GODOY VENCIO A BALDOMIR - El Tata Baldomir no es ni por asomo el que le ganó hace seis años a Zab Judah, pero es de esos boxeadores con el cartel de "campeón eterno".
La demostración en el Ruca Che se dio cuando caminó hacia el cuadrilátero y recibió una ovación mucho más ruidosa y prolongada que la Billi Godoy, el crédito local.
Después falló, cobró, canchereó y perdió. Así y todo, fue una visita lujosa para la zona. En medio de tanto boxeador de escaso nivel y de veladas aburridas, su presencia conmovió y está claro que si entraron más de 4.000 personas al estadio, fue por él.
A lo largo de los diez asaltos, el Tata no sólo soportó el castigo de Billi, sino que también tuvo "otra pelea", de miradas cómplices, con Osvaldo Rivero, el promotor cercano al campeón neuquino. Uno, viejo zorro arriba del ring. El otro, viejo zorro en el ring side.
Al término del segundo round, cuando tuvo a maltraer a Godoy, el veterano santafesino se sentó en su banquito, localizó al Negro y le tiró una combinación de aquellas: guiño de ojo izquierdo y mirada pícara. Rivero respondió con un movimiento de manos, como diciendo "aflojá un poco".
Fue "el" momento del ex monarca, pero nunca pudo repetirlo con la misma intensidad. Sí siguieron las miradas y los gestos, pero el boxeo lo puso Billi, que tildó un ítem que suele ser fundamental para alguien que pretende ser campeón mundial: vencer a un gladiador. (Cristian Helou)
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