lunes, 20 de junio de 2011

CRUZ DEL SUR ES DEL “B”

Revalidó con autoridad su permanencia - El equipo de Bariloche venció a San Jorge de Tucumán por 3 a 1 y consiguió la permanencia en el Torneo Argentino “B”. El equipo local renovó sus credenciales con solvencia. A pesar de las cenizas y el frío, el estadio Municipal se vistió de fiesta con la presencia de una gran cantidad de público. En la foto de Cali Del Castillo, Martín Asencio, una de las figuras de la cancha, eludiendo a Miguel Herrera. Se despidió Gustravo Ramírez.
(Por Cristian Báez).- Pasó el nerviosismo, también la incertidumbre. Definitivamente, se fueron las dudas, acompañadas de la bronca. Para Cruz del Sur hoy es tiempo de desahogo y de puño apretado. Con solvencia y autoridad, el equipo de Bariloche mantuvo la plaza en el Argentino “B” al vencer a San Jorge de Tucumán con un global de 5 a 4. En la revancha disputada ayer en el estadio Municipal, el resultado fue 3 a 1 con alrededor de 2.500 testigos. Sin lugar a dudas, el fútbol barilochense vivió una tarde que ocupará un lugar importante en la historia.



Tal como lo había anticipado el técnico Marcelo Muena en el transcurso de la semana, el sistema táctico fue distinto al que se empleó una semana atrás en el “Jardín de la República”. Se contó con la recuperación de Martín Asencio, hombre clave en el desarrollo del juego. El ex River y Olimpo de Bahía Blanca se mostró lúcido y con la personalidad de conductor que el equipo necesitaba. Su presencia aportó mucha conexión entre mediocampo y ataque, algo que se sintió bastante en el choque de ida. En defensa hubo tres hombres y no cuatro como ocurrió en suelo tucumano. Por el lado de los visitantes, salieron con mayores recaudos pero sin renunciar al estilo de juego, con pelota al piso y buen dominio.



La apertura del marcador se produjo a los 17 minutos. En los momentos de la semana en los que se pudo entrenar, Cruz del Sur trabajó pelotas detenidas sabiendo que el elenco norteño exhibe algunas flaquezas en el juego aéreo. Y precisamente de esa manera llegó el gol que sirvió para sacudir ansiedad y nerviosismo. Martín Asencio ejecutó un tiro libre desde la derecha y Gustavo Ramírez, en las puertas del área menor, sacó un balazo de su frente para establecer el 1 a 0. El festejo fue muy especial. Ya hace un tiempo, el rosarino había anunciado que sería este choque de la promoción su último capítulo con camiseta de Cruz del Sur. Los norteños sintieron el impacto del gol. Habían llegado a Bariloche sabiendo que un empate les daba el ansiado ascenso y antes de los 20 se encontraban en desventaja. Durante varios minutos no aparecieron respuestas futbolísticas ni anímicas y Cruz del Sur estuvo cerca del segundo. Poco a poco, el visitante fue recuperando el conocimiento y volvió a emparejar las acciones en la parte final de la etapa inicial.



El local tuvo 10 minutos iniciales del segundo tiempo casi sin fisuras. Salió del vestuario decidido a liquidarlo y lo logró. Se sabía que el 1 a 0 alcanzaba para el objetivo pero que no otorgaba tranquilidad. A los 7 minutos, Martín Asencio le puso el broche de oro a una buena acción combinada en ataque. Poco después, Leopoldo Cisneros anotó un gol espectacular. Fuera del área sacó una rabona que terminó con la pelota en un ángulo, imposible de atajar para el arquero Francisco Bordón. Como suele decirse en la tribuna era un gol “para cerrar el estadio”. Quedaba más de media hora de juego y parecía que estaba todo sellado. El descuento de Martín Martínez generó alguna mínima preocupación, sobre todo porque Muena había decidido la salida de Cisneros y Asencio. Pero San Jorge no tuvo la claridad ni la fuerza anímica para llegar al segundo. Con desprolijidad pero con mucho corazón, Cruz del Sur sostuvo el resultado y desató la locura cuando el árbitro bahiense Gabriel Spinella marcó el final del encuentro.



Cruz del Sur sigue siendo de Argentino “B”. No mereció llegar a una instancia de Promoción. Pero se llegó y hubo que afrontarla con mucha valentía. Se sufrieron numerosos factores que fueron edificando una gigante adversidad. El equipo de Bariloche pudo salir airoso. Habrá tiempo para replanteos y análisis. Hoy, es el momento de darle rienda suelta a la alegría.



Síntesis



CRUZ DEL SUR (3): Pablo Schab; Diego Mansilla, Cristian Zobarzo, Gabriel Musson; Gustavo Ramírez (Juan Garnica), Eduardo Pinilla, Mauro Aguilar, Mauricio Rivero; Martín Asencio (Sebastián Zambrano); Leopoldo Cisneros (Lucio Bolcato) y Nicolás Gasperoni. DT: Marcelo Muena.

Goles: Gustavo Ramírez, Martín Asencio y Leopoldo Cisneros.



SAN JORGE (1): Francisco Bordón; Juan Cabrera, Ariel Barrionuevo, Diego Véliz, Miguel Herrera; Fabián Rojas, Alejandro Pérez, Emir Ojeda (Hernán Aguirre); Martín Martínez; Guillermo Acosta (Diego Velardez) y Juan Paz. DT: Hugo Corbalán.

Gol: Martín Martínez.



Arbitro: Gabriel Spinella (Bahía Blanca)

Cancha: Municipal

Público: 2500

El Cabrito jugó su último partido en Cruz del Sur

Gustavo Ramírez jugó su último partido con la camiseta de Cruz del Sur. Lo hizo en gran nivel aportando su habitual dinámica por el sector derecho y abriendo el camino a la victoria con un gol de cabeza. Recibió intensos gestos de afecto por parte de la gente. Por razones personales, decidió pegar la vuelta a su Rosario natal. Foto de Cali Del Castillo.


(Por Cristian Báez) En medio de toda la alegría que provocó la permanencia de Cruz del Sur en el Argentino “B”, hubo un condimento extra cargado de emoción. Tal como lo venía anunciando desde hace un tiempo, Gustavo Ramírez jugó sus últimos 90 minutos con la camiseta “cruzada”. Lo hizo en buen nivel, anotando un gol de cabeza y cumpliendo con su anhelo de dejar al equipo barilochense en el lugar que se merece. Podría haberse ido hace dos meses pero la situación complicada del “Cruzado” hizo que él mismo postergara su partida. Quiso quedarse para luchar junto a sus compañeros por la permanencia.

Al finalizar el encuentro, el “Cabrito” (apodo que trajo desde Rosario), expresó que “siento una emoción inmensa. Han sido días en donde la gente no paró de mostrarme afecto y cariño. Por suerte me puedo ir dejando a Cruz del Sur en el lugar que se merece. Soñaba con irme logrando la permanencia. Y encima tuve la oportunidad de hacer un gol. Lo hice de cabeza, algo que no es característico en mí”.

Consultado ante la posibilidad de volver en algún momento, el volante rosarino señaló que “todo el afecto que me brindó la gente de Bariloche en estos últimos días me hace pensar en que algún día volveré. Hoy estoy decidido a irme a Rosario. Nada va a cambiar eso. Es una decisión que nada tiene que ver con el fútbol. Me vuelvo a Rosario por una cuestión familiar. Ni siquiera se todavía si allá seguiré jugando al fútbol. Mi papá no se encuentra bien y quiero estar cerca de él. En el día del padre, la victoria y el gol son para él”. Con respecto al futuro de Cruz del Sur sostuvo que “hoy hay que disfrutar de este triunfo que sirvió para lograr la permanencia. Luego habrá que empezar a trabajar. Es necesario cambiar algunas cosas para que Cruz del Sur no tenga que sufrir como ocurrió con esta promoción. No se lo merece. Bariloche tiene muy buenos jugadores. Hay que ayudarlos para que todo esto pueda seguir creciendo”.

El cronómetro marcaba el minuto 90 cuando el técnico Marcelo Muena decidió poner al pibe Juan Garnica en lugar del “Cabrito”. El reconocimiento del público fue conmovedor y el jugador no pudo frenar las lágrimas. Las demostraciones de cariño venían de días anteriores. Los hinchas, inclusive, juntaron firmas para pedirle que vuelva a jugar en Cruz del Sur en un futuro no muy lejano. La idea no fue meterle presión para que revierta su decisión. Se sabe que necesita reencontrarse con su familia y, fundamentalmente, estar cerca de su papá.

Gustavo Ramírez llegó a Bariloche en enero de 2005 para reforzar al equipo de Alberto Luce que jugó el torneo Argentino “C”. Al año siguiente llegó la oportunidad de jugar el Argentino “B” y el volante rosarino, con la dirección técnica de Ricardo Navarrete, encontró mayor continuidad y exhibió un gran nivel actuando por el carril derecho. Pasaron otros técnicos como Daniel Arijón, Ricardo Pancaldo, Adán Valdebenito, Marcelo Muena, Marcelo Guzmán, Darío Labaroni y Sergio Busciglio, y todos tuvieron en el “Cabrito” a una pieza fundamental para el funcionamiento del equipo. Junto a dos hijos propios de la ciudad como Eduardo Pinilla y Mauro Aguilar se convirtió en jugador “centenario” al superar la barrera de los 100 partidos disputados en la divisional. Se vuelve para sus pagos, siendo además el tercer goleador de Cruz del Sur en la historia del Argentino “B” detrás de Leopoldo Cisneros y el “Fideo” Aguilar.

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