UN VERGONZOSO ARBITRAJE Y UN FINAL ESPERADO - Un desastroso arbitraje de Walter Herrero le impidió ayer a Racing irse ganancioso del partido que derrotaba justamente a Madryn, ya que a los 52' le dio un penal inventado al local y esa decisión provocó que la reacción de la parcialidad visitante. Después lo suspendió tras esperar más de 25'.
Es muy difícil separar la actuación del árbitro Herrero del comentario de un partido de fútbol en el que perjudicó claramente al equipo visitante, que se vio privado de quedarse con tres puntos a partir de los fallos escandalosos, sobre todo en los penales que dio a favor de Madryn y que solo vio el juez.
Alguien en la tribuna decía "Herrero va a jugar hasta que empaten" y lamentable el plateista tenía razón, porque a los 52' del complemento le regaló otro penal a Madryn para que empate un juego que perdía claramente ante Racing y esa sanción del árbitro motivó la reacción de todos los hinchas visitantes ubicados en la cabecera, que además se prendieron como los del "Depo" tirándose piedras y generando disparos de bala de goma de la policía para reprimir y calmar a los exaltados hinchas visitantes y obvio también locales.
Después de esperar insólitamente más de 25', el árbitro Herrero decidió que el penal se ejecute y cuando Quiroga iba a hacerse del mismo cayó otro proyectil que motivó ahora sí, la suspensión definitiva del juego.
Ya los hinchas visitantes habían generado inconvenientes en el desarrollo del parcial inicial tirándole una bomba de estruendo a Luque en el área que lo afectó y de hecho debió ser reemplazado por Yorno a los 28' de partido. Así como en el final se desencadenó una batahola a partir de la sanción arbitral, también hay que decir que la hinchada visitante ya había generado esa incidencia en el partido.
Madryn no podía con Racing desde lo futbolístico y entonces apareció el árbitro Herrero y le simplificó la tarea a los de Toresani.
Los de Toresani se vieron superados durante largos pasajes del juego y por eso no extrañó que Racing se pusiera arriba 2-0 al aprovechar primero una maniobra de pelota parada bien elaborada que Muñoz mandó a la red por el segundo palo. Después, García devuelve mal una pelota al arquero y la intercepta López Rojas, que tras eludir a Yorno empuja al gol. Después, con un Madryn angustiado y sin argumentos en el juego, encontró en Herrero un regalo para achicar. El árbitro vio penal sobre Asprilla y Quiroga cambió la sanción por gol.
En el complemento, Madryn reaccionó un poco y fue a buscar como sea la igualdad, que consiguió luego de una buena maniobra ofensiva que Zárate concretó con un cabezazo.
Enseguida, el técnico visitante mandó a la cancha a Paris para generar juego y sacó a Contreras, y en la primera que el volante se juntó con Bataller armaron la jugada que Mansilla terminó en gol debajo del arco.
Racing se puso 3-2 y tenía situaciones para aumentar, que las fue desperdiciando y regalándole a Madryn la posibilidad de empatar el juego.
Pero el local no podía solo, y entonces apareció el árbitro madrynense Herrero y pasó lo que se temía. Le iba a dar a Madryn un penal inventado por supuesta infracción a Asprilla y ahí se desató el escándalo, porque la parcialidad visitante se sintió estafada y reaccionó contra todo lo que tenía adelante. Durante más de 25' el árbitro esperó que los ánimos afuera se calmen, mientras volaban piedras de un lado a otro de las tribunas, y cuando la policía "pudo" apaciguar un poco a los revoltosos, el juez quiso decorar la tarde haciendo ejecutar el penal con todo absolutamente desmadrado y fuera de los carriles normales. Quiroga fue a ejecutar el penal y la gente volvió a reaccionar arrojando un nuevo proyectil y ahí Herrero se decidió a terminarlo. Ahora define el Tribunal de Disciplina.
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