miércoles, 8 de junio de 2011

HICIERON HISTORIA

Y SIGUEN ESCRIBIENDO SU HISTORIA - Volvieron por razones familiares o porque sintieron que su ciclo en el exterior estaba cumplido. Pero no abandonaron el handball y así nutren de jerarquía a la Liga de Honor.
“Ya no quería jugar profesionalmente, pero mucha gente te tienta y te pica el bichito. Me contagió la actuacion de Argentina en el Mundial. Estaba en mi casa viendo el partido ante Suecia y se me escapó la pierna para atajar una pelota. Ahí dije: ‘Pucha, tengo ganas de volver a atajar’”. Semejante anécdota de Cristian Canzoniero, quien después de 10 años fuera de Argentina juega hoy en Colegio Ward, pinta la pasión de los “históricos”.

Su compañero Martín Viscovich, quien jugó en Brasil e Italia, utiliza el mismo argumento: “Decidí volver para disfrutar mis últimos años de handball en el país. Con la experiencia se valora lo que es competir, lo que es ese fuego interno que no se apaga nunca”.

Eric Gull regresó tras 14 años y juega en Asociación Alemana de Quilmes. “Mental y físicamente, estaba afuera. Me dolía todo, pero aquí estamos... Me siento un poste de luz porque los pibes me pasan de un lado al otro, je, je. Me sacuden bastante. Pero todavía puedo jugar”, cuenta sin parar.

Andrés Kogovsek volvió el año pasado desde España, después de cinco temporadas, porque su hijo empezaba la Primaria. “Es lindo volver a las raíces. Por supuesto que me alegra que los demás hayan regresado, porque todos están jugando y esto le hace muy bien al deporte. Y los clubes esperan a sus figuras”, comenta el hombre de SAG de Villa Ballester.

Sergio Crevatín pegó la vuelta después de siete años en España. “Te cuesta más readaptarte al país que al handball nacional. Algún que otro ‘viejo’ anda dando vueltas por ahí y no se quiere retirar, je. Mientras uno lo pase bien, lo seguiremos haciendo”, asegura el de Lomas.

Es tiempo para que Eduardo Gallardo, entrenador de la Selección, opine sobre estos regresos: “Me parece fantástico que hayan retornado. Con su jerarquía, elevan la competencia y le aportan mucha experiencia a los equipos”, asegura.

Pero los “históricos” no dejan pasar su visión crítica sobre el nivel del Torneo Metropolitanno. “Antes era más rico técnica y tácticamente. Hoy es todo muy dinámico y falta paciencia”, dice Viscovich. “Los pendejos corren como ratas. Es increíble. No le dan mucha pelota al juego colectivo y apuestan al uno contra uno”, agrega Gull.

Y todos coinciden en que el 12° puesto en el Mundial potenció al deporte. “Antes tenías que tener 40 títulos para irte al exterior. Ahora vale más el pasaporte argentino”, aporta Canzoniero. “Cada vez cuesta más entrar a la Selección”, cuenta Crevatín. Y cierra Kogovsek: “Lo que hicimos en el Mundial pegó mucho en la Liga para motivar a la gente y a los clubes”. En definitiva, para alimentar la pasión.

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