jueves, 4 de junio de 2015

RACING SUPERO POR LA MINIMA AL ROJO NEUQUINO

Aguantó lo que pudo y se despertó del sueño - Independiente jugó un digno partido en la cancha de Lanús, pero Racing demostró su jerarquía y lo superó con justicia. Fabricio Álvarez

alvarezf@lmneuquen.com.ar  Buenos Aires

La hazaña duró un buen rato para Independiente, pero entre Bou y Fernández se encargaron de despertar al Rojo del sueño copero. Independiente hizo lo que pudo en su histórico partido ante Racing, aunque la jerarquía se terminó imponiendo a favor del último campeón del fútbol argentino. Con un doblete de Brian Fernández, la Academia derrotó 2 a 0 al Rojo neuquino por los 32vos de final de la Copa Argentina, para cerrar el capítulo más importante de la historia del equipo capitalino.

Un tibio cabezazo de Gonzalo Lucero cuando apenas comenzaba el juego ilusionó a todos. Emiliano Doglioli buscó el corazón del área y el mediocampista ganó, pero sin potencia. Desde allí en más fue todo de Racing, que cuando se dedicó a jugar a un toque llegó con claridad. La diferencia estuvo ahí, en el ritmo, en el toque de primera y en buscar los espacios vacíos.

Con esas armas la Acadé encontró huecos en una defensa que jugó mano a mano y sufrió. A los 11 minutos, Gastón Díaz le comió la espalda a Nahuel González por el carril derecho y envió un preciso centro para Camacho, que entró solo por atrás y ensayó una volea que se fue muy cerca. De ese centro, Lollo saltó solo en el corazón del área y cabeceó por arriba.

El equipo de Gustavo Coronel intentó jugar en los pocos momentos en los que tuvo la pelota, pero faltó precisión de los que tienen que generar juego. Ni Orlando Porra ni Santiago Vergara tuvieron peso en el manejo del balón, y fueron Leandro Teijo (el mejor de los neuquinos) y Manuel Berra los que más tocaron la pelota, y el 5 el que mejor entendió el juego: recuperó y entregó a un toque.

En la defensa, Fernando Pirotta fue el más seguro en una línea de cuatro que jugó siempre mano a mano y ganó más de lo que perdió.
La mejor del partido llegó desde los pies de Díaz. Milito entró solo al área, aguantó la marca y metió un centro justo para la llegada del volante, que erró un gol increíble abajo del arco. La popular de Racing lo gritó, pero la pelota se fue afuera.

Cocca metió dos cambios ofensivos en el complemento y rápido tuvo su chance. Antes de los 2 minutos, otra vez Milito falló abajo del arco. El Príncipe entró solo por el corazón del área y, a la carrera, la tiró afuera. Sin embargo, dos minutos más tarde Fernández entró por el fondo después de un buen desborde de Bou para poner el 1 a 0. El ex River se paró por derecha y le ganó la espada a González. Así llegó el gol y las mejores situaciones del campeón. Los primeros 15 minutos fueron todos para el local, que tuvo dos para estirar ventaja. 

Después del cuarto de hora, el Rojo mejoró y se animó a tocar, aunque no tuvo profundidad para llegar claro al área de Saja. Y en una nueva corrida de Bou, Fernández liquidó el partido. La receta fue la misma. Desborde de Bou, gran centro y Brian le cambió la trayectoria para poner el 2 a 0.

A los 25, Sack tuvo una para los de Coronel, pero el pibe le dio muy abajo. El Rojo mejoró sobre el final, se animó a jugar más arriba y tuvo algunas chances para cerrar la noche con una digna imagen.


OPINIÓN
No encontró la pelota
Fabricio Álvarez  Enviado especial

La falta de la pelota y de protagonismo atentaron contra el sueño de Independiente. El equipo tuvo un buen inicio en defensa, aguantó el sacudón de los primeros minutos, para sacarse los nervios, pero las pocas oportunidades que le dio Racing de tener la pelota las desperdició. Porra y Vergara no pudieron tenerla y les faltó precisión. Y por eso la pelota volvía muy rápido al poder del conjunto de Avellaneda. Del otro lado había un fórmula uno. Y eso quedó claro cuando Racing comenzó a abrir la cancha y a encontrar espacios en una defensa en línea del Rojo. Cuando Milito le ganó la primera vez a un sólido Pirotta se notó la diferencia de categoría. La Acadé comenzó a jugar a un toque y en cada llegada hizo tambalear el arco de Nico Peralta. La falta de precisión en el toque final fue la única razón por la cual se fueron al descanso sin goles. El Rojo no tuvo el juego que suele tener en el Federal A. Jugar sin la pelota es muy difícil para un equipo como el neuquino, que pone muchos jugadores con más vocación ofensiva que defensiva. Dio la sensación que los neuquinos hicieron lo que Racing les dejó hacer y ahí estuvo la clave en la falta de precisión y de juego que mostró Independiente.

Leandro Teijo fue la gran figura del Rojo, el que mejor entendió el ritmo de un partido de este nivel. Mordió mucho en el medio y jugó de primera casi siempre. El DT del Rojo no cambió su forma aunque enfrente estaba el último campeón del fútbol argentino: intentó robarle la pelota, pero la jerarquía de Racing fue demasiado. Diego Cocca hizo un cambio clave que terminó de inclinar la balanza para la Acadé: tiró a Gustavo Bou a jugar como puntero derecho y desbordó a Nahuel González varias veces -dos de ellas fueron adentro-. Se terminó el sueño copero para Independiente y, aunque vuelve al sur con una derrota, también lo hace con el capítulo más importante de su historia escrito en la cancha de Lanús.

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