miércoles, 11 de septiembre de 2013

ROLA EL HALABI - BOXEADORA

VOLVIÓ AL RING 20 MESES DESPUÉS DE QUE SU PADRASTRO LE PEGARA CUATRO TIROSRola El Halabi, una campeona inmortal. 6 años y 10 meses fue sólo la condena de prisión del asaltante de Rola. Rola El Halabi recuerda con precisión todo cuanto aconteció el 1 de abril de 2011 en las tripas del Arena Card de Berlín. “Estábamos en el vestuario mi entrenador, el médico y el fisioterapeuta, y él entró con una pistola en la mano gritando: ¡Fuera, todos fuera”.

Apenas quedaban unos minutos para que se iniciara la pelea por el título mundial vacante de los pesos ligeros entre la púgil alemana, de origen libanés, y la bosnia Irina Balijagic. Era el último de los 10 combates programados esa noche, que ya había escuchado la octava cuenta atrás. Unas 800 personas aguardaban a la nueva estrella del ring. Su origen árabe alimentaba aún más las expectativas. Hasta Al Jazeera se interesaba en esos tiempos por sus peleas.
Con la puerta bloqueada para que nadie pudiera interrumpir la escena, Rola, 27 años, se quedó en aquel cuarto sola con Papá, como llamaba a Roy Hicham El Halabi, de 45, un orfebre kuwaití que era su padrastro. Previamente, el asaltante había disparado en las piernas a los dos miembros de seguridad que intentaron impedirle el paso.
“Cuando estaba a tres metros de mí, me disparó en la mano derecha. Empecé a llorar y a gritar”, confiesa la joven al diario alemán Bild. “Entonces disparó otra vez, al pie izquierdo. Caí al suelo y le supliqué que me dejara. ‘Lo tienes todo, ¿qué más quieres? Deja el arma y todo habrá acabado’, le dije. En ese momento amenazó con pegarse un tiro, pero es un cobarde. Me volvió a apuntar y me disparó en la rodilla y en el pie derecho. ‘Lo has arruinado todo, mira lo que me has obligado a hacer’, me gritó”.
La boxeadora germano-libanesa cayó por puntos ante la italiana Luca Morelli en el mundial de peso ligero
Probablemente, este thriller pasó por la cabeza de El Halabi cuando 20 meses después se vio sentada en la misma camilla instantes antes de la pelea que le enfrentó por el título que quedó pendiente de los ligeros ante la italiana Lucia Morelli. Combate que perdió por puntos la púgil alemana.
“Pero me ha servido para ver que en la vida jamás debes desistir”, cuenta ahora Rola, que aquella noche fue trasladada de urgencia a un hospital berlinés, mientras la policía detenía a su padrastro, que había sido su forjador y su apoderado. “En el boxeo vi una oportunidad para la libertad”.
El móvil de la enajenación de Roy fue que su hija había comenzado una relación con un hombre casado, griego ortodoxo, que nunca fue aceptado por el orfebre. La joven se había enamorado del hombre, que rompió su antigua relación, renunciando durante un año largo a los rings, a pesar de que era dos veces campeona del mundo de la categoría. Esa noche era su vuelta a los cuadriláteros.
Las continuas amenazas que había recibido Rola de su padrastro no habían surtido efecto alguno, que optó por el camino de la independencia. “Nunca toleró que me comunicara con otros hombres. A los 20 años, cuando se enteró que había intercambiado algunos emails con un chico inglés, me amenazó con una espada. Por suerte mi madre intercedió entre ambos”, recordaba la boxeadora en la prensa alemana. Al novio griego intentó atacarle una tarde.
Rola tuvo que permanecer unas cuantas semanas en una silla de ruedas y cuando se celebró el juicio no era capaz de cerrar el puño. Sorprendentemente Roy sólo fue sentenciado a seis años y 10 meses de cárcel por intento de asesinato, mientras su hijastra intentaba día a día volver a caminar.

Un milagro le ha devuelto ahora al cuadrilátero, donde su historia habla como sus tatuajes. Molon Labe. En griego, conseguirás lo que te propongas. Una leyenda espartana. Lo que es Rola.

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