jueves, 29 de marzo de 2012

EL NARANJA SUMO SU TERCERA CAIDA

El fútbol de Roca no aparece y sólo acumula derrotas - Ante Boca, y en el Maiolino, sumó su tercera caída seguida. Clasificarse cinco fechas antes está afectando demasiado al Deportivo Roca. Tanto como para encender ciertas alarmas futbolísticas. Anoche, en el Maiolino, jugó mal y perdió ante Boca de Río Gallegos (1-0), un equipo al que parece no encontrarle la vuelta nunca sea cual sea la instancia de campeonato. Foto club roca

Con la de ayer el Depo encadenó su tercera derrota consecutiva, tras las caídas ante Deportivo Madryn (3-1) y Maronese (3-1). Demasiado para un equipo con aspiraciones de ascenso, más allá de que todo esto ocurra con el pasaje a la segunda ronda ya asegurado.

Sin juego

El problema es el mal juego del equipo de Ricardo Pancaldo, algo que no parece tener relación con el hecho de jugar por nada, por decirlo de alguna manera. En verdad, nunca se juega por nada y estas derrotas pueden tener un alto precio en el futuro inmediato.

Anoche, Roca no generó juego. Sólo cuando aparecían Leandro Puig y Maxi Prioreschi se vio algo, pero fueron apariciones individuales en un equipo acostumbrado al juego colectivo. No hubo proyecciones interesantes de los laterales, entonces Cristian Taborda, ese goleador implacable que tiene el Naranja, no tuvo chances.

Un remate de Fernando Fernández, a los 17 minutos, que se fue cerca y un cabezazo de Mauro Goette fueron las acciones más peligrosas de Roca en el primer tiempo.

Siempre de contra

¿Y Boca? Lo de siempre: aguerridos y compactos en defensa, pero muy veloces cuando recuperan la pelota. Buenos relevos y peligrosas proyecciones de las bandas. Sin juego asociado, su mayor virtud ofensiva fue la capacidad para contragolpear.

Y de contra fue que lo ganó. A los seis minutos del segundo tiempo, una veloz réplica tras una recuperación del balón terminó en un fuerte remate de Gonzalo Movio. El arquero Darío Sand dio rebote y lo capitalizó Gastón Cozzoni: gol y triunfo.

Pancaldo mandó al campo a Brosso por Acosta, Emiliano López por Luna y Federico Liguori por Prioreschi. Terminó atacando con cinco jugadores, pero nada cambió. Sólo más confusión.

Boca, que se llevó los tres puntos del Maiolino con una formación con más de medio equipo formado con suplentes, se replegó aún más y ya no hubo forma de quebrarlo. El futuro dirá qué tan caras son estas derrotas. Pero todavía faltan dos partidos con "nada" en juego.

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