La Hiena, sin boxeo: un camino sin retorno - Rodrigo “La Hiena” Barrios es un típico exponente del argentino canchero, bravucón y patotero. “La Hiena” es un provocador nato. Violento en sus formas, desafiante y temerario de a ratos.
Por Mauro Szeta
@mauroszeta
Está condenado a 4 años de cárcel por causar la muerte de la embarazada Yamila González, en un accidente de tránsito en Mar del Plata. Pero está libre porque la condena no está firme. El Tribunal que lo sentenció había ordenado su detención inmediata, pero todavía no se cumple. Tampoco se cumple la prohibición de manejar autos por el plazo de 8 años.
Según la sentencia judicial fue el responsable del accidente. Si bien el día de la tragedia no manejó a alta velocidad, habló por celular antes del choque y escapó de forma artera. Nunca pudieron probarle que estuviera alcoholizado o drogado al momento del accidente. Nunca pudo probarse judicialmente que, tomando agua, haya lavado de su cuerpo la ingesta de alcohol y droga. Ni bien lo procesaron por el caso, salió a manejar.Es cierto, nunca tuvo impedimento judicial para hacerlo. Pero también es cierto que en diferentes entrevistas, juró y recontrajuró que no iba a manejar ningún auto, hasta que hubiese un fallo. No cumplió.
Ahora, mientras espera la confirmación, o no, de la pena, la polémica apareció otra vez. Barrios hizo una exhibición boxística en Rojas y promete pelea oficial en Catamarca. Antes, por decisión judicial también, no había conseguido permiso para salir del país, por lo que se le cayó una pelea que había pactado en Tijuana.
Así las cosas, los familiares de la víctima, y otros familiares de otras víctimas se opusieron sistemáticamente a que Barrios boxeara otra vez. Hasta convocaron a escraches. La presión hizo que algunos jefes municipales desistieran de veladas boxísticas que lo incluían. Prohibirle a Barrios boxear no está contemplado en el fallo judicial que lo condenó. Básicamente, vale recordar que “La Hiena” no causó una muerte con sus manos. La muerte la causó con el mal manejo de su auto. Es cierto que fue deleznable su acción de fuga reiterada y su provocación permanente, pero también es cierto que prohibirle el boxeo es sacarle su trabajo, y de esto, la sentencia, no dice nada.
Con el criterio de no dejar boxear a Barrios, cualquier persona que mata con su auto debería tener prohibido trabajar de lo que sabe. Pensemos qué pasaría si el autor de una muerte en un accidente de tránsito fuera un quiosquero… ¿se le prohibiría trabajar en un quiosco? Esa sanción suena desmedida.
La condena penal debe servir para dos cosas: por un lado, como prevención social, es decir saber lo que te espera si cometés un delito, y a su vez para intentar la reinserción y resocialización de quien viola una norma. Nada dice sobre quitarle el trabajo al condenado. Sacarle el trabajo a Barrios como boxeador lo puede llevar a un final oscuro, irreversible. Es doloroso asumirlo. Barrios, por como es, no merecería nada, ni el perdón de las víctimas; pero sacarle el trabajo no lo mejora como persona, puede empeorarlo, puede llevarlo al abismo
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