SE DIO UN GRAN GUSTO - El local manejó el partido de principio a fin. Leo Gutiérrez fue la gran figura con 21 puntos y 7 rebotes. Mar del Plata. Corresponsalía - 28/03/12
La sed de títulos no se apaga en Peñarol, equipo copero si los hay en el último tiempo. Bicampeón de la Liga Nacional y con dos títulos en la Liga de las Américas (2008 y 2010), el conjunto marplatense celebró con otro doblete: el del Torneo Interligas, ya que había levantado el trofeo en 2010. Fue victoria por 88-75 sobre Pinheiros de Brasil. De principio a fin, el equipo argentino manejó el partido y festejó por segunda vez en la temporada (ya se quedó con el Súper 8). Intratable.
Luego de un primer cuarto con imprecisiones y algunas pérdidas de balón, el Milrayitas se acomodó en el resultado y finalizó arriba en el marcador. Importante fue el segundo parcial, en el que consiguió una ventaja de nueve puntos (se fue con 12 al entretiempo), para jugar con tranquilidad en la etapa final. Determinante la labor de Leonardo Gutiérrez en el tiro externo (finalizó con 21 puntos y 7 rebotes), la conducción de Facundo Campazzo, la presencia de Martín Leiva, que impuso respeto en la pintura y la aparición de Marcos Mata para aportar lo suyo en el aro (8 puntos en ese periodo). Encontró la llave del partido cuando se dispuso a jugar a lo que sabe: tiros a distancia e intensidad defensiva. La misma tónica se mantuvo en el inicio del tercer periodo, en el que estiró la ventaja desde el principio y luego supo mantenerla para cerrar con comodidad el match al ritmo de su gente, que gritó el dale campeón desde varios minutos antes de la finalización.
“Jugamos muy bien, lo planteamos bien, sabiendo que teníamos que hacer un partido inteligente. Tuvimos efectividad en el primer tiempo, sobre todo en el tiro a distancia”, analizó Leo Gutiérrez, elegido el MVP del certamen, como en 2010.
“Estamos muy contentos porque pudimos ganar uno de los objetivos antes de jugar los playoffs”, agregó Facundo Campazzo, de gran primer tiempo, sobre todo borrando a Juan Pablo Figueroa, base del conjunto verdeamarelo.
Para llegar a la consagración, el equipo de Sergio Hernández aplastó 91-54 a Baurú, le ganó con comodidad a Paulistano 68-56, y se sacó la mufa ante Obras, al que derrotó por 94-86 tras haber caído en los cuatro cruces anteriores.
Se viene la recta final de la temporada, en la que buscará el tricampeonato. Jugará por tercera vez consecutiva en cuartos de final y contará con el regreso de Nicolás Lauría, recuperado de un esguince. “Llegamos bien, tuvimos tiempo para entrenar, ponernos a punto y mejorar en la defensa, que era el punto más bajo”, se animó Gutiérrez.
Todos se anotan para ponerle el cascabel al equipo marplatense, casi inexpugnable por donde se lo mire ¿Podrán derribar el imperio Milrayita?
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