martes, 26 de julio de 2011

EVANS GANO EL TOUR DE FRANCIA

Cadel Evans, y el triunfo del payaso triste - Con la consagración en el Tour de Francia, el australiano dejó de lado los hirientes calificativos de la prensa, que lo trataron de perdedor.
PARIS (DPA y EFE).- El último tramo se trató de una formalidad: Cadel Evans ganó ayer el Tour de Francia y se convirtió en el primer australiano en capturar el título más prestigioso del ciclismo. De 34 años, Evans cruzó la meta en los Campos Elíseos en una etapa ceremonial, porque ya se había asegurado virtualmente el título en la contrarreloj del sábado, en Grenoble.

Evans enmudeció a sus críticos probablemente para siempre, porque ayer, en París, llegó a la meta que veía en sus sueños: el máximo escalón del podio en el Tour de Francia.

Durante mucho tiempo, nadie consideró posible que su camino lo llevase a ganar el Tour, porque Evans era algo muy distinto del estereotipo del ganador. Con su victoria, no sólo borra esa imagen del "payaso triste" difundida por el periódico deportivo L'Équipe, sino también otros apodos poco agradables. "Indeciso" y "eterno segundón": así bautizaron al australiano durante años, hasta ayer, en que entró triunfal a los Campos Elíseos luciendo el maillot amarillo.

Pese al éxito innegable, Evans es considerado en el pelotón un tipo raro. El ciclista residente en Suiza está acostumbrado a las derrotas. Entre los muchos segundos lugares, se destacan los años 2007 y 2008, cuando en ese último Tour fracasó en la decisiva etapa contrarreloj ante el español Carlos Sastre. "He recibido muchas críticas en los años pasados", se lamentó Evans, al que, debido a su manera de ser, comedida y cuidadosa, se calificó burlonamente de "chuparruedas".

Hombre de nervios controlados, Evans perdió, sin embargo, la calma el sábado en la conferencia de prensa tras su impresionante exhibición en la contrarreloj. El ciclista estaba excitado como un niño al enfrentarse a un gran número de periodistas. Muchas preguntas eran cortas, pero él se extendía en largas parrafadas. A veces, no le venía a la mente la palabra adecuada en inglés y se ayudaba con expresiones italianas o francesas.

Ante la pregunta sobre si le dedicaba a alguien el triunfo, su débil voz se quebró. Entre lágrimas, recordó a su entrenador Aldo Sassi, fallecido en diciembre de 2010. "Siempre me dijo que podía ganar el Tour", dijo Evans. "Hoy estoy aquí por él...", y rompió a llorar.

Sassi formó a Evans en un ciclista profesional luego de que el introvertido australiano consiguiera algunos éxitos en mountain bike. Evans se dedicó al ciclismo desde los dos años en el norte de Australia, donde creció en la localidad aborigen de Katherine. "No teníamos televisión, y hasta 1991 no pude ver por primera vez imágenes del Tour de Francia", confesó.

Nadie consideró posible que 20 años después fuera el protagonista principal de esta prueba. A pesar de tener talento y entrenarse con ahínco, era considerado un fracasado. En 2004, el equipo alemán Telekom lo tachó del Tour porque su estilo de correr representaba un peligro para sus compañeros.

Nació con la nariz rota y a los 8 años un caballo lo sacudió con una patada que estuvo a punto de dejarlo inválido. Los médicos pensaban que no volvería a caminar, pero se recuperó.

Es metódico y reservado; odia los focos del circo mediático; apenas concede entrevistas, y rechaza todos los beneficios de la fama. Prefiere el retiro del silencio, la música clásica que escucha junto a su esposa, profesora de piano italiana, o la lectura de los cómics de su amado Tintín.

Durante su crianza de espíritu aborigen, su padre y su tío le construyeron con piezas de coches viejos su primera bicicleta, con la que dio las primeras pedaleadas en la abrupta Katherine. Hoy es el fruto de una obstinación que lo llevó a ingresar de lleno en la historia grande del ciclismo. El payaso triste cambiará de personaje.

CON LA MENTE EN NORUEGA

Como en otros acontecimientos deportivos del fin de semana en todo el mundo, el Tour también les rindió homenaje a las víctimas del atentado en Oslo: la largada de la etapa de ayer estuvo precedida por un minuto de silencio.

FLECHA TERMINÓ 98° Y EMPEORÓ SU POSICIÓN DE 2010

El argentino nacionalizado español Juan Antonio Flecha (Sky) finalizó en el 98° puesto, a 2h41m4s del vencedor; de esta manera, no pudo superar su actuación del año anterior, cuando había finalizado 89° en la general.

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