EMPATARON SIN GOLES PRIMER CHICO - Sin goles terminó este primer “chico” que había reunido singular expectativa porque de ambos lados se reconocía que la exigencia iba a ser muy grande. Y realmente fue así para los dirigidos por Carlos Del Pópolo, que luego de un desgastante viaje de más de 1.300 kilómetros, respondieron físicamente muy bien y, en varios pasajes, con el buen fútbol que ha caracterizado el andar ganador de este representante alvearense.
La estrategia visitante pasó por mantener el orden, a cualquier precio o en cualquier momento del partido. De todos modos, el arranque del cotejo mostró a Alvear FBC con buenas proyecciones de Llamos, gran movilidad de Rosiere y Gómez, lo que hizo que esté más en apuros el arco defendido por Escobar que por Alomo.
Newbery, que sin dudas sintió la ausencia de sus dos carrileros, Cristian Nieto y Antonio Todoro, se mostró sin juego de equipo alguno. Quedó muy largo entre los que defendían y los que atacaban, fundamentalmente porque no buscaron otra variante que la del pelotazo para los de arriba que, en todo momento, fueron neutralizados por el fondo pampeano.
Uno de los ejemplos claros de que Alvear hizo mejor las cosas que su rival, no sólo estuvo en negarle cualquier situación de riesgo a las intenciones comodorenses, sino que de contra tuvieron una buena entre Rosiere y “Palomo” Gómez, que conectó un cabezazo entrando al área y la pelota pegó en el travesaño y se fue afuera.
Quebrado en su juego, sin forma alguna de que entren en acción sus atacantes, caso Aynol, Gallego o D’Augero, sobre los que teníamos muy buenas referencias, los de Murúa se fueron al vestuario tratando de encontrarle la vuelta a ese planteo ordenado del rival, pero a partir de un principio fundamental en estas estrategias que fue defenderse, pero con la pelota, con el control de la misma.
El complemento fue distinto, porque Newbery salió a buscar la victoria, como sea. Los miles de hinchas que colmaron el estadio también jugaron “su partido”, pero siempre dentro de un trámite normal, algo que vale remarcar, ya que se temía por un ambiente muy “caliente” que decididamente no existió.
Desde el arranque, un disparo de Godoy generó la primera respuesta de Alomo. Y, a partir de esa acción del volante central local, se fueron generando situaciones en el área defendida por los alvearenses, no de ahogo futbolístico insostenible, pero presión que hizo que Alvear tenga que recurrir a un gran esfuerzo de las líneas de contención para evitar la caída de su arco.
Aynol, que es un muy buen enganche, aunque hoy con intermitencias, también fue uno de los que probó la resistencia de Alomo, que no se cansó de confirmar que está cada vez más sólido en el arco azul.
Por suerte, el viento sureño, que suele ser muy influyente en este lugar del país, no visitó la “Madriguera”, como la llaman al estadio del Newbery. Igualmente la cancha se inclinó para el lado del arco donde estaba Alomo, por la búsqueda local y también porque en fallos discutidos, siempre el dedo del árbitro bahiense señaló para el campo azul.
Creció enormemente la figura de Urreaga junto a la del arquero alvearense, pero también de contra siguió siendo valioso lo del “Palomo” Gómez que, ante la salida de Rosiere, decididamente quedó como único punta.
No fue fácil la tarde para el goleador azul, porque tuvo dos centrales con toda la experiencia y la capacidad física para buscar controlarlo, especialmente Carlos Amado que, por algo se lo define como el referente máximo que tiene el equipo chubutense.
Del Pópolo movió bien el banco, ya que los relevos (Chiattalino y Espíndola) entraron bien en el partido y no sólo ayudaron para defender sino que le dieron algo más de compañía a la solitaria lucha del “Palomo” Gómez. Justamente Chiattalino tuvo una buena cuando el partido entraba en los cinco minutos finales, con un disparo que pegó en los caños del arco local, ya en un momento del encuentro en que el Newbery había bajado notablemente el “pie del acelerador” y se había resignado a que no haría goles.
Alvear fue cerrando de esa forma un trabajo inteligente, pero a partir de un gran esfuerzo físico, ya que se enfrentó a un equipo de gran despliegue, que se prende en todas las que le propongan, mezclando capacidad física para ir a pelotas divididas o para meterle velocidad a sus ofensivas.
Ahora habrá que ver qué pasa en el “Volcán” del barrio Pacífico, el escenario elegido por el club pampeano para jugar la revancha y allí, ya sin margen para otra cosa, tratar de derrotar a este Jorge Newbery que es definido como un peso pesado de la categoría, y por lo tanto no hay que pensar que ya está dominado, ni mucho menos.
FOTOS: Gentileza de Diario El Patagónico
FUENTE: DIARIO LA REFORMA - GENERAL PICO
El “Aeronauta” voló bajito en casa y tendrá que despegar de visitante
No tuvo juego, sobre todo en el primer tiempo, y no le alcanzó con la levantada en el complemento. El rival fue ordenado y batallador, y obtuvo un importante resultado en Comodoro Rivadavia. La revancha se jugará el próximo fin de semana en General Pico, en cancha de Cultural Argentino.
Jorge Newbery no pudo encontrarle la vuelta a Alvear FC, con quien empató sin goles como local en el barrio 9 de Julio, y ahora deberá buscar la victoria fuera de casa, en la revancha correspondiente a las semifinales del Torneo del Interior que se desarrollará en el campo de juego de Cultural Argentino de General Pico.
El “Aeronauta” estuvo atado en la etapa inicial, donde no llegó a crear una ocasión clara de gol ante un rival que casi abre el marcador a los 17’, con un cabezazo de Julio Gómez que pasó rozando el travesaño.
Apenas los desbordes de Martín Gallego generaron desequilibrio en el dueño de casa, pero la visita se plantó ordenada. Los pampeanos demostraron ser un equipo con oficio y anularon al conjunto de Luis Murúa en el primer tiempo.
El complemento encontró a un Newbery más punzante y a un Alvear decididamente replegado, con su arquero Raúl Alomo ofreciendo seguridad a la hora de cortar centros y tapar un par de pelotas decisivas, como un remate cruzado y rasante de Gallego y un cabezazo bajo de Pablo Costi.
No ofreció mucho más el elenco comodorense, más allá de sus intenciones. Ni los ingresos de Juan Tello y Alexis Contreras lograron cambiar la historia.
Inclusive, Alvear terminó mejor, con un zurdazo en comba de Emilio Chiattellino que pegó en el horizontal y un fuerte disparo de Lucas Canciani que se fue por muy poco.
La serie está abierta, más que nunca. Ahora que conoce al rival, a Newbery le queda trabajar en la semana para plantear un partido inteligente en La Pampa, donde Alvear seguramente presentará un juego menos austero.
Ecos de vestuario
Carlos Amado (defensor de Newbery)
“Me voy triste porque teníamos que hacer la diferencia, aunque sea de un gol, pero bueno, estamos haciendo buenos partidos de visitante y espero que el próximo domingo no sea la excepción. Estamos sólidos en el fondo, pero tenemos que mejorar un poquito en el medio y tratar de aprovechar la velocidad que tenemos adelante. Ojalá, Dios y la Virgen quieran que podamos dar el batacazo en La Pampa. Nuestro primer tiempo fue el peor que pudimos haber jugado, pero así y todo nos fuimos con el cero en nuestro arco y eso nos da esperanzas”.
Nelson Jara (defensor de Newbery)
“Lo importante es que no nos convirtieron y que la llave está abierta. Creo que allá lo podemos revertir. En el primer tiempo nos faltó mucho juego, porque los delanteros corrieron más para defender que para atacar y eso se notó. En el segundo mejoramos, llegamos bien, pero no la pudimos embocar. La ansiedad y el nerviosismo jugaron mucho, sobre todo en el primer tiempo.
Raúl Alomo (arquero de Alvear)
“Nos llevamos un resultado muy importante, porque no es fácil jugar en esta cancha con un rival que tiene un gran equipo. Por suerte, nos plantamos bien y cuando ellos atacaron supimos aguantar. Tuvimos una defensa sólida y ordenada. Igual no nos tenemos que confiar, porque quedan 90 minutos y la serie está para cualquiera de los dos”.
FUENTE: DIARIO EL PATAGONICO - COMODORO RIVADAVIA
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