Todavía sopla Omar Narváez GP12 a David Quijano y retuvo por sexta ocasión su cetro supermosca OMB. El Huracán demostró una enorme superioridad física ante un rival once años menor que él. Las tarjetas: 120-106, 119-109 y 120-108.
Si viejo es el viento y todavía sopla, lo de Omar Narváez (38-1-2, 20ko) sobre el ring del Hotel Hilton de San Miguel (Tucumán) fue un verdadero huracán. El chubutense, de 37 años, pareció un jovencito sediento, hambriento, lleno de una energía parecida a la de un adolescente. Arriesgaba por sexta vez su cetro supermosca de la Organización Mundial de Boxeo y, tal cual se esperaba, la faja jamás fue descolgada de su cintura.
Y es que el nacido en Trelew salió a llevarse por delante a un David Quijano (15-3-1, 9ko) que es once años menor que él. El boricua no había sido noqueado (sus únicas dos derrotas habían llegado por la vía de los puntos) y quizá fue eso lo que motivo semejante actuación del Huracán, quien desde el campanazo inicial trabajó con los rectos y voleados de izquierda. Todos ellos precisamente colocados sobre el rostro del retador.
Allá por el tercer round, una zurda abierta de Narváez hizo tambalear al puertorriqueño, monarca Latino OMB de la categoría. El campeón acortó el ring durante todo el combate. Eso, más su ya tradicional pasito hacia atrás, fue más que suficiente para dominar a piacere las acciones. Pese a que jamás bajó el ritmo, el boricua aguantó una verdadera paliza. Así, fueron a las tarjetas, donde hubo unanimidad: 120-106, 119-109 y 120-108. El Huracán todavía sopla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario