En encuentro correspondiente a la décima fecha de la zona 1 del Torneo Argentino B, Deportivo Madryn logró un justiciero triunfo por lo demostrado en los noventa minutos de juego.
Si bien los últimos cinco minutos, los dirigidos por Gambini “acorralaron” al “aurinegro” en adyacencias del arco defendido por Luque, fue a los “ponchazos” y no por un esquema de juego definido.
Claro. Nada de esto hubiera pasado, si los dirigidos por Julio Toresani hubieran aprovechado las enormes ocasiones de gol que tuvieron a su favor y que dejó en “alerta amarilla” la falta de definición de muchos de sus jugadores. Lo importante es lo que se intentó, porque para tener chances de goles hay que fabricarlas y en este caso, Deportivo Madryn lo hizo de manera continua. Importante movimiento de sus laterales, esforzado trabajo del medio campo y un consistente trabajo de los centrales, dieron pautas que se está trabajando a conciencia en las últimas semanas.
Desde el comienzo mismo del juego, Galeano fue artífice de las acciones complotándose con el andar de Asprilla que desechó su extraordinario trabajo por las puntas, con la falta de culminación de las jugadas.
En la primera fracción y antes de los 23 minutos de juego, nada hacía presagiar que Deportivo Madryn iba a quedar abajo en el marcador. Apud en dos ocasiones (una de ellas solo frente al arco), Ferrer de espaldas (se terminó lesionando) y el ingresado Aguilera tuvieron sus posibilidades.
Todos apoyados por un enorme trabajo de Escudero y Bona en mitad de campo que proveían de juego constante a sus compañeros.
Pero sería Albornoz, el ex Gimnasia y Esgrima de La Plata, que aprovecharía el rebote corto generado por Luque (tapado por compañeros y rivales), para abrir el marcador.
De ahí fue todo color “aurinegro”, más allá que a Maronese se le abrió la cancha para explotar las corridas de Kees, Junco y Akuchie.
En los últimos veinticinco minutos de juego de la etapa, Asprilla tuvo 5 mano a mano. Aguilera también su posibilidad. Como también Kees hubiera definido injustamente las cosas sino hubiera sido por una estirada espectacular de Luque.
La segunda parte no se había acomodado. Ni siquiera los hinchas. Pero, como toda la tarde, Asprilla explotó el lateral, Galeano fue cómplice y el “Juampi” Aguilera sentenció el arco de Ramírez. No había llegado el minuto de inicio y al menos había una igualdad.
Deportivo Madryn mantuvo la tranquilidad en la zona de gestión y esto posibilitó una y mil llegadas. También una y mil pésimas definiciones que complicaban su accionar en el marcador.
Hasta que Galeano dijo basta. Agarró la lanza, encaró con toda su sabiduría pidiendo permiso, escogió a Asprilla de socio y definió como los dioses. Estallido generalizado. Y premio merecido.
Un equipo ofensivo, mucha solidaridad en todas sus líneas le permitía esclarecer el marcador, dejando sensaciones que habría más.
Sobre la media hora, Gambini mandó a dos pibes de “15” años y parecía que sellaban la tarde.
Sin embargo, no hay peor cosa que aparezca este “tipo de caraduras”, ya que terminaron encerrando al equipo local, como dijimos a los “ponchazos”, pero impidiendo el festejo adelantado que sucedería minutos después. La gente se fue muy contenta. Porque Deportivo Madryn fue local en su casa.
Se viene Cruz del Sur. Habrá que afilar las pautas de aquí en más, porque no se pueden dilapidar tantas posibilidades de gol, menos cuando se tiene un poderío notable en todas sus líneas.
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