Canapino, tetracampeón - En la pista ganó López y festejó, pero después lo
sancionaron por maniobra peligrosa y el Titán heredó el título.
José M. López se había despedido del TRV6 conquistando el
título en Centenario, después de vencer a Agustín Canapino en una emocionante
pulseada. Un toque, cuando Pechito recuperó la punta le puso suspenso a la
definición. Bastante después de finalizada la prueba, los comisarios deportivos
decidieron aplicarle una sanción al ganador en pista por maniobra peligrosa y
el Titán se convirtió en tetracampeón.
La pelea por el título entre dos grandes pilotos fue lo
mejor que tuvo un espectáculo que contó con poca convocatoria de aficionados.
Pechito hizo todo bien en la largada y tomó distancia de su
rival directo en la pelea por el título.
López empezó a imponer un ritmo que se le hacía difícil de
seguir para Canapino.
Pocas vueltas alcanzaron para demostrar que Pechito contaba
con un auto muy veloz y que el Titán iba a tener problemas para superarlo.
Atrás, el pelotón avanzaba en fila india y las únicas novedades eran los
despistes.
La prueba se hizo aburrida, estaba en una meseta, hasta que
López pisó la tierra y su auto perdió velocidad. Canapino, muy atento,
aprovechó para superarlo.
Pechito, con un auto muy superior, intentó recuperar lo que
le pertenecía, porque el segundo lugar no le servía, ya que ante la igualdad en
puntos Canapino se llevaba el título por una prueba más ganada.
En la vuelta 21, a sólo cuatro del final, López fue por todo
y demostró que es de los pilotos que se juegan por el espectáculo.
Pechito se pegó al auto de Canapino, quien perdió la línea y
se fue afuera, quedando segundo.
La queja del equipo de Canapino no se hizo esperar, si bien
desde boxes dio la impresión que el toque fue leve.
No había tiempo para más. La final se terminó y, sin saber
el desenlace posterior, López se subió al podio y festejó el título. Después se
sancionó a Pechito y el Titán sumó su cuarto título.
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