El futuro gris de la Selección Española - Vicente del Bosque suele ser inmutable en su gesto. Nada lo
cambia. Ni la victoria, ni la derrota. Sin embargo, ayer, en Suiza, al
salmantino se le adivinaba una mueca de preocupación en el banquillo de la
Selección Española. Lógico. No ha sido su mejor semana al frente del combinado
nacional.
Y ya no sólo por el
lío de Iker Casillas o Víctor Valdés. La preocupación de Del Bosque va más
allá y apunta lo realmente importante de su trabajo: el juego de la vigente
campeona del mundo ha sufrido en sólo siete días una extraña mutación. Nada del
juego brillante de antaño. Nada de calidad para dominar y matar a sus rivales.
Frente a Finlandia y Chile,
España volvió a ser 'La Furia Roja', aquel equipo que terminaba ganando los
partidos más por empuje y casta que por el 'tiqui-taca' que adoptamos desde la
Eurocopa de 2008. Cierto es que buena parte del 'núcleo duro' del equipo estaba
fuera de combate por lesión. Los Busquets, Xabi Alonso, Piqué o Silva no
han estado en ambos encuentros. Tampoco algunos de sus supuestos sustitutos,
como Javi Martínez, Isco, Thiago o Illarramendi, entre otros.
Y es aquí donde estriba la principal preocupación de España.
Los recambios que llegan desde segunda fila no parecen estar preparados para
asumir el mando del combinado nacional en un corto periodo de tiempo. El futuro
de la Selección Española es, a un año vista, y tras lo sucedido en los últimos
partidos, más oscuro de lo que le gustaría al propio Vicente del Bosque.
Dudas contra Chile
Ayer, frente a Chile, esas lagunas se dejaron notar más que
en Helsinki toda vez que, contra Finlandia, el técnico sacó lo mejor de su
repertorio salvo en aquellos puestos en los que no tenía más remedio que usar a
los novatos.
Sin embargo, en el duelo de ayer, los reservas tomaron el
mando. Y muchos de ellos no estuvieron a la altura. Cinco de ellos (Valdés,
Monreal, Javi García, Cazorla y Soldado) fueron titulares. Más tarde, otros
cinco (Nacho, Reina, Koke, Navas y Negredo) entraron al campo junto con
Iniesta, el único indiscutible que saltó desde el banquillo.
Pues bien, de todos ellos sólo Soldado, Navas y Negredo
ofrecieron un buen nivel. El resto no brilló ante los chilenos. Valdés
porque apenas tuvo ocasión lucirse. Los goles rivales entraron dentro de lo
lógico (aunque en el primero quizá pudo estar más atento tras el despiste de la
zaga).
Monreal y Javi García por que no supieron frenar a los
rivales como se esperaba de ellos. Cazorla se sintió algo perdido en un centro
del campo que lo presionó hasta asfixiarlo. Nacho y Koke también quedaron en
evidencia más cargados de nervios de lo que se espera de ellos. El salto de la
sub21 a la absoluta se les queda, por ahora, grande.
Cierto es que queda tiempo. Será dentro de un año, cuando
pase el Mundial de Brasil, cuando el entrenador (si es que sigue en el
banquillo) tendrá que afrontar por primera vez la renovación del equipo con
algunos nombres que, probablemente dejarán el equipo para siempre. Casillas,
Xavi, Puyol, Villa, Torres o Alonso son candidatos a la retirada de la
Selección. Jugadores, por cierto, todos ellos sin
el peso de antaño.
Del Bosque tiene trabajo por delante para evitar que estos
síntomas se conviertan en un verdadero problema cuando llegue el momento de
defender el título a partir de julio de 2014.
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