Epoca de vacas gordas Argentina tiene exponentes de primer nivel, tanto en masculino como en femenino. Martínez, Narváez, Acuña, Bopp, Duer, entre otros. Sergio “Maravilla” Martínez, campeón de los medianos del CMB, no solamente es el boxeador más importante de Argentina de este siglo, sino que, en la actualidad, es uno de los deportistas nacionales más destacados por su creciente popularidad en un 2012 inolvidable.
“Maravilla” ostenta con esplendor el campeonato de la categoría mediano CMB, que reconquistó en septiembre pasado en una épica pelea en Las Vegas ante el mexicano Julio César Chávez junior, título que en el pasado lució el célebre Carlos Monzón, el boxeador argentino más reconocido mundialmente en las últimas cuatro décadas.
En marzo disputó su primera pelea del año en el Madison Square Garden de Nueva York, cuando derrotó por la vía del nocaut al inglés Matheu Macklin, en una pelea sin título en juego.
Pero tras haber tratado durante casi dos años que le dieran la oportunidad de acceder a una chance mundialista para recuperar el cinturón mediano CMB, cristalizó su sueño en el combate con Chávez junior en Las Vegas, que ganó en forma clara y amplia por decisión unánime.
Convocó una audiencia televisiva impresionante -41 puntos de raiting-, y fue acompañado en el Thomas y Mack Center por más de 5.000 argentinos.
El “Huracán”
En tanto, el chubutense Narváez sigue vigente en el contexto mundial y desde hace 10 años calza cinturones ecuménicos: en 2002 se consagró campeón mosca OMB, y con 16 defensas renunció para subir de categoría (supermosca). Capturó en esa división en 2010 el título que expuso en seis oportunidades.
En este año, Narváez, de 37 años, defendió en tres ocasiones con éxito el cinturón supermosca OMB: ante los mexicanos José Cabrera y Johnny García y el boricua David Quijano.
Un noqueador
En tanto, el noqueador chubutense, Lucas Matthysse, demostró que es uno de los dos mejores boxeadores de Argentina en la actualidad junto a “Maravilla” Martínez.
El trewelense conquistó el título superligero interino CMB, al derrotar en forma contundente por nocaut al nigeriano radicado en Inglaterra Ajose Olusegun, en setiembre pasado en Las Vegas.
Además, el mendocino Juan Carlos Reveco se consolidó como campeón mosca interino de la AMB, tras haber retenido el título ante el francés Karim Guerfi y el mexicano Julián Rivera.
Mientras que el “benjamín” de los campeones de Argentina, el bonaerense Diego Chaves -titular interino welter CMB-, es una de las promesas firmes y, en 2013 tendrá la oportunidad de mostrar sus cualidades para conservar el cinturón en la categoría, en la que ahora milita el santafesino Marcos Maidana.
Entre las damas
Por su parte, el boxeo femenino brilla con doce campeonas mundiales, que ubican a Argentina como el país líder en coronas.
La “Tigresa “ Marcela Acuña -licencia número uno del boxeo femenino nacional- está vigente y volvió a la actividad aunque tiene como objetivo dar paso a una nueva generación de boxeadoras.
También se destaca la invicta de Wilde Yesica Bopp (titular minimosca AMB y OMB), siempre vigente y activa, un verdadero ejemplo de voluntad y superación.
Y también Anabella Farías (titular interina ligero CMB), Carolina Duer, y la mendocina Yesica Marcos, a quien la Uperbox la distinguió con el Firpo 2012 a la mejor púgil femenina.
El boxeo argentino pasa por uno de sus grandes momentos y es una oportunidad que no se debe dejar pasar, porque también sirve como incentivo para los más jóvenes.
La “Locomotora” retuvo el título OMB
La jujeña Alejandra “Locomotora” Oliveras retuvo el título pluma de la OMB, al derrotar por nocaut técnico en el 4º round a la colombiana Paulina Cardona, en el Club Sportivo América de Rosario.
Después de dejarla sentida en el 3º asalto, Oliveras (57,150 kilos) aceleró en el 4º round y sobre el final, con una combinación de manos a la cabeza y ganchos a la zona hepática, envió a la lona a su rival. Cardona (57) escuchó la cuenta del árbitro Rodolfo Stella, se levantó y la pelea continuó hasta que una inmediata descarga de golpes de la jujeña precipitó la atinada decisión del referí.
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