José Ancatén, Germán Villarino, Denis Lizaso, Nicolás Alegría y Adrián Kees, estuvieron entre los más destacados.
A lo largo de los 90 minutos, el triunfo Rojo fue claramente justificado, pero la mañana arrancó complicada, porque había pasado sólo seis minutos y los santacruceños se pusieron en ventaja.
Un pelotazo de 40 metros encontró a una última línea del local titubeante, por eso José Quiroga la peinó y Wander De Almeida, que entró por el segundo palo, la mandó a la red.
La visita se encontró en ventaja sin siquiera proponérselo y dejó todo en manos de Independiente. El representante neuquino, una vez que asimiló el golpe, volvió a ordenarse y comenzó a marcar claras diferencias en el juego, como para merecer el empate.
Llegó a los 41, con una excelente definición de Castro, tras habilitación de Ancatén; y el premio completo se dio antes del final de la etapa, cuando Ancatén agarró un pelota afuera del área y desde 25 metros la clavó en el ángulo.
A lo largo del período el local generó situaciones de gol que no se concretaron por las intervenciones del arquero Martínez o por fallas en la definición.
A la vuelta del descanso, Independiente siguió en la misma tónica y buscó alargar la diferencia en las cifras. La visita sin ideas, no reaccionó en ningún momento.
El tercer gol del local fue producto de una gran acción de Adrián Kees que se sacó de encima a su marcador, al arquero y se la sirvió a Germán Villarino, que entraba solo por el segundo palo.
Con el marcador 3-1, comenzaron las expulsiones en el visitante, que terminó con tres jugadores menos y también sin el DT Sergio Priseajniuc. Hubo, incluso, una interrupción de diez minutos por los reclamos de los integrantes del equipo y el cuerpo técnico boquense.
Independiente pudo aumentar la diferencia pero el travesaño a Kees y Leonardo Alfaro; y el palo a Ancatén, le negaron esa chance.
Igual, en el once contra once, el Rojo fue muy superior y consiguió un triunfo inobjetable que lo aleja de la zona peligrosa.
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