El mayor golpe del Mundial: Italia quedó eliminado en primera rueda - El campeón del mundo cayó por 3 a 2 ante Eslovaquia, que consiguió la clasificación a octavos y espera rival del Grupo E; la Azzurra no ganó en Sudáfrica, sumó dos puntos y terminó última en su zona; una gran decepciónJOHANNESBURGO.- Ellis Park observó azorado el inesperado adiós del campeón. Fue un instante, apenas un segundo en el que las vuvuzelas callaron y se escuchó un silencioso abatimiento. La corona se extravió e Italia se quedó sin Mundial tan pronto como nunca se lo había imaginado. En el partido más emotivo y dramático del certamen, Eslovaquia lo superó 3 a 2 y así el conjunto azzurro se quedó afuera en la primera rueda por sexta vez en su historia.
Fue un tormento de 90 minutos en los que Eslovaquia demostró ser superior y más inteligente hasta que el nerviosismo lo empujó a retroceder y hacer de su arco una trichera. Los goles de Robert Vittek (hizo dos y lleva tres en el torneo) y Kopunek le dieron la clasificación a los eslovenos, que se cruzarán en octavos de final con Holanda, el lunes que viene, en Durban. Para Italia descontaron Di Natale y Quagliarela. El milagroso empate estuvo cerca, en los pies de Pepe, en el cuarto minuto de adición.
Italia fue un equipo moroso e inofensivo durante todo el Mundial. Anárquico y confuso, con líderes oxidados y sin un circuito de juego creativo, se le hizo imposible vencer a Paraguay, Nueva Zelanda y tampoco hoy pudo con Eslovaquia, que celebró el 3 a 2 como un título.
Italia fue un seleccionado al que se lo percibió resignado en una deriva espantosa, más allá de haber llegado a Sudáfrica como el defensor de la corona. Las palabras del ministro italiano Humberto Bossi se desvanecieron en la nada. No hubo partido comprado, la azzurra se despidió inesperadamente en la primera rueda y será poco factible ver a un jugador esloveno actuar en el calcio.
La definición del Grupo F fue electrizante. Salvo Paraguay, el resto de los países mutó de emociones durante la tarde sudafricana. Eslovaquia logró la clasificación en segundo lugar, dejando a Italia último, con dos unidades, una menos que Nueva Zelanda.
Italia se quedó afuera por quinta vez en la primera instancia de una Copa del Mundo. La última ocasión fue en Alemania 1974, después de ganarle a Haití, empatar con la Argentina y perder con Polonia.
En el Mundial de las sorpresas, Italia se suma a Francia en la caída de los pesos pesados. El imperio de la lógica sucumbe, mientras que la Argentina continúa firme y el camino de los octavos de final se despeja de países con historia en el fútbol, pero que son víctimas de profundas crisis. Le pasó a Francia, lo sufre hoy Italia.
Italia fue un equipo moroso e inofensivo durante todo el Mundial. Anárquico y confuso, con líderes oxidados y sin un circuito de juego creativo, se le hizo imposible vencer a Paraguay, Nueva Zelanda y tampoco hoy pudo con Eslovaquia, que celebró el 3 a 2 como un título.
Italia fue un seleccionado al que se lo percibió resignado en una deriva espantosa, más allá de haber llegado a Sudáfrica como el defensor de la corona. Las palabras del ministro italiano Humberto Bossi se desvanecieron en la nada. No hubo partido comprado, la azzurra se despidió inesperadamente en la primera rueda y será poco factible ver a un jugador esloveno actuar en el calcio.
La definición del Grupo F fue electrizante. Salvo Paraguay, el resto de los países mutó de emociones durante la tarde sudafricana. Eslovaquia logró la clasificación en segundo lugar, dejando a Italia último, con dos unidades, una menos que Nueva Zelanda.
Italia se quedó afuera por quinta vez en la primera instancia de una Copa del Mundo. La última ocasión fue en Alemania 1974, después de ganarle a Haití, empatar con la Argentina y perder con Polonia.
En el Mundial de las sorpresas, Italia se suma a Francia en la caída de los pesos pesados. El imperio de la lógica sucumbe, mientras que la Argentina continúa firme y el camino de los octavos de final se despeja de países con historia en el fútbol, pero que son víctimas de profundas crisis. Le pasó a Francia, lo sufre hoy Italia.
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