tendrá más equipos en la zona patagónica dado el ascenso de Independiente de Neuquén y el descenso de la CAI de Comodoro Rivadavia.
Tardarán en secarse las lágrimas, la herida no se cerrará así nomás. El Depo recuperó al menos en este tiempo, la identidad que creía perdida y volvió a ser protagonista.
El orgullo naranja salió del ostracismo y ya no resulta un esfuerzo ver camisetas del Depo luciendo por la ciudad. Todo esto se logró en un ciclo de tres años. Ojalá que sea el principio de algo y no el triste telón de una historia a la que sólo le faltó un buen final.
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