jueves, 1 de noviembre de 2012

BOCA CON BOTIJA EN EL FONDO

EL URUGUAYO ACUÑA TEJERA - Hincha de Nacional, simpatizante de River y ahora en Boca Río Gallegos, con los mates de la tierra Charrúa siempre, pero con la alegría y la pasión por este deporte, como rioplatense, esperando dar lo máximo con el grupo para cumplir los objetivos fijados.
Con trayectoria importante, jugando en su barrio, paso por Nacional del 97 al 2010, teniendo la posibilidad de jugar en primera, con grandes jugadores, luego se fue a Dinamarca, y al regreso a su tierra cambió de vereda, un año en Peñarol.



De familia humilde, siempre apoyado pero no por lo económico, sino porque le gusta mucho el fútbol. Con 1.90 siempre jugó al fútbol, y 'en Uruguay se hace cuesta arriba porque son pocos los clubes y muchos los buenos jugadores' marcaba.



Luego de Europa, salió el mercado argentino, donde jugó en Córdoba, Morteros, y luego apareció la convocatoria de Boca Río Gallegos, y acá está defendiendo los colores del xeneize.



'En Dinamarca es muy difícil, el idioma, las costumbres, muy solo, es difícil, se sufre mucho en lo anímico, sos nuevo y no rendís lo que tenes que rendir'.



'Son necesarios los representantes, pero uno debe tener los pies sobre la tierra'.



'Ahora tenemos un compromiso importante con Boca, es un torneo muy duro, de local o visitante, siempre debemos poner algo mas afuera por todo lo que juega encontra, pero se formo un gran grupo y el objetivo es tirar para el mismo lado'.



'Hacer mucho para el grupo, todos jugamos, todos metemos, y sabemos que el compañero siempre está para cuidarte la espalda'.



Respecto de la derrota del primer partido, 'fue un cachetazo tremendo, pero para bien porque empezar de esa manera nos hizo mas fuertes'.



En cuanto a la línea de tres, 'no estaba muy acostumbrado, pero jugando de último hombre estoy aportando mi granito de arena para el equipo. El viento es complicado en los primeros tiempos, a veces la pelota se va para otro lado, pero sopla muy fuerte, y no se puede jugar. Martínez y Olguín son dos jugadores de Gallegos, que es una ventaja tenerlos porque nos aconsejan de cómo jugar con el viento, seguro que de apoco nos vamos acostumbrando. En el fondo los pelotazos vienen de una manera y se frena o se va para otro lado es necesario mucha concentración'.



'Hay partidos y partidos, Con Newbery fue como dicen ustedes, nos salieron las cosas mal y lo revertimos, pero lo de empezar perdiendo nos hace reflexionar de que lo podemos dar vuelta a ese y cualquier partido'.



'Hay un lindo plantel y sabemos que si un compañero tiene mala suerte, y debe ser reemplazado hay jugadores para hacerlo de la misma manera. Tenemos dos torneos por delante, y a medida que pasas de ronda son rivales más fuertes, nosotros queremos seguir ganando, con buena racha y que se vengan cosas más lindas'.



'Queremos lograr cosas importantes y darle más gloria a este club. Los dirigentes de este club nos dan mucha tranquilidad, yo soy padre de un nene de 6 años y realmente estoy muy cómodo, nos tratan muy bien'.



Les agradezco, siempre los escucho y es importante el apoyo de todos ustedes.

LA NOTA DEL DEBUT EN PRIUMERA DE ACUÑA TEJERA EN URUGUAY

PUBLICADA EL 24/10/2007



MAXIMILIANO ACUÑA:

PELUSSO HIZO DEBUTAR AL JUVENIL EN EL PRIMER EQUIPO TRICOLOR

“Llegué a Primera gracias a mi familia”

la familia Acuña Tejera vive jornadas inolvidables: el sábado pasado, el hijo de María del Carmen (empleada en una guardería) y de Fabián (cartero) cumplía el sueño que todo botija anhela cada vez que sale a una cancha de fútbol: jugar en Primera División. Maximiliano Fabián Acuña Tejera (el padre de Gastón, de un año

y siete meses) debutó en Nacional, nada menos que en el Parque Central.

Era la primera vez que concentraba con el primer equipo y nunca imaginó que esa decisión de Gerardo Pelusso también iba a traer implicado el poder jugar donde toda la vida quiso estar.



"Concentré tranquilo", confiesa a Ultimas Noticias desde su hogar de Villa Española. "Me tocó compartir la habitación con Darío Ferreira y eso fue mejor porque lo conozco desde la Quinta División. Sabía que era difícil poder jugar porque un defensa normalmente no entra en un cuadro grande como Nacional".



Acuña entró a los 35 del primer tiempo, cuando el tobillo izquierdo de Pablo Da Rosa no aguantó más y tuvo que pedir el cambio: "Pelusso me hizo indicaciones tácticas, me dijo que era lo que quería de mí en la cancha. Básicamente era que controlara los movimientos de Stuani, que no desatendiera eso nunca". Maximiliano llama la atención por su físico. No solamente que es alto (1,90), sino que acompasa todos esos centímetros con una muy buena masa muscular (85 kilos). "Para mí todo esto es nuevo. Que me hagan notas, que se preocupen por mí. Es lindo, pero también tengo que claro que la base del éxito es la humildad. Los pies sobre la tierra no es una frase hecha, es algo que debo tener bien claro en este momento. Además en mi casa esos valores están muy fuertes y los tengo claros desde niño".



En casa de los Acuña se respira aire tricolor: "Somos todos hinchas de Nacional. Jugaba al baby fútbol en el Fray Bentos y mi llegada al club es medio curiosa porque fue el dueño de la panadería donde íbamos con mi familia el que me preguntó si quería ir a jugar en Nacional. Obviamente que no lo dudé. Empecé en Octava División, donde ya tenía de compañeros a Cardaccio y a Luis Suárez. Después en Séptima se sumaron Fornaroli, Cauteruccio y Caballero".



En su primer clásico (un amistoso de Octava) lo pusieron de zaguero y desde allí siempre jugó en el mismo puesto. Antes era volante de contención… "y mi ídolo era el "Abeja" Abeijón. Es más, una vez fue a visitar a un entrenamiento y yo, que soy medio tímido, me quedé sin decirle nada, pero fue increíble tenerlo cerca".



Pero no fue ese el único contacto con sus ídolos de la infancia: "Ayer le confesé a Ruben Sosa que yo fui mascota de él en aquel clásico donde las mascotas de los dos cuadros se agarraron a piñazos antes del partido. En ese lío no estuve porque no me separé de Ruben hasta que me echaron de la cancha, ja-ja. Tengo fotos de eso y también el video del partido donde aparezco cuando entro con Ruben. Obvio que el "viejo" (por Sosa) no se acordaba de mí, ja-ja".



Pelusso fue el que lo puso por primera vez en la cancha pero había sido Daniel Carreño el que lo ascendió al primer equipo: "Cómo me enteré de eso fue una cosa muy emotiva. Llamó Enríquez para mi casa y yo justo me había ido a caminar hasta 8 de octubre. Atendió la llamada mi madre y casi le da algo. Cuando volví, me abrazó y se puso a llorar. Yo no entendía nada, hasta que me dijo lo que había pasado. Es que en mi familia todo costó mucho, somos muy humildes y sabemos apreciar cada cosa positiva que nos pasa. Si pude llegar a Primera División fue por el esfuerzo de mi familia".



Acuña apenas es mayor de edad. Tiene 19 años. Es un montevideano de ley, un botija de barrio que cada 14 de diciembre celebra un nuevo cumpleaños. Ahora, en el calendario familiar, hay otra fecha grabada a fuego: sábado 20 de octubre de 2007. El día que se cumplió un sueño en la familia Acuña Tejera.



LOS CONSEJOS DEL TÍO JUAN



Maximiliano Acuña tiene antecedentes futboleros en su familia. Su padre, Fabián, llegó a la Tercera de Huracán Buceo, pero el más conocido sin dudas es su tío Juan Tejera. El hoy técnico de Rentistas tuvo una dilatada trayectoria como futbolista y ha logrado singular éxito como entrenador (Defensor Sporting, Deportivo Maldonado, Liverpool, entre otros). Juan es hermano de María del Carmen, la madre de Maximiliano. El sobrino, orgulloso, cuenta: "A mi tío lo llamo siempre o él me llama. Soy muy nuevo en esto del fútbol grande y él ya pasó por todas, así que sus consejos son muy buenos. Conoce el ambiente, sabe lo que se debe hacer para triunfar. Le hago caso en todo lo que me dice y siempre que tengo dudas lo llamo enseguida. Nunca nos llegamos a enfrentar porque cuando él dirigía la Cuarta de Defensor, yo estaba en la Quinta de Nacional. Después él ya fue para Primera y yo quedé en inferiores".

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