De Felippe: “Necesitamos levantar la moral de todo el
equipo” - El nuevo DT le pidió a la gente que apoye al equipo. Se
mostró esperanzado y afirmó que "hay un buen plantel".
Omar De Felippe tiene en claro como encarará su cuerpo
técnico su trabajo al frente de un golpeado Independiente. Para el flamante
entrenador del conjunto de Avellaneda, la parte anímica es fundamental.
"Necesitamos levantar la moral de todo el equipo", fue la premisa que
contó durante su presentación en conferencia de prensa en la que fue
presentado.
Tenemos que ganar y por eso vamos a salir a ganar. Mis
equipos siempre se caracterizaron por intentar ser protagonistas", apuntó
el DT acerca de la idea de juego que tiene. Sin embargo, inmediatamente aclaró
que "si no tenés confianza es muy difícil lograrlo". Por este motivo,
contó que "lo primero es estar con los jugadores, hablar con ellos y
darles seguridad".
Si bien De Felippe admitió la urgencia de victorias, también
aclaró que "el campeonato es muy largo y hay que llegar bien al final.
Tenemos que llegar a fin de año entre los 4 o 5 primeros y luego la segunda
parte del torneo es la más importante".
Por otro lado, el entrenador opinó que "hay un buen
plantel con jugadores de experiencia" y que, a pesar de la difícil
situación que atraviesa el equipo un tipo con mucha fe en lo que hacemos como
cuerpo técnico. Sobre todo, el técnico enfatizó que "hay que hablar con el
jugador y saber como se siente, porque un jugador, cuando está motivado, puede
rendir incluso en sistemas que eran impensados".
Su llegada a Independiente
Después de arduas negociaciones, De Felippe dio el sí. Según
pudo averiguar Clarín, el DT y sus colaboradores, su hermano Walter, el
preparador fisico Fernando Gómez y el entrenador de arqueros Alfredo Rodríguez,
cobrarán la mitad de lo que percibían Brindisi y compañía. Además, Ariel
Wiktor, quien ayer dirigió la práctica en Villa Domínico, podría sumarse como
segundo ayudante.
De Felippe toma a Independiente con 2 puntos en la B Nacional y en el puesto
19, con 11 partidos sin ganar y en puestos de descenso a la Primera B. Nada de
eso le importa a este ex combatiente de Malvinas. A los 51 años se le presenta
la oportunidad. Y llega con una idea fija: repetrir lo que hizo en Olimpo y
Quilmes. En ambos clubes ascendió a la A. Ni se le pasa por la cabeza pensar
que la tercera será la vencida. Él alimenta el sueño de media Avellaneda y
confía en que no habrá dos sin tres .
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