VOLVIO AL CIRCUITO CON TODO - Después de un año complicado, en donde hasta fue hospitalizada con coágulos de sangre en sus pulmones, la menor de las Williams se presentó en Eastbourne, donde venció a la búlgara Pironkova 1-6, 6-3 y 6-4.
"Estoy un poco oxidada pero feliz por volver", señaló tras el triunfo. Serena Willams tuvo ayer un regreso soñado al circuito, al vencer a la búlgara Pironkova 1-6, 6-3 y 6-4, por la primera rueda del torneo de Eastbourne, en poco más de dos horas de juego. "Estoy un poco oxidada pero feliz por volver", señaló tras el triunfo.
La hermana menor de Venus, y cuatro veces campeona en Wimbledon, sufrió el peso de la inactividad en el primer set, pero después sacó a relucir la guapeza y la entereza que siempre la caracterizó para dar vuelta la historia ante la número 26 del ranking mundial.
Serena no disputaba un encuentro oficial desde el 3 de julio del 2010, cuando se impuso en el Grand Slam de Londres. Desde entonces, una lesión en su pie derecho y posteriores problemas de salud echaron por tierra cada intento de retorno a las canchas.
"Es fantástico estar de vuelta. Tsvetana es un excelente jugadora Venció a Venus en Wimbledon el año pasado. Afronté con entusiasmo el partido aunque reconozco que aún estoy un poco oxidada. Pero me gusta mucho estar aquí. Otra vez sobre el césped. Pero prefiero simplemente pensar en cada día", expresó tras el partido.
El duro año de Serena
Con su vuelta a la actividad, la estadounidense le puso punto final un año traumático, en el que llegó a pensar que estaba en su "lecho de muerte".
Williams tuvo que dejar de jugar luego de ser hospitalizada con coágulos de sangre en sus pulmones, que fueron provocados por heridas en sus pies, poco después de haber obtenido su cuarto título en el torneo de Wimbledon, el año pasado.
"Estoy muy emocionada por estar de regreso", había dicho en vísperas de su partido de ayer.
"En un momento llegué a estar en mi lecho de muerte, literalmente", afirmó.
Según la ex número uno del mundo, sus problemas empezaron con una cortadura en un pie cuando estaba en Alemania. "Pero a este día aún no conozco todos los detalles de lo que pasó", admitió.
"Estaba con mi sobrino y mi compañero de prácticas, saliendo de un restaurante, caminando, cuando de pronto sentí algo. Seguí caminando pero definitivamente había vidrio ahí. Había un inmenso charco de sangre. Me terminé desmayando y necesité puntos de sutura en ambos pies", relató.
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