domingo, 27 de mayo de 2012

ALVARADO POR PENALES

Hecho para sufrir, duro para voltear - Alvarado superó por penales a El Linqueño. El equipo de Lincoln consiguió, de penal, sobre el final del partido, el gol del 2 a 1 que extendió la definición (en el global igualaron 4 a 4). Pero los marplatenses mostraron jerarquía en las ejecuciones, se impusieron 5-3 desde los doce pasos y quedaron más cerca del soñado ascenso
LINCOLN.- Este Alvarado te gana como sea. Sufre, como manda su historia. Pero se impone por tozudo, vigoroso, valiente. Resiste en los momentos críticos y saca fuerza de donde no tiene para superar los sucesivos escollos que se le presentan. Ayer, una vez más, luchó hasta el último instante, pero cuando parecía que se quedaba sin nada tras perder 2 a 1 con un penal sobre la hora (el resultado global fue 4 a 4), sacó pechó en la ejecución desde los doce pasos (5-3), eliminó a un duro rival como El Linqueño y avanzó a las semifinales por uno de los dos ascensos que otorga el Argentino B de fútbol.

Con la victoria obtenida como local (3 a 2), el equipo de Gustavo Noto priorizó el orden y equilibrio por sobre todas las cosas. Con el ingreso de Juan Fittipaldi, plantó dos líneas de cuatro definidas, con Juan Sosa volcado sobre la izquierda. El pergaminense fue una rueda de auxilio en la salida y, confiado, ganó más de lo que perdió en el uno contra uno.

Con el correr de los minutos el local se hizo dueño de la pelota, pero no encontró espacios para entrar. La visita defendió desde sus propios delanteros, ocupando sitios estratégicos para no permitir la primera salida ?limpia?. Gabriel Christovao, mejor rodeado en la contención, se afirmó como patrón del mediocampo. Luciano Millares estuvo bien controlado por los centrales y Juan Tallarico, ubicado en la derecha por un buen rato y pese a la superioridad física sobre Junior Ischia, no pudo sacar réditos porque el marcador de punta utilizó mucho el recurso del anticipo.

Así, El Linqueño buscó con más ímpetu que fútbol. Y su única arma ofensiva fueron los centros, cuando desequilibraron por las bandas Emmanuel Barboza y Francisco Cruz. También metió a su rival en el área con córners y tiros libres ganados por la cantidad de faltas que hizo la visita en su campo. Igual, la jugada más clara llegó por un error de Alvarado: una entrega de Gastón Erviti comprometió a Christovao que perdió la pelota, pero Millares cruzó mucho su remate desde buena ubicación.

El arranque del segundo tiempo fue fatídico. El Linqueño salió con toda la furia y Alvarado perdió muy rápido la pelota las pocas veces que la tuvo en su poder. La confusión del equipo marplatense se tradujo al marcador a los 5?. Ischia pasó de largo en su intento por despejar, Cruz apareció solo por derecha y, cuando achicó Chiappa, tocó al centro para que empuje la pelota a la red Millares.

El panorama adverso no se modificó hasta el cuarto de hora. Enseguida, el propio goleador tuvo otra posibilidad al conectar un cabezazo luego de un envío largo y cruzado de Barboza.

Los delanteros locales, muy encerrados en la primera parte, empezaron a sacar sus credenciales. Y complicaron sobremanera.

Con el paso del tiempo, Alvarado salió del asedio. Primero adelantó sus líneas, después empezó a juntar a sus mediocampistas para hacer pases cortos y precisos y así emparejar el porcentaje de tenencia del balón.

Al equipo de Mar del Plata también lo acompañó la fortuna. A los 29?, tras un tiro libre con rosca ejecutado por el ingresado Sebastián Fernández, Del Bono cabeceó contra su arco. Uno a uno.

El final fue con demasiado nerviosismo. Mucha pelea y poco fútbol. Pero en la última jugada del partido, a los 48?, Colaneri sujetó a Ubilla dentro del área y Tallarico ejecutó con maestría el penal para extender la definición.

Sin embargo, parece que esta temporada los astros están con Alvarado. Y, en la tanda de penales, los encargados de patear estuvieron dispuestos a ayudar a esa suerte con efectivas ejecuciones.

No es el equipo mejor logrado de los últimos tiempos. Ni el más vistoso, ni el más sólido, ni el más regular. Pero es, por lejos, el de mayor carácter y personalidad para afrontar partidos decisivos. En los momentos importantes, sus jugadores sacaron un plus para superar infinidad de dificultades. Y, ahora, tan cerca del ansiado objetivo, ¿quién le quita la ilusión del ascenso?

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