INGLATERRA Y MEXICO PERJUDICADOS - Los árbitros Jorge Larrionda (Uruguay) y Roberto Rosetti (Italia), lamentablemente, fueron protagonistas en la clasificación de Alemania y Argentina a cuartos de final a costa de Inglaterra y México. No vamos a quitarle mérito a alemanes y argentinos, superiores a sus rivales en el balance de los 90 minutos, pero tampoco vamos a restarle importancia al tema del arbitraje. Ya hay quien dice, con cierta razón, que la virtud de un equipo es saber sobreponerse a las dificultades, que ingleses y mexicanos carecieron de esa tranquilidad; sin embargo, sería ridículo querer olvidarse de los horribles fallos de sentencia en ambos compromisos. Los jueces se convirtieron en las verdaderas estrellas del día. Alemania terminó aplastando a Inglaterra 4-1, un marcador que no da lugar para las dudas.
El problema es que el gol de Frank Lampard que no fue validado por Larrionda y sus asistentes fue tan importante como el posterior doblete de Thomas Müller para la "Mannschaft". Si bien los teutones fueron siempre superiores, el 2-2 provisional cuando mejor estaban los "pross" hubiese dado un segundo tiempo muy distinto.Los hombres de Fabio Capello, desesperados, se lanzaron al ataque en esa mitad en busca de la reanudación y los de Joaquim Löw aprovecharon los espacios que dejaron a sus espaldas para matar al contragolpe. El libreto cambió por completo.Aunque también pueden responder que si mi abuela tuviese ruedas, sería bicicleta, no puede dejar de pensarse en lo que hubiese pasado con la decisión correcta. Seguro se hubiese visto a unos ingleses más ordenados, más cuidadosos, no tan abiertos y, por ello, vulnerables ante el impresionante juego directo de los alemanes, que en dos o tres toques llegan con peligro al arco rival.Ahora, Argentina. Un triunfo de 3-1 sobre México, también cierra los espacios para debates.A pesar de ello, el gol de Tévez en fuera de juego que aceptó Rosetti fue lo que destruyó a un México que había arrancado bien. "El Apache" tuvo mucho mérito, maravilló mientras estuvo en cancha y su segundo tanto fue una joya, pero el italiano fue tan decisivo como élRosetti echó por tierra el libreto que tenía Javier Aguirre para su "Tri", bueno o malo terminó de cabeza en la basura.No nos caigamos a mentiras, la albiceleste es muy superior a los aztecas y lo más seguro es que igual clasificara; es justo por eso que pesa tanto esa acción. Si tienes a un equipo de figuras delante y se suma, además, el árbitro, hay poco que hacer. No es lo mismo, por ejemplo, que la diana anulada injustamente a Fabio Quagliarella en el partido de primera fase entre Italia y Eslovaquia. La azzurra tenía que reponerse por la estrambótica diferencia entre talento de sus jugadores y el de los del rival, por historia. Si hubiese sido al revés, probablemente el golpe hubiese sido insuperable para los eslovacos, como lo fue, a fin de cuentas, para la azzurra.Se acumulan los errores decisivos y no solo en el Mundial, porque en las eliminatorias aquella mano de Thierry Henry que metió a Francia en Sudáfrica en lugar de Irlanda fue insultante para muchos.¿Hasta cuanto la FIFA se queda en la prehistoria? El uso de la tecnología ya se hace casi obligatorio en la actualidad y, ojo, que sabemos que no es un tema sencillo. El uso de repeticiones de TV, si no es bien regulado, puede convertir a los partidos en un tabaco de brujo infumable entre continuas interrupciones. Lo que no tiene sentido es que en la misma pantalla de los estadios se vean los fallos, que el encuentro igual esté detenido en medio de reclamos y que todo el mundo esté claro de lo que pasó, pasando por los fanáticos, los jugadores de ambos equipos y el mismo árbitro, y no haya forma de hacer nada antes de reanudar la acción.
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